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La herencia del Pacte en la EMT: buses de gas que arden, de hidrógeno parados y un agujero de 15 millones

Toni Deudero espera que la mayoría de los 12 buses de gas retirados estén en circulación a mediados de septiembre

"No podemos provocar un colapso en la EMT, el debate se vuelve a abrir entre dar seguridad o priorizar la motorización verde"

"Hay buses de gasoil de 2002 y 2005 con más de dos millones de kilómetros que funcionan como un reloj"

  • Mar del Valle
  • Portadista, editora y redactora de branded content. Desde 2021 en OKBALEARES. Antes, periodista en EL MUNDO Baleares durante 19 años.

El teniente de alcalde de Movilidad y presidente de la EMT de Palma, Toni Deudero, habla sin tapujos de la herencia envenenada que dejó el anterior equipo de gobierno del alcalde socialista José Hila al frente de la empresa municipal de transportes.

A la situación de los cinco buses de hidrógeno adquiridos por el Pacte y que no pueden circular por falta de combustible -el hidrolizador que debía fabricarlo en la planta de Lloseta no existe-, se añade ahora la retirada de una docena de buses articulados de gas de la marca Scania por fallos que podrían conllevar riesgo de incendio.

Después de que uno de estos buses, recepcionados en 2020, se prendiera fuego el pasado domingo cerca de la cárcel y otro presentara fallos similares este miércoles, la EMT ha tomado la decisión de retirarlos de las calles de Palma para preservar la seguridad de ciudadanos y trabajadores, tras convocar Deudero una reunión técnica de urgencia.

«Lo primero que se ha hecho es crear un gabinete de crisis con peritos y técnicos de la marca Scania, peritos externos, mecánicos propios de la EMT y personal de operaciones que está actuando para confirmar el diagnóstico preliminar del fallo en este tipo de bus y qué tipo de reparación es necesaria», ha explicado a OKDIARIO el presidente de la EMT. Además, ha añadido que se han encargado piezas que previsiblemente llegarán a Palma el próximo lunes.

La flota de estos autocares de propulsión a gas está compuesta por 27 buses, 12 de los cuales se han retirado y 15 tendrán que ser revisados. La previsión de Toni Deudero es que el grueso de la flota esté disponible a mediados de septiembre, para el inicio del curso escolar, que arranca el día 11.

El también teniente de alcalde de Movilidad ha lamentado que estos autocares de gas, adquiridos por José Hila y que sólo tienen tres años y medio de antigüedad y 250.000 kilómetros de servicio, ya presentan fatiga de ciertas piezas que provocan incidentes.

«Hay buses de gasoil de 2002 y 2005 con más de dos millones de kilómetros que funcionan como un reloj», ha asegurado Deudero, quien ha insistido en que hay que buscar el equilibrio entre la sostenibilidad en movilidad y la sostenibilidad medioambiental. «No podemos provocar un colapso en la EMT, el debate se vuelve a abrir entre dar seguridad y continuidad en el servicio o priorizar la motorización verde», ha apuntado.

Deudero es consciente de que hay que apostar por alternativas de movilidad que mejoren el medio ambiente, pero no a costa de colapsar y perjudicar el servicio público de transporte.

Además, el presidente de la EMT ha afirmado que, en diez meses que lleva el PP al frente de la compañía, han hecho «un esfuerzo económico gigantesco para poder pagar estos buses, 23 millones de euros de facturas de buses que contrató el Pacte de izquierdas y que no había pagado, poniendo excusas».

A todo ello se suma que el Ayuntamiento de Palma se ha tenido que endeudar en 15 millones después de que el Gobierno de Pedro Sánchez se negara a pagar la gratuidad del autobús en 2023 y 2024. El ninguneo del Ejecutivo central ha obligado al equipo de gobierno que lidera Jaime Martínez a tener que cubrir el déficit generado estos dos últimos años.

«Para mantener la gratuidad del transporte público, el Ayuntamiento de Palma está haciendo de banco al Estado, ha tenido que pedir un crédito que nos cuesta 300.000 euros en intereses», ha lamentado Deudero.

Y es que el hecho de que el transporte público de Palma sea gratis cuesta 25 millones de euros al año y el Gobierno sólo sufraga 18 millones. Por tanto, esto supone un agujero de siete millones para las arcas del Ayuntamiento, que ya acumula los 7 millones de 2023 y otros siete de 2024, que tendrán que pagar los contribuyentes.

Por ello, el consejo de administración de la EMT acordó a mediados del pasado mes de junio abrir el pliego de condiciones para la contratación de una póliza de crédito a corto plazo para poder hacer frente a la falta de liquidez de 15 millones, derivados de la gratuidad del transporte público correspondiente a los años 2023 y 2024.

El crédito solicitado por la EMT es a corto plazo y se devolverá una vez que la Comunidad Autónoma abone al Ayuntamiento el dinero correspondiente al presente ejercicio presupuestario.

Toni Deudero ha tildado de «injusto» que la empresa tenga que asumir un sobrecoste por la gratuidad del transporte público y ha subrayado que «el ministerio debería hacer frente al mismo. Lamentablemente, no sólo no vamos a recibir el dinero del déficit generado en el 2023, sino que tampoco nos llegará ni un euro por las pérdidas de este año».