El fiscal que dejó escapar a Cursach también omitió un informe sobre regalos del ‘capo’ a policías

El fiscal anticorrupción Tomás Herranz también omitió durante el juicio contra el empresario de la noche mallorquina Bartolomé Cursach un informe de la Guardia Civil sobre un supuesto pago de favores a agentes de la Policía Local de Palma y otros funcionarios del Ayuntamiento. El informe refleja que Cursach obsequiaba a diversos funcionarios. Son, casualmente, funcionarios que tenían competencias en cuestiones que podrían perjudicar sus negocios. El obsequio era un pase VIP gratis durante años al gimnasio Megasport, propiedad de Cursach. La cuota mensual para acceder al gimnasio es de 100 euros.

Como ha ido informado OKDIARIO, el fiscal Herranz que entre lágrimas exculpó a Cursach de todos los cargos, desestimó un centenar de pruebas contra Cursach  que estaban en el sumario y que misteriosamente no fueron mencionadas durante el juicio.

Entre estas pruebas está la grabación desvelada por este digital referente a la llamada telefónica del jefe de la Patrulla Verde -un departamento de la Policía Local de Palma- avisando al director de la discoteca Tito’s de una inspección policial.

Tito’s era en aquel momento la discoteca más emblemática de Mallorca y la joya de la corona del Grupo Cursach. Con el aviso de la inspección, la discoteca pudo tomar todas las medidas oportunas para que los agentes de la Policía Local no encontraran ninguna irregularidad.

En su escrito de acusación, Herranz omite la mencionada grabación y omite en parte el informe de la Guardia Civil sobre la concesión de pases gratuitos al gimnasio Megasport a policías y otros funcionarios del Ayuntamiento.

Estos obsequios serían presumiblemente en compensación por el presunto trato de favor que recibía Cursach por parte de los policías locales implicados en la trama. Se trataría, por tanto, de un supuesto delito de cohecho.

De hecho, inicialmente Cursach estaba acusado de los delitos de cohecho, aparte de pertenencia a grupo criminal, coacciones, extorsión, prevaricación administrativa y urbanística, entre otros. Antes del inicio del juicio el fiscal anticorrupción Tomás Herranz eliminó varios delitos y rebajó de 8,5 a 1,5 años de cárcel su petición de pena para el empresario del ocio nocturno de Mallorca.

Le atribuía entonces sólo los delitos de pertenencia a grupo criminal, prevaricación y coacciones. Al finalizar el juicio, le exculpó de todos los delitos y entre lágrimas pidió perdón a Cursach y a los demás encausados por haberles acusado.

Uno de los puntos clave era el supuesto pago de favores de Cursach a policías y otros funcionarios. Según el informe de la Guardia Civil, recibieron el regalos de un pase VIP al gimnasio Megasport varios agentes de la Policía Local y celadores del Ayuntamiento de Palma.

Entre los beneficiados por los pases VIP al gimnasio Megasport figura, en el informe de la Guardia  Civil, el entonces intendente de la Policía Local Antonio Vera. También figuran Rafael Amengual y Nicolás Góngora, dos policías que además trabajaban para Cursach en sus horas libres como agentes de seguridad en sus discotecas como ellos mismos reconocieron durante la celebración del juicio.

El fiscal Herranz no tuvo en cuenta el grueso del informe de la Guardia Civil contra los funcionarios que recibían obsequios de Cursach pero, sin embargo, se valió del mismo para intentar desacreditar a dos testigos que no le convenían. Son dos testigos, agentes de la Policía Local de Palma, que habían denunciado casos de corrupción desde el inicio de la causa.

Utilizó el informe de forma errónea puesto que acusó a los dos testigos de cohecho pasivo por tener pase VIP gratis al gimnasio Megasport. La realidad es que, según el informe de la Guardia Civil, los dos testigos mencionados no tenían pase VIP al gimnasio. Añade el informe que acudían al gimnasio pagando la cuota correspondiente.

Querella contra el fiscal

Estos dos testigos agentes de la Policía Local de Palma son precisamente los que han presentado una querella criminal contra el fiscal Herranz ante la Fiscalía General del Estado.

En su denuncia los dos agentes que fueron testigos de la propia Fiscalía en el juicio, acusan a Herranz de «cometer los delitos de injurias y calumnias» al imputarles toda una serie de hechos delictivos «sin ningún tipo de sustento probatorio, de forma totalmente falsaria, aparentemente habiendo incluso predispuesto previamente la prueba a tal fin, y con claro conocimiento de su falsedad y un temerario desprecio hacia la verdad, con intención de desprestigiar y desacreditar el buen nombre, imagen y reputación».

Entre otras cuestiones, citan el hecho de que el fiscal Herranz los acusara de hechos tan graves como «haber recibido sobornos, de haber realizado actos de presión sobre locales de Cursach, de falso testimonio, de obstrucción a la justicia, y de haber mantenido una relación íntima con el fiscal instructor, Miguel Ángel Subirán», que después fue apartado del caso.

Considerando además que el fiscal Herranz, tras concluir su informe oral, «ni tan siquiera solicitó que se dedujera testimonio, ni formalizó acusación alguna», contra ellos, pese a la gravedad de las acusaciones, los denunciantes consideran que «ninguna duda cabe que el principal, por no decir el único objetivo, era desprestigiar a los dos testigos, e intencionadamente calumniar e injuriar, esto es agredir el derecho al honor y la propia imagen».