Caso Hat Bar

Baleares da carpetazo a la noche de copas de Armengol en pleno escándalo por el partygate de Johnson

El pacto de izquierdas primero ha ocultado durante durante meses el expediente sobre el caso Hat Bar

Luego ha perdido el teléfono del propietario del bar para comunicarle la sanción

Ahora frena la comparecencia en el Parlament del director de la Oficina Anticorrupción que investiga el caso

Inda: «Aquí pillaron a Armengol de copazas saltándose sus propias normas y ni Dios dijo nada»

Baleares Armengol
Baleares Armengol
Miquel Ángel Font

En pleno escándalo en Gran Bretaña por la celebración de una fiesta en las oficinas de 10 Downing Street, la sede del Gobierno, durante diciembre de 2020, en el momento en el que estaban vigentes estrictas restricciones por la pandemia del Covid-19, el Govern balear ha dado carpetazo a otro escándalo como es la noche de copas en octubre de 2020 de la presidenta Francina Armengol saltándose las normas dictadas por ella misma para frenar la pandemia.

En Reino Unido y Baleares la izquierda mantiene posturas diametralmente opuestas. Boris Johnson, el político que hace dos años entraba victorioso en Downing Street tras alcanzar una aplastante mayoría absoluta, vive ahora sus horas más bajas acosado por la izquierda y la opinión pública hasta el punto de que el Partido Conservador habla ya de un futuro reemplazo. 

En Baleares, sin embargo, la estrategia de los partidos de izquierda del Govern, PSOE, Podemos y los secesionistas de Més, ha sido arropar a la presidenta Armengol, ocultar información y perdonarle sin tapujos su noche de copas fuera del horario establecido y cuando toda la población de las Islas estaba semiconfinada.

El plan de la izquierda para tapar el caso Hat Bar ha sido en primer lugar  ocultar durante meses el expediente abierto al establecimiento donde la presidenta fue sorprendida tomando copas fuera del horario de cierre. De esto se ha encargado el vicepresidente del Govern, Juan Pedro Yllanes, de Unidas Podemos.

El siguiente paso ha sido perder el teléfono del propietario del bar para así no poder comunicarle la multa. Esta importante misión de impedir la localización del dueño del bar ha sido obra de la consellera de Presidencia, Mercedes Garrido (PSOE).

Y el tercer paso ha sido demorar hasta febrero la comparecencia en el Parlament balear del director de la Oficina Anticorrupción de las Islas, Jaime Far, para explicar las gestiones realizadas tras la denuncia recibida por el caso Hat Bar.

Todos los partidos del Parlament aprobaron en comisión hace unas semanas la comparecencia urgente de Jaime Far para dar cuenta de la investigación sobre la noche de copas de Armengol pero el pasado jueves,  cuando el asunto llegó a la Mesas de la Comisión para fijar la fecha de la comparecencia de Far, el PSOE la boicoteó a pesar de ser considerada urgente y la eliminó del orden del día del Parlament ante la indignación del PP. Port decisión del PSOE, la comparecencia del director de la Oficina Anticorrupción para explicar las actuaciones referentes a la presencia de Armengol en un bar de copas a altas horas de la madrugada no será hasta febrero.

Lo grave del asunto es que Jaime Far, que es quien ha liderado la investigación, abandona el cargo a final de año harto de las presiones recibidas desde el Govern para frenar sus investigaciones. En febrero, en consecuencia, ya no podrá comparecer como director de la Oficina Anticorrupción.

Aparte de todo esto, es dudoso que en febrero la Oficina Anticorrupción todavía exista. El Parlament debe nombrar a un nuevo director, pero la izquierda no tiene prisa y empiezan a surgir dudas sobre el futuro del organismo antifraude cuando sólo faltan dos semanas para la marcha de Jaime Far.

En el pleno de hace dos semanas, la diputada del PP Nuria Riera acusó  al vicepresidente del Govern, Juan Pedro Yllanes, de esconder el expediente del Hat Bar para tapar «el escándalo nacional» de la presidenta Francina Armengol. «La presidenta Armengol fue pillada de copas mientras todos estábamos encerrados en nuestras casas», denunció la diputada. Riera censuró  que hace un año que piden el expediente y se lo han entregado unas horas antes del pleno «con los nombres tachados».

La diputada acusó  al Govern de «dar carpetazo» al expediente sin obtener declaración del dueño ni de los políticos que estaban allí. «Es normal que Armengol esté avergonzada del ridículo que hizo, pero el resto de Govern no debe tapar este escándalo de la presidenta de copas mientras los demás estábamos encerrados cumpliendo las normas mientras a los ciudadanos se les freía a impuestos», ha denunciado. «¿Qué dirían si hubiera sido un político del PP?», preguntó a Yllanes, a quien recordó que los jueces «deben hacer cumplir las normas siempre».

Tras varios meses reclamándolo, el PP recibió el expediente tras reclamarlo a la Comisión de Transparencia, que se lo entregó el mismo día en que el tema se debatía en el Pleno del Parlament. Se supo entonces que la Comisión de Transparencia, que depende de Juan Pedro Yllanes, tenía el expediente en sus manos desde el mes de junio.

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