Archiduque Andrés Salvador Habsburgo Lorena, el amigo de mi amiga
La suerte de vivir en sociedad es que permite conocer a personajes extraordinarios por las razones que sean, pero siempre fuera de lo ordinario, siempre fuera de lo común. S.A.I.R. Andrés Salvador de Habsburgo – Lorena y Salm Salm (Castillo de Persenbeug, Austria, 1936), Archiduque, Príncipe de Toscana, de Hungría y de Bohemia, Gran Maestre de la Orden Internacional de San Huberto, Caballero de la Insigne Orden del Toisón de Oro y de la Orden de Calatrava. Miembro de Caballeros de la Orden de la Capa. Es asiduo visitante de España, principalmente de Madrid, Mallorca y Extremadura. Tiene tres hijos: Tadeo, Casimiro y Alicia, elegantes, guapos y muy educados. Su hija es la viva imagen de Sissi por sus deliciosas reverencias al saludar. Créanlo o no, pero en la buena sociedad todavía besamos la mano de las señoras, inclinamos la cabeza si es necesario, y las princesas saludan a la antigua usanza, aunque sean más modernas que Lady Gaga.
Con Su Alteza Imperial y Real el archiduque Andrés Salvador de Habsburgo Lorena tuve la suerte de presenciar uno de esos momentos mágicos que la vida regala pocas veces. Sucedió en el Circulo mallorquín, un lugar donde se reúne gente extraordinaria. La “genteta” dura poco en ese ambiente donde los códigos no se enseñan, se saben. Andrés, permítame su alteza imperial que acorte su nombre, había acudido para dar una charla sobre su antepasado el archiduque Luis Salvador, nuestro archiduque.
Fue verdaderamente interesante escuchar en boca de tan alto señor la historia de una vida contada por uno de su sangre. Andrés, que por cierto acaba de cumplir 89 años, estaba y está en plena forma. Su cerebro es privilegiado, pues su paso por la vida ha supuesto ir como científico y humanista tras la modernidad, la innovación, y la creación de riqueza para con sus semejantes. Su actividad es imparable, y sus gustos variados. Verlo es ver la historia de Europa que corre por sus venas sin que pueda disimularlo. Es nieto ni más ni menos que del Emperador Francisco José, y de su esposa Elizabeth, duquesa en Baviera, conocida popularmente como Sissi.
Su abuela era su hija preferida, Valeria. Podría seguir contando historias románticas de la Viena Imperial, de la belleza de Toscana cuando formaba parte del Imperio, de como ésta familia que lo fue todo, de repente se vio expulsada de su país tras perder el imperio, y lo que es peor, con pocos recursos económicos para afrontar el futuro. Sin embargo, ningún Habsburgo se ha quedado de brazos cruzados. Todos los que conozco son extremadamente educados, cultos y muy trabajadores. Y miren que las han pasado canutas. No sé si es el caso de mi protagonista de hoy, pero lo que si sé es que ante mis ojos un encuentro provocó una ilusión en estas dos personas que tanto admiro.
No sé si se trata de amor ni me interesa, pero lo que sí se es que la amistad puede durar toda una vida para reaparecer cuando uno menos se lo espera. Desde ese momento mágico que presencié y viví con toda naturalidad, he sabido que el tiempo no existe. Desde esa velada en el Circulo los dos amigos no han parado de colaborar en mil cosas para hacer que el mundo conserve arte, historia, vanguardia y muy buenos modales. Cuando Mayte Spínola decide apoyar a alguien o a alguna institución no hay quien la pare.
Se habían conocido de jóvenes y Mayte cuenta que fueron novios. «Lo fuimos de jóvenes. No tengo que ocultar nada. Y ahora amigos del alma. A nuestra edad. Es lo que nos toca. Contar el uno con el otro. Ayudarnos mutuamente apoyarnos siempre aunque estemos por nuestros deberes más lejos de lo que quisiéramos siempre estamos cerca. Gracias a la magia de la comunicación».
Sí es divertido señalar que cuando Andrés Salvador apareció de nuevo en la escena social , la misma sociedad que le acogió con ganas, se revolucionó, pues podía producirse el bombazo que hasta ahora no ha sucedido.
Ya me entienden. La más graciosa era la infanta doña Pilar de Borbón, que entre conjeturas de damas y dos señores presentes, el gran Pepe Oliver y un servidor, sacó a pasear su lado más castizo y nos contó que el archiduque era el elegido por su madre, doña María, la condesa de Barcelona. Al parecer fue a Estoril a conocer a la infanta de España. Al llegar le dijeron que la señora estaba en la playa, así que don Andrés, alteza imperial y real, se dispuso a ir a conocerla. Bajó a la arena con su traje, se había quitado los zapatos y lucía calcetines negros. No hubo match. Doña Pilar contaba también que ella no quería vivir encerrada en un castillo centroeuropeo, supongo que tampoco se lo ordenaron, porque de haber existido esta circunstancia habría obedecido sin rechistar. Las infantas de antes estaban para servir a la casa, y a las órdenes del jefe.
Científico y humanista, el Archiduque Andrés Habsburgo Lorena es el presidente de la Fundación Internacional María de Nobrega, con sede en Londres. Su sabiduría y experiencia hace que numerosas instituciones internacionales acudan a él como asesor. Ha escrito numerosos ensayos y artículos científicos en diversas publicaciones, cuenta en la mirada actual mi amiga y colega Julia Saez Angulo, que hace una semblanza de la parte más importante de nuestro personaje en su blog La Mirada Crítica con motivo del cumpleaños del señor. El Grupo Pro Arte y Cultura ha llegado hasta allí, hasta su castillo en Gmund donde se expone una amplia colección permanente de arte del GpAyC desde 2016.
El noble austriaco recibió la Medalla de Oro Mayte Spínola en 2020. Y sigo, para que vean lo privilegiado que soy por haber conocido a tan noble señor, capaz de convocar un Simposio Internacional sobre el Agua en 2021, en Gmünd, localidad austriaca donde reside. Ante aquel simposio declaró: “Hasta ahora vivimos de la Naturaleza, a partir de ahora tenemos que ocuparnos de la Naturaleza”. Como acuicultor, el Archiduque recibió el Premio de Sostenibilidad 2022, otorgado por la Fundación OISTE.ORG, al celebrar el Día de la Tierra. La entrega tuvo lugar en Davos. Y podría seguir y seguir… porque lo admirable de verdad me lo guardo para una próxima ocasión. Ser un Habsburgo no es ninguna tontería, ni les va la tontería. Mayte Spínola posee residencias por España y también en Viena, donde gusta pasar algunas semanas al año visitando a su gran amigo y compañero, el archiduque Andrés Salvador de Habsburgo. A trabajar, que de ésta recibo.
Lo último en OkBaleares
-
Vox pide cámaras de seguridad, policías y revisores en el bus de Palma para evitar las agresiones
-
La Guardia Civil busca por toda Mallorca a los magrebíes «muy peligrosos» del atropello en Capdepera
-
Detenido un magrebí por insultar y robar a una pareja gay en Magaluf por su condición sexual
-
Detenido un marroquí en Palma por amenazar a dos personas con un cuchillo para robarles
-
Jucil se suma a las críticas a Yolanda Díaz por señalar a los agentes que no hablan catalán en Baleares
Últimas noticias
-
EEUU contra la energía solar del sudeste asiático: 3.500% de aranceles antes de arrancar la negociación
-
Detienen al padre de acogida del niño de 3 años muerto en Linares tras olvidárselo en el coche
-
La gratuidad de la educación infantil en Aragón pendiente de Pilar Alegría: el PP pide cofinanciación
-
OKDIARIO ‘caza’ a Patxi López en el escaño cotilleando al ‘influencer’ Cocituber en Instagram
-
Tragedia en Sabadell: un hombre muere aplastado por una placa de hormigón en pleno centro comercial