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El Govern de Armengol admite el colapso hospitalario tras echar a 4.000 sanitarios por el catalán

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

El Govern de Francina Armengol admite el colapso hospitalario en Baleares tras expulsar a más de 4.000 sanitarios por no acreditar el título de catalán, pese a que la consellera de Salud del Ejecutivo autonómico, Patricia Gómez, ha asegurado este miércoles, en unas sorprendentes declaraciones, que «el catalán nunca ha sido un problema» para los sanitarios en las Islas.

Celadores, auxiliares de enfermería, enfermeras y médicos han sido purgados de las listas de acceso a la sanidad pública por carecer de la acreditación oficial del nivel requerido de catalán, convertido en un requisito imprescindible para acceder a un empleo público en Baleares desde el año 2015, cuando accedió al poder autonómico la actual coalición de gobierno de socialistas, independentistas de Més y Podemos, con Armengol al frente.

Sin ir más lejos, el pasado mes de junio el Govern balear expulsó a 3.800 celadores de la convocatoria para confeccionar el bolsín de interinos destinado a cubrir de forma temporal las vacantes que van surgiendo, al no presentar el certificado que acredita el conocimiento de la lengua catalana.

Durante su participación en los Desayunos Socio-Sanitarios de Europa Press, la consellera Gómez ha defendido hoy que «ningún profesional ha dejado de venir o se ha ido por la exigencia del catalán», sin tener en cuenta que en octubre de 2021 expulsó a 40 auxiliares de enfermería que figuraban en el listado provisional para ocupar plazas vacantes y que fueron rechazados por no acreditar el catalán.

Algo tendrá que ver esta exclusión masiva de profesionales sanitarios por no disponer de titulación de catalán con el hecho de que la propia consellera haya reconocido este miércoles que las urgencias en los hospitales de Baleares tienen «mucha presión», achacándolo a un aumento de pacientes por la llegada de población flotante y de casos Covid, sin mencionar curiosamente la falta de profesionales.

Cabe recordar que un reciente informe del Ministerio de Política Territorial indicaba que en 2016 había en Baleares 13.116 médicos en la sanidad pública y en 2021 la cifra había bajado a 11.690. Se ha prescindido en Baleares, por diferentes motivos, de 1.426 médicos y las plazas no se han cubierto por la imposibilidad de encontrar a profesionales con el certificado de catalán.

La exigencia de este requisito lingüístico durante estas dos legislaturas, junto al elevado precio de la vivienda y el reducido plus de insularidad por residencia, han acentuado el déficit de sanitarios, algo que en Ibiza y Formentera resulta especialmente dramático para los enfermos de cáncer por la falta de oncólogos.

Ahora y ante una situación de emergencia desesperada, la consellera Gómez ya no exige el catalán a los médicos de familia y ha creado un bolsín de profesionales donde se exime a los aspirantes de contar con titulaciones en esta lengua, algo que sigue siendo obligatorio para el resto del personal sanitario.

Por ello, Gómez, ante este cambio de criterio con los médicos, ha manifestado que aunque «los profesionales tenemos la obligación de entender a los pacientes, no se le exige a nadie», toda una constatación de su fracaso en la captación de profesionales que quieran venir a Baleares por haber impuesto el catalán a lo largo de estos siete años.