Andalucía
Prisiones

Un preso reincidente se masturba ante una psicóloga en la cárcel de Morón: «Es que está muy buena»

Este "grave incidente" es sólo el último episodio de la "preocupante cadena de agresiones" en la prisión

Nuevo incidente en la cárcel de Sevilla II de Morón de la Frontera. Durante una entrevista profesional entre un preso y la psicóloga de la prisión, el interno ha comenzado a masturbarse mientras intentaba «desviar la conversación» hacia temas de carácter sexual. La trabajadora «reaccionó con sangre fría» y alertó de inmediato a los funcionarios.

El suceso, denunciado por Acaip-UGT, tuvo lugar este miércoles, a las 17:00 horas, en el módulo 3 del centro penitenciario. Los funcionarios, que se encontraban en la puerta del despacho garantizando la privacidad y la seguridad de la entrevista, intervinieron con rapidez y evitaron consecuencias mayores. El interno se justificó así ante los trabajadores: «Es que la psicóloga está muy buena y me pone cachondo».

El preso está condenado por un delito de agresión sexual (entre otros) y ya ha protagonizado varios incidentes de carácter sexual durante su estancia en prisión, como conductas de exhibicionismo y provocaciones sexuales a personal penitenciario. Español, ingresó por primera vez en la cárcel en 2006, y desde entonces ha estado entrando y saliendo de distintos penales, según han trasladado fuentes sindicales a OKDIARIO Andalucía.

El sindicato Acaip ha señalado en un comunicado que este «grave» episodio se suma a «una preocupante cadena de agresiones» registradas en la cárcel de Morón en los últimos meses, lo que evidencia una «escalada de violencia» en el centro.

En julio, otro preso multirreincidente (12 ingresos en prisión y un largo historial conflictivo) agredió sexualmente a otra psicóloga: se abalanzó sobre ella en su despacho y le realizó «tocamientos por todo el cuerpo» mientras forcejeaba con ella y la golpeaba para que no escapase ni pidiese auxilio. El agresor fue trasladado de prisión.

En agosto, un interno «con problemas mentales» propinó varios puñetazos a un funcionario y lo intentó estrangular abordándolo sorpresivamente por la espalda. «Tú no me vas a violar a mí, te voy a matar», le dijo. El trabajador pudo zafarse gracias a sus conocimientos en defensa personal.

Días después, un preso simuló que estaba intentando ahorcarse y cuando los funcionarios se personaron en su celda rompió la nariz a uno de ellos.

Por último, el 30 de agosto, un recluso mordió y golpeó a un trabajador penitenciario, que acabó con dos costillas rotas.

«Agresión grave» cada 15 días

Acaip denuncia «la pasividad de la dirección del establecimiento penitenciario, que minimiza los incidentes sufridos por los trabajadores y se ampara en estadísticas sesgadas». La realidad, según el sindicato, es que en la cárcel de Morón se registra «una agresión grave cada 15 días».

Días atrás, Acaip mantuvo una reunión con la dirección del centro a fin de «reclamar medidas eficaces» que garanticen la seguridad del personal penitenciario, pero la respuesta fue «insatisfactoria»: la dirección «se refugió en datos manipulados» que contabilizan «únicamente seis agresiones en el último año, calificando la mayoría como leves, incluso en casos de fracturas óseas».

Desde Acaip insisten en la necesidad de implantar botones de pánico individuales, elaborar un nuevo protocolo de agresiones y reconocer al personal penitenciario como agentes de la autoridad –entre otras medidas– en pos de la «seguridad real de la plantilla».