Andalucía
Sucesos

Violan a una menor en un edificio de okupas tras ser secuestrada a punta de navaja en Huerto Paco (Huelva)

El agresor, uno de los okupas, la convenció para acercarse a él en un parque y, entonces, la arrastró hasta el edificio

Los vecinos de Huerto Paco señalan que "defender sus viviendas y pedir seguridad no debe interpretarse como racismo"

Un hombre ha ingresado en prisión tras la denuncia de una menor de 15 años que fue violada en un edificio de okupas en Huerto Paco (Huelva). El presunto autor, de 28 años, era uno de los okupas del bloque de viviendas.

Según el relato de los hechos recogido en la denuncia, la víctima se encontraba con una amiga en un parque de la barriada onubense cuando el agresor la convenció para que se acercase a él, momento en el que la arrastró hasta el edificio okupado a punta de navaja. Una vez allí, le quitó el móvil y la encerró en una habitación con un candado en la puerta.

Dentro de la estancia del edificio okupado, el hombre agredió sexualmente a la chica. Tras la violación, la familia de la víctima interpuso una denuncia en la comisaría de la Policía Nacional.

Los okupas de este edificio de la barriada de Huerto Paco son objeto de las quejas de los vecinos a diario, dado que no es la primera vez que cometen un hecho ilícito de gravedad. De hecho, las peleas en las calles entre ellos con habituales, y en ellas no sólo cruzan palabras y elevan el tono, sino que utilizan para enfrentarse físicamente objetos que pueden resultar letales.

Así lo indican los vecinos, que tildan a los okupas del edificio que fue escenario de la violación como personas «conflictivas y agresivas» que han implantado el miedo en la barriada, hasta el punto de que muchos propietarios se han planteado, incluso, abandonar sus propias casas y mudarse a otro lugar. Los okupas acostumbran a llevar encima navajas que utilizan en las peleas, en las que también acaban a botellazos, según recoge Huelva Información.

Vecinos de Huerto Paco: «No es racismo»

Así, el barrio fue también testigo de una reyerta que se saldó con el arresto de tres hombres implicados en la riña, en la que un varón fue apuñalado a la altura del cuello. También se tuvo que tapiar una de las plantas del bloque de edificios después de que se desatara un incendio en ella mientras estaba okupada ilegalmente.

Ahora, con el caso de la agresión sexual a la menor, los vecinos han vuelto a alzar la voz para verbalizar sus quejas por las okupaciones, origen de todos estos altercados que denuncian. Aclaran que «defender sus viviendas y pedir seguridad no debe interpretarse como un acto de racismo», ya que la inseguridad y la suciedad se ha apropiado de las calles. Por tanto, exigen también una mayor vigilancia en las calles como medida disuasoria para los okupas que protagonizan estas escenas.