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INSEGURIDAD CIUDADANA

Los hoteleros de Playa de Palma reclaman un turismo cívico y de calidad

La Playa de Palma viene padeciendo un proceso de deterioro incesante en los últimos tiempos. Si bien los dos años de pandemia por la COVID-19 dieron cierto respiro a los vecinos y hoteleros de este destino turístico mallorquín, la vuelta a la normalidad ha traído consigo, nuevamente, los problemas propios de los veranos de 2019 hacia atrás.

El incivismo, la inseguridad ciudadana y el turismo de borrachera son, lamentablemente, tres constantes en Playa de Palma. El principal espacio turístico de Baleares, con más de 33.000 plazas hoteleras, atraviesa a día de hoy una delicada situación debido a la degradación de sus infraestructuras y al cúmulo ingente de basura y suciedad que se genera tras las interminables noches de ocio y excesos.

Ante esto, el Ayuntamiento de Palma y el Govern balear, presididos por los socialistas José Hila (alcalde) y Francina Armengol (presidenta) respectivamente, muestran una absoluta pasividad frente a las continuas denuncias expuestas por vecinos y empresarios hoteleros de la zona. Y es que el decreto-ley contra el turismo de excesos, aprobado en 2020, parece papel mojado para algunos residentes de este espacio costero, dado que no se aplica con la suficiente contundencia el cumplimiento de la ordenanza de sus estipuladas restricciones.

Paralelamente, basta con dar un paseo a primera hora de la noche por la preciada primera línea de este espacio turístico para comprobar cómo trileros, carteristas y decenas de vendedores ambulantes ilegales han tomado las calles donde se concentran los locales de ocio nocturno de Playa de Palma.

OKDIARIO ha tenido la oportunidad de hablar con la presidenta de la Asociación de Hoteleros de Playa de Palma (AHPP), Isabel Vidal, quien ha relatado en exclusiva cómo están viviendo su sector la temporada turística durante este verano 2o22.

En primer lugar, Vidal lamenta «las reiteradas conductas incívicas en determinadas zonas de Playa de Palma» y añade que las mismas son recogidas y denunciadas en múltiples notas de prensa efectuada por su asociación, además de ser publicadas en Internet gracias a la colaboración de la cuenta de Twitter ‘Por una Playa de Palma Cívica’ (@PdPcivica).

No en vano, la presidenta de la patronal hotelera de Playa de Palma reconoce y agradece la labor que desempeñan los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado «por la continua comunicación que mantienen y la predisposición a reunirse para tratar temas, a la vez que los felicitan por algunos operativos realizados durante las últimas semanas, contra los carteristas y el tráfico de drogas».

Pero, no obstante, la misma considera que «son acciones que se quedan muy cortas ante la problemática latente en el día a día». «Basta darse una vuelta por la zona, para ver que se necesita más acción en materia de seguridad y con medidas más contundentes», denuncia la presidenta de la AHPP. «No nos vamos a cansar de repetirlo, queremos el futuro que se merece Playa de Palma, con un turismo cívico y de calidad, y el entorno debe ser acorde, y muy importante, seguro», continúa Vidal.

Al mismo tiempo, la presidenta de AHPP señala que «esta temporada iba a ser la prueba de fuego», ya que, según ella, se contaba con «las herramientas necesarias» (refuerzos policiales, normativas y decretos) para asegurarse que se cumpliera adecamente la ley, algo que sin embargo no está sucediendo.

Otra cuestión que aflige a los hoteleros es la precariedad en términos de salubridad. En esta línea, Vidal reclama que «urge una limpieza en profundidad de toda la zona, ya que diariamente se acumula muchísima suciedad».  Adicionalmente, también le preocupa de forma notoria la inseguridad descontrolada latente en este espacio turístico, en donde resalta «la venta ambulante» como el foco principal de esta problemática.

Aunque uno de los principales males de Playa de Palma es, según la dirigente de AHPP, «la degradación en de las infraestructuras debido, en gran medida, a la escasa inversión pública efectuada». Cabe recordar que en 2005 se creó el Consorcio de Playa de Palma, el cual reunía a las administraciones central y autonómica, el Consell Insular y los ayuntamientos de Palma y Llucmajor, y que lejos de mejorar el destino ha terminado disuelto por falta de inoperancia.

Por otro lado, y en pro de combatir esta lamentable realidad en términos de incivismo, once locales de restauración de primera línea de la Playa de Palma han decidido establecer este verano un código de vestimenta para permitir el acceso a sus establecimientos. Esta medida ya se había impuesto en los hoteles, pero no en la restauración, donde no se permite estar sin camiseta, disfraces, camisetas de fútbol ni llevar productos adquiridos en la venta ambulante, como cadenas de bisutería o camisetas de otros negocios que promueven el turismo de borrachera.

Hay que recordar que hace dos semanas, el presidente del PP de Palma, Jaime Martínez, recorrió Playa de Palma en una visita nocturna para conocer de primera mano el estado en el que se encuentra. Tras ello, el dirigente popular criticó con dureza que el Ayuntamiento haya consentido que la suciedad, la inseguridad y el turismo de excesos hayan deteriorado la zona. “Fue un referente y la joya de la corona de la ciudad a nivel internacional. Debemos trabajar para que recupere su esplendor”, manifestaba Martínez.

Es lamentable el estado de abandono y deterioro en el que se encuentra la Playa de Palma. El turismo de excesos campa a sus anchas sin control alguno del Ayuntamiento, la venta ambulante ilegal opera con total impunidad, las calles están a rebosar basura y no hay presencia policial. Es vergonzoso», declaraba el presidente del PP de Palma, quien añadía que «lo peor es que, a pesar de que los vecinos y restauradores han denunciado incontables veces esta situación, José Hila y el PSOE no han hecho nada por revertirla. «Un ejemplo más de nula gestión y desgobierno”, sentenciaba Martínez.

Durante su recorrido, el dirigente de la formación popular pudo hablar con vecinos que le trasladaron su enfado y profundo malestar por una situación que se repite desde hace años, pero que en este último se ha agravado. A su vez, pudo constatar la falta de efectivos y la inseguridad de quienes viven y trabajan en la Playa de Palma, que muchas noches no pueden descansar por los alborotos. También tuvo la oportunidad de comprobar personalmente las actuaciones de inspección que persiguen a quienes lo hacen bien y no se centran en las actividades ilegales que se desarrollan con total impunidad en la zona.

“La limpieza y la seguridad deben ser parte de la gestión esencial, así que debemos ser más ambiciosos. No se trata sólo de embellecer y modernizar Playa de Palma, sino también de acabar con el turismo de borrachera y excesos, para que recupere su esplendor”, manifestó Martínez, quien también agradeció el trabajo de vecinos, comerciantes y la Asociación Hotelera.