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medio ambiente

El Govern impulsa en Mallorca un macroparque de placas solares de 52 hectáreas en suelo rústico

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

El Govern balear de coalición de socialistas, independentistas de Més y Podemos impulsa en Mallorca un macroparque de placas solares de 52 hectáreas en suelo rústico, en terrenos hasta ahora destinado a usos agrícolas, cuyo impacto ambiental será notable en el entorno en que se ubicará, en concreto, entre las localidades de Inca y Selva, con la Serra de Tramuntana como telón de fondo.

El parque cuenta con los informes favorables de los ayuntamientos y del Consell de Mallorca y está previsto que sea declarado proyecto industrial estratégico por el Consell de Govern a propuesta del Consejo de Industria que lidera el vicepresidente de Podemos, Juan Pedro Yllanes.

Su construcción, por el sobresaliente impacto que tendrá, ha suscitado las críticas de los ecologistas del GOB, que han denunciado la habilitación de estos grandes parques en terrenos agrícolas.

«Después de la avalancha de parques, mayoritariamente de no más de cuatro hectáreas ya denunciados y de la solicitud de moratoria en el año 2021, conjuntamente con otras entidades, empezamos a ver la nueva tendencia en relación en los parques fotovoltaicos en suelo rústico», manifiesta la entidad en un comunicado.

«Empezamos a tener los primeros testimonios de payeses expulsados de las tierras que trabajaban dado que los propietarios prefieren alquilar para hacer una instalación de energías renovables y, también, empezamos a ver parques de grandes dimensiones con informes agronómicos que plantean la posibilidad de garantizar la complementariedad o la compensación en relación a los usos agrarios, que observamos con desconfianza», abunda la organización ecologista en la misma dirección.

El problema se agrava y no por una cuestión de afecciones al paisaje, que también, sino, y sobre todo, por un cambio de usos del suelo que afecta a tierras fértiles y expulsión del campesinado por unos usos industriales en suelo rústico, que es lo que representan los grandes parques fotovoltaicos.

Esta misma semana, ha tenido lugar la asamblea del Observatorio del Paisaje del Consell de Mallorca, donde se ha presentado un primer borrador del documento inicial de la modificación cuarta del Plan territorial insular de Mallorca. El objetivo no es otro que el delimitar las zonas de desarrollo prioritario para la implantación de infraestructuras de producción de energía renovable, así como la regulación de la tipología, dimensiones y otras características de las instalaciones aptas para cada zona con arreglo a la Ley 10/2019 de 22 de febrero de cambio climático.

Hasta nueve parques fotovoltaicos en camino

Mientras todo esto está todavía en debate y discusión, comienzan a aparecer estos nuevos modelos de inversión con todos los visto buenos de las instituciones implicadas: ayuntamientos, Consell del Mallorca, Industria, Energía y desgraciadamente también, Agricultura.

Y es que, en estos momentos, hay hasta nueve de estos parques fotovoltaicos en camino en Mallorca, y como apunta el GOB en su comunicado, todos han sido tramitados vía declaración de proyecto industrial estratégico, tal y como determinó la Ley 2/2020 de 15 de octubre de medidas urgentes y extraordinarias para el impulso de la actividad económica, que estableció la posibilidad de tramitar por vía de proyecto industrial estratégicos los parques fotovoltaicos independientemente de las competencias en materia de ordenación territorial y sin declaración de interés general.

Tal y como indica el propio informe del Ayuntamiento de Selva, la zona del parque ubicada en Son Fuster presenta una extensión que dobla la superficie de suelo urbano del núcleo de Selva y se aproxima a la mitad del núcleo de Inca  (33.000 habitantes), lo que da una idea del notorio impacto que tendrá en este entorno rural.