OkBaleares
baleares

La hipocresía de Irene Montero: pidió que no vinieran turistas a Baleares y se va a Menorca de vacaciones

Montero disfruta de las playas de Menorca junto a compañeras de partido como Ione Belarra o la concejal Lucía Muñoz

La ex ministra de Igualdad cargó hace un año contra el turismo y manifestó: "Las islas son de quien las habita"

Sin ningún tipo de pudor ni vergüenza, la eurodiputada de Podemos y ex ministra de Igualdad, Irene Montero, ha hecho gala de su hipocresía en Instagram al irse varios días de vacaciones como una turista más a la paradisiaca isla de Menorca tras cargar el año pasado contra el turismo masivo. «Las islas son de quien las habita», aseguró la política madrileña.

Montero ha publicado varias fotos en redes sociales en las que se la ve a ella y a otras compañeras de partido como la líder de Podemos, Ione Belarra, o la regidora de la formación morada en el Ayuntamiento de Palma, Lucía Muñoz, disfrutando de las playas y montañas de Menorca. Este mismo mes, la eurodiputada también ha estado unos días de vacaciones en Burdeos, Francia.

La hemeroteca ha hecho su trabajo y Montero ha vuelto a quedar en mal lugar. En mayo de 2024, en plena campaña de las elecciones europeas, la dirigente de Podemos cargó contra el turismo masivo en un mitin celebrado en las Islas Baleares.

«Muchísima gente de Mallorca, de Menorca, de Ibiza, de Formentera, habéis salido a la calle para decir algo que es obvio, que las casas son para vivir, que el turismo masivo no le puede costar la vida a la gente», denunció la ex ministra de Igualdad.

Sin embargo, parece que Irene Montero dice una cosa pero hace otra. Turistas no, pero ella sí. Junto con sus amigas podemitas, la eurodiputada ha tenido una escapada veraniega muy completa, en la que ha disfrutado de las playas de la isla, ha practicado senderismo y hasta ha tenido oportunidad de acudir al concierto del músico vasco Fermín Muguruza, que se celebró en el Claustre del Carme de Maó.

También ha aprovechado la ocasión para fotografiarse junto a Belarra en un baño del concierto que tiene en la pared unas pintadas en las que se puede leer: «Menorca antifa [antifascista] y antiracista».

Lo ha hecho un año después de manifestar en el mitin que «no puede ser que haya miles de mujeres en estas islas que tiemblan cuando empieza la temporada turística porque saben que van a tener que tomar varias pastillas para el dolor de rodillas, de las articulaciones, de las manos, de la espalda, porque se pasan horas y horas entregando su salud a un turismo masivo que depreda y destruye el territorio y que destruye las vidas de las gentes de aquí».

Además, Montero aseguró, culpando al turismo, que la gente que trabaja en la hostelería en Baleares lo hace «en condiciones inhumanas y miserables». Y añadió: «No hay porqué resignarse, la vida no es así, y si es así, tiene que dejar de ser así».

«Hay que conseguir llegar a hacer políticas públicas que protejan el territorio, los derechos laborales y las vidas de la gente de Mallorca, Menorca, Formentera e Ibiza. Las islas son de quien las habita, no para los buitres y los especuladores», concluyó una Irene Montero que ha pasado sus vacaciones en Menorca en plena temporada turística.