Andalucía

Hallan muertos en su casa de Sevilla a dos catedráticos con signos de asfixia por inhalación de humo

Los catedráticos Enrique Valdivieso González y su esposa, Carmen Martínez, han sido hallados muertos este domingo en su domicilio en la calle Mateos Gago, 21, junto a la Catedral de Sevilla. Valdivieso y Martínez presentaban signos de asfixia. Un familiar del matrimonio, de 81 y 72 años de edad respectivamente, ha alertado a Emergencias 112 en torno a las 10:30 horas tras entrar en el domicilio y ver «abundante humo». Un cargador de móvil que se encontraba enchufado pudo ser el origen de un incendio que provocó mucho humo.

Enrique Valdivieso González fue reconocido con la concesión de la medalla de Sevilla en 2017, «desaparece una figura fundamental de la historia del arte en especial, del Barroco sevillano, y un investigador inagotable que deja un legado a la que la ciudad de Sevilla siempre estará agradecido», ha concluido Sanz.

El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha lamentado el fallecimiento del catedrático emérito de Historia del Arte de la Universidad y académico de Buenas Letras, don Enrique Valdivieso González, y el de su esposa en su domicilio de Sevilla: «Decimos adiós a un gran hombre que dedicó gran parte de su labor como investigador a la pintura sevillana, tanto del período renacentista, como del barroco y los siglos XIX y XX». En este sentido, José Luis Sanz ha destacado especialmente «su dedicación a la figura del pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo, cuyo catálogo razonado de pinturas editado en 2011 es hoy guía de muchos investigadores y alumnos».

Enrique Valdivieso González destacó por sus investigaciones sobre la obra sobre Murillo, Roelas, Valdés Leal. Fue comisario en las exposiciones dedicadas a Valdés Leal en Sevilla y Madrid (1991), y a Zurbarán en Sevilla (1998).

La Policía Nacional de Sevilla investiga las causas del fallecimiento del catedrático Enrique Valdivieso y su esposa. Tras la inspección ocular, se estudia como posible causa del fallecimiento la «inhalación de humo» procedente de «un cargador de móvil que se encontraba enchufado».

El matrimonio vivía en una casa en la calle Mateos Gago, que es una de las más turísticas de Sevilla. Su domicilio se ubica cerca de la Iglesia de Santa Cruz. En su casa, tal como recuerda una placa, falleció Luis Montoto, que fue cronista de la ciudad entre finales del siglo XIX y principios del XX.