Crueldad intolerable
Era Gregorio Manzano quien explicaba cómo visualizaba los partidos en la víspera de los mismos. A la vista de la alineación formulada por Arrasate no resultaba fácil intuir sus planes, pero la presencia de Sergi Darder y Muriqi en el banquillo quedó plenamente justificada sobre todo en unos primeros 45 minutos que el equipo, rejuvenecido con Virgili, Pablo Torre y Joseph en ataque, pudo haber cerrado con ventaja si este último hubiera estado más vivo y preciso en dos oportunidades de libro.
La primeras nota meritoria la debemos anotar para calificar la inmediata reacción de los jugadores después de encajar a los cinco minutos de haber comenzado la batalla. La segunda, porque en ningún momento la solidaridad defensiva y pragmática disposición con marcas al hombre, riñó con la rapidez para mover la pelota con sentido común y rapidez hacia terreno enemigo. El primer premio fue el empate. La mala fortuna impidió el gordo.
Con Maffeo pesadilla de Moleiro y Antonio Sánchez pendiente de las subidas de Pedraza, el Submarino cargaba torpedos por el otro lado, donde Mojica se las veía y deseaba con Pepe, mientras Virgili mantenía a raya a Pau Navarro. Ayoze, estático, no creaba ningún problema a Valjent y aunque Gerard Moreno no lograba sacar de zona a Raíllo, el repliegue de Samu, que cubrió cientos de metros durante toda la noche, y Mascarell o incluso Pablo Torre o el propio Joseph, cerraban espacios hasta el punto de no forzar más que una intervención de Bergstrom con el pie avanzada la segunda parte.
Aquel Mallorca inesperado y sorprendente perdió fuelle a partir de los 60 minutos de esfuerzo y sacrificio. Marcelino, tan hábil como nervioso, decidió relevar a sus reverencias, Gerard y Ayoze, colocando a dos falsos delanteros en su lugar. También tuvo que prescindir de Moleiro, atenazado, poco después. En el banquillo opuesto Jagoba tardó en advertir el cansancio de Pablo Torre y Virgili y aunque la nave resistía los embates enemigos, la entrada de Sergi Darder y Muriqi, vacas sagradas, ralentizó la posesión y el dominio del balón sin más efecto que el arrebato final, ya con el marcador en contra, en busca apresurada e individual del empate perdido.
Poco es mucho cuando uno no espera nada, pero duele no disfrutarlo después de haberlo saboreado porque nunca sabrás si ha sido real o mero espejismo.
Lo último en OkBaleares
-
Nacho Baltasar, líder de España en el Europeo de iQFOiL
-
Sergi Darder, un problema: no hay forma de que despegue
-
El Mallorca, en el filo: un solo punto le separa del descenso
-
El ‘pataleo’ de Armengol contra el Consell de Mallorca por retirar subvenciones a dedo a los independentistas
-
Crueldad intolerable
Últimas noticias
-
La UE advierte sobre la relación de Zapatero y Maduro: «No es un presidente elegido democráticamente»
-
ERC exige a Sánchez una policía lingüística en España para que haya un 5% de música en catalán en la radio
-
El bisabuelo clónico de Sánchez fue condenado por la República por matar a un compañero guardia civil
-
El Ibex 35 sube un 0,84% en la apertura y roza de nuevo los 16.000 puntos
-
‘Wicked 2’ vuelve a reinar en la taquilla: logra más de 200 millones de dólares en su primer fin de semana