ARAGÓN

Una pelea entre inmigrantes destapa una banda criminal dedicada a la trata de temporeros en Huesca

El video viral en redes sociales de una pelea entre inmigrantes fue el detonante de la intervención en Castillonroy

Han sido socorridos 45 inmigrantes ilegales de Pakistán y Senegal en condiciones infrahumanas

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Paula Ciordia

Comienza el verano, y es frecuente la contratación de temporeros en la provincia de Huesca y Lérida, como en otras zonas de España. Sin embargo, la falta de mano de obra, está dificultando las labores de recolección, y las mafias se aprovechan de la situación vulnerable de extranjeros en situación irregular para ofrecer temporeros.

Un problema que se repite año a año y que ha desencadenado en un pueblo de Huesca, Castillonroy, el desmantelamiento de una banda criminal, donde llevan denunciado desde hace años la llegada temporeros instalados en viviendas en condiciones infrahumanas.

En este caso, el detonante fue un vídeo que se hizo viral en redes sociales el pasado junio, de una pelea en un pueblo cercano, Tamarite de Litera, entre un grupo de pakistaníes y dos senegaleses que hizo saltar las alarmas en la comarca del mismo nombre, donde uno de los senegaleses acabó hospitalizado gravemente herido.

Según ha podido saber OKDIARIO, uno de los pakistaníes de la pelea se encuentra entre los cuarto detenidos en la operación Preseco que ha llevado a cabo la Guardia Civil en Huesca, junto con diversas administraciones provinciales y comarcales, donde han desmantelado a una organización criminal dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación laboral.

Además, la Guardia Civil detuvo el pasado miércoles a tres personas más, entre las que consta un matrimonio conformado por un pakistaní y una española, que serían los líderes de la organización. Los cuarto se encuentran por este motivo desde el viernes en prisión provisional incomunicada y sin fianza.

45 temporeros explotados en Huesca

En la actuación de la Guardia Civil, además de desarticular la organización criminal, permitió dar protección a las 45 inmigrantes ilegales que estaban siendo explotados, los cuales fueron atendidos en el Puesto de la Guardia Civil de Tamarite de Litera hasta que los servicios sociales y organizaciones del tercer sector asistieron, a petición de la Unidad investigadora, encargándose de alojarlos en distintos recursos sociales de la comarca.

Fuentes próximas a Tamarite de Litera, nos indican que algunas de estas personas se encontrarían alojadas, entre otros lugares, en una casa rural en Alcampell, así como en viviendas en Altorricón y Esplús. Si bien, desde la presidencia de la Comarca, no han querido dar declaraciones al respecto.

Desde Castillonroy advierten a OKDIARIO que las peleas como la que se hizo viral en redes, «eran frecuentes» en este pequeño pueblo de Huesca, entre los temporeros que se alojaban en el pueblo. Un hecho que destacan que se producía desde hacía años por estas fechas, pero que desde el pasado año «habían aumentado el número de personas que se alojaban en el pueblo».

«Hace un par de años, venían unas 12 y 15 personas, todas de origen pakistaníes, pero este año se alojaban muchas más en dos casas. Además sorprendía su estancia como temporeros, porque este pueblo es de agricultura de secano, no es frutícola», explican desde el pueblo.

Así mismo, el Ayuntamiento socialista de este pequeño municipio de 300 habitantes habían alertado insistentemente desde el año pasado a la Guardia Civil, debido a que estas personas se alojaban en viviendas «en muy mal estado y en situaciones insalubres». Finalmente, el subdelegado del Gobierno en Huesca tomó constancia del problema ante sospechas de que se trataba de personas en estado irregular que podrían estar trabajando, y a comienzos del pasado mes de junio se inició una investigación.

El modus operandi

Los detenidos habrían creado dos Empresas de Trabajo Temporal (ETT), para facilitar temporeros a los agricultores locales de la provincia de Huesca y Lérida. De hecho, en Valencia estas personas podrían haber recibido una sanción administrativa por el Ministerio de Trabajo de 40.000 euros, por hechos similares.

Sin embargo, en Aragón se les imputa un delito de pertenencia a banda organizada, y dos delitos contra el derecho de los trabajadores y trata de seres humanos, por lo que fuentes próximas a la investigación, indican que es posible que desde la Fiscalía pidan su deportación.

Presuntamente el matrimonio y las dos personas más detenidas ofrecían bajo una supuesta legalidad, la cesión de trabajadores para la recogida de fruta a los agricultores locales de las provincias de Huesca y Lérida, tal y como informa la Guardia Civil de Huesca.

Los agentes, en el transcurso de la investigación, averiguaron que componentes de los escalones inferiores de la organización criminal, captaban en diferentes puntos del territorio nacional a sus víctimas, preferentemente de nacionalidad senegalesa y pakistaní, «aprovechando la precariedad, vulnerabilidad y estancia irregular en la que se encontraban, ofreciéndoles ofertas de trabajo en distintas campañas de recogida de fruta en España».

Así mismo, la Unidad de Policía Judicial (UOPJ) de la Comandancia de la Guardia Civil de Huesca pudo averiguar que los líderes de la organización criminal regentaban una seria de inmuebles ubicados en las localidades de Castillonroy (Huesca) y Bellvís (Lérida), en los que alojaban en condiciones infrahumanas y riesgo para su vida, a personas extranjeras en situación irregular.

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