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Fallece Jaime de Juan i Pons: el hotelero que convirtió sueños en destinos turísticos

Fue fundador de la Federación Hotelera, empresario, escritor y presidente del C.D. Manacor

El pasado viernes falleció a los 85 años Jaime de Juan i Pons, empresario hotelero, pionero del turismo en el Llevant mallorquín y figura clave en la promoción de Mallorca como destino internacional. Su partida deja un vacío profundo no solo en su familia, sino también en toda una comunidad que creció con sus proyectos, su visión y su incansable dedicación.

Nacido en Sóller en 1939, y criado entre Palma y Peguera, Jaime de Juan fue un emprendedor hecho a sí mismo. Comenzó su carrera como botones en el hotel Jaime I de Palma, y no tardó en descubrir que su verdadero destino estaba en construir, desde cero, su propio camino. Tras formarse en dirección hotelera, incluso en Suiza, se instaló en los años 60 en un entonces desconocido s’Illot. Allí levantó el hotel Playa Moreya, sin luz ni agua canalizada, pero con una convicción inquebrantable. Aquel fue el germen de una trayectoria ejemplar.

“Para él nada era un impedimento. Siempre siguió adelante con los propósitos claros y la cabeza bien alta”, recordó su familia en un comunicado cargado de emoción. “Queremos recordarlo como él quería: una persona fuerte, luchadora, positiva y llena de ganas de comerse el mundo.

Durante más de cuatro décadas, Jaime fue presidente de la Asociación Hotelera de s’Illot-Cala Moreya, que cofundó, así como de la Federación Hotelera de Mallorca. También presidió la Asociación de Vecinos de s’Illot, desde donde impulsó importantes mejoras para el pueblo que tanto amó. Su vocación de servicio lo convirtió en una figura de referencia, admirada por empresarios, trabajadores del sector y vecinos por igual.

Pero su espíritu no se detuvo en los hoteles. Fue también el creador del agroturismo y restaurante Sa Duaia de Artà, un enclave rural que convirtió en un paraíso gastronómico. Polifacético, apasionado, dominaba seis idiomas y organizaba eventos populares memorables: paellas gigantes, ensaimadas descomunales o tortillas que llegaron a romper récords. Siempre con una sonrisa, siempre rodeado de gente.

En la memoria de quienes lo conocieron quedará el recuerdo de un hombre incansable, generoso y visionario. Su familia, con profunda gratitud, agradece las muestras de cariño recibidas y concluye con una frase que resume una vida apasionante:

“Su mayor legado no fueron los hoteles que construyó, sino las personas que inspiró.”