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MALLORCA

El alcalde independentista de Esporles a favor de acoger menas mientras los vecinos los quieren echar

No quieren que sigan alojados en el chalé con piscina donde residen por los problemas de convivencia que generan

El alcalde Josep Ferrà (Més per Mallorca) asegura que "no queremos echar a nadie, Esporles un pueblo de acogida"

El alcalde independentista de Esporles (Mallorca), Josep Ferrà, se ha mostrado a favor de acoger menas en el municipio mientras los vecinos de la urbanización de lujo de Ses Rotgetes, donde se alojan estos menores extranjeros no acompañados (menas) en un chalé con piscina, quieren echarlos por los problemas de convivencia que causan desde que se instalaron.

En declaraciones a OKDIARIO, el dirigente de Més per Mallorca ha asegurado que Esporles «es un pueblo de acogida». Sin embargo, el Ayuntamiento que dirige Ferrà ha hecho un requerimiento a la propiedad de esta construcción para conocer si los menores que se alojan en la vivienda lo hacen acorde a la normativa, cosa que todavía se desconoce, a pesar de que llevan viviendo allí varias semanas.

Se rumorea que actualmente hay una veintena de menas viviendo en las cuatro habitaciones del chalé, pero se desconoce qué edad tienen. Es por ello que el Ayuntamiento de Esporles podría abrir un expediente sancionador en caso de que el alojamiento de estos inmigrantes en un inmueble ubicado en el suelo rústico protegido de Ses Rotgetes, no esté acorde a la legalidad.

A su vez, Josep Ferrà afirma que desde el Ayuntamiento «no queremos sacar a nadie del pueblo, sólo queremos saber si esta actividad se está haciendo como toca. Esporles es un pueblo de acogida, no tenemos ningún problema en acoger menores no acompañados».

Alarma entre los vecinos de Ses Rotgetes

Sin embargo, son los propios vecinos de Ses Rotgetes los que están incómodos por la presencia de este grupo de menores no acompañados en el pueblo. Según ha podido saber OKDIARIO, este grupo de menas ya ha protagonizado diferentes actitudes incívicas tanto en el colegio de Esporles como en la propia casa donde viven.

De hecho, la Asociación de Vecinos de Ses Rotgetes han presentado varios escritos al Ayuntamiento y se han celebrado diversas reuniones con el alcalde para que se trate el tema con detenimiento, debido a los problemas de ruido que generan por la noche, momento en el que muchas veces se quedan solos en el inmueble, sin supervisión de cuidadores profesionales.

La vivienda está alquilada con dinero público a un ciudadano sueco no residente, dispone además de una piscina de grandes dimensiones, porche, una terraza y otras dependencias.

Cabe recordar que estos menas alojados en Esporles proceden de la pequeña isla de Formentera, donde llegaron de manera ilegal en patera. Sin embargo, tuvieron que ser trasladados a Mallorca por falta de espacios residenciales y de atención en la Isla Pitiusa. A pesar de residir en la mayor de las Baleares, es el Consell de Formentera gobernado por Llorenç Córdoba el que se tiene que hacer cargo del coste del cuidado de estos adolescentes, a razón de 200 euros diarios cada uno de ellos.

En concreto, es la denominada Fundación Samu, a la que el Consell de Formentera tiene asignadas estas tareas, la que se encarga de prestar servicios de primera atención a estos menores en estado de vulnerabilidad.

Las ayudas por cada ilegal que brinda el Gobierno del socialista Pedro Sánchez son de 7.200 euros al mes. A eso hay que sumarle que el IMAS (Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales) gestiona actualmente hasta 12 centros de acogida en la isla de Mallorca. Cuando PP y Vox entraron a gobernar en el Consell apenas había cinco. «Estamos al 150% de nuestra capacidad», ha denunciado en varias ocasiones el presidente de la institución insular, Llorenç Galmés.

Debido a la sobreocupación que sufren todos los centros de menas de Mallorca, todo apunta a que esta veintena de menores migrantes se quedarán en este chalé de Ses Rotgetes dada la dificultad de reubicarlos en  otra espacio. Cabe recordar que el Consell de Mallorca ha solicitado instalar tiendas de campaña en el abandonado cuartel de Son Tous de Palma ante la falta de centros sociales de acogida.