Andalucía
Crisis migratoria en Ceuta

Los guardias civiles piden a Marlaska que viaje a Marruecos para frenar el «nuevo órdago» de Mohamed VI

De momento sólo la ministra de Juventud e Infancia visitará Ceuta para comprobar la atención dispensada a los menas

"La permeabilidad de las fronteras es preocupante y está en juego la integridad de España", alerta Jucil

Tras la avalancha migratoria vivida en las últimas horas en la frontera marroquí de Ceuta, Jucil, asociación profesional mayoritaria entre los agentes de la Guardia Civil, ha instado este martes al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a viajar de forma «urgente» a Marruecos para detener el «nuevo órdago» lanzado por el país de Mohamed VI. Desde el pasado domingo, al menos 1.500 inmigrantes ilegales han intentado cruzar a nado el espigón de El Tarajal.

En el marco de una situación «insostenible», Jucil apunta en dos direcciones: primero al Gobierno de Pedro Sánchez, por permitir la «preocupante permeabilidad de nuestras fronteras marítimas», y segundo a Marruecos, por rechazar a los inmigrantes ilegales devueltos en la frontera que no son de nacionalidad marroquí.

De momento, España sólo ha anunciado la visita a Ceuta de la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, que quiere comprobar de primera mano la atención dispensada a los inmigrantes menores de edad.

Este pasado lunes, la delegada del Gobierno en Ceuta, Cristina Pérez, reconocía que la ciudad autónoma vive una situación de presión migratoria «extrema». Según afirmó en una comparecencia ante los medios, el domingo intentaron entrar ilegalmente en Ceuta alrededor de 1.500 inmigrantes. España ya ha devuelto a Marruecos a entre 400 y 500 marroquíes mayores de edad.

Fronteras débiles por «falta de apoyo»

«El flujo incesante de inmigrantes que penetran cada día a nado desde el país vecino y que arriban a la playa ceutí desborda los recursos de la Guardia Civil. Los compañeros se ven obligados a actuar como la única y última barrera entre Marruecos y España ante la falta de apoyo de las autoridades nacionales e internacionales», ha denunciado Jucil en un comunicado.

El sindicato afirma que los agentes destinados en la valla en esta «crisis migratoria» realizan a diario «un esfuerzo titánico, actuando más allá de sus responsabilidades habituales para proteger la soberanía de España que ordena la Constitución, mientras que la Administración sigue sin proporcionar el apoyo necesario».

«Es imprescindible que el Gobierno español asuma su responsabilidad y exija colaboración a las autoridades marroquíes para frenar esta situación que se ha vuelto insostenible», añade la portavoz de Jucil, Mila Cívico.

Según los testimonios de los agentes desplegados en la zona, los inmigrantes se están lanzando al agua en grupos numerosos «de hasta 200 personas» y «en condiciones extremadamente peligrosas», aprovechando la mar calmada y la falta de visibilidad por la niebla.

«Esta situación no sólo supone un riesgo para los inmigrantes, sino que también genera una presión añadida sobre los guardias civiles, que deben gestionar estas constantes avalanchas humanas con recursos limitados», añaden desde Jucil. Y las consecuencias de esta crisis, advierten, no se limitan a Ceuta: «De no abordarse con celeridad y eficacia, la situación podría repercutir en la seguridad de la península, exacerbando los desafíos logísticos y humanitarios. La permeabilidad de las fronteras marítimas es evidente y preocupante, lo que podría dar pie a un incremento de las llegadas irregulares en otros puntos de la costa española».

Otro «órdago» en el pulso político

«Esta dejadez pone en riesgo no sólo la seguridad de España», sino también la de los guardias civiles, «desbordados ante este entorno». La situación, señala Cívico, recuerda a la crisis migratoria de mayo de 2021, cuando los agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) tuvieron incluso que «rescatar a bebés del agua».

A día de hoy, «el escenario no es muy diferente»: «Nuestros compañeros están sobrepasados. Nos tememos que Marruecos ha lanzado un nuevo órdago a la Administración española, utilizando a personas desesperadas como fichas en este pulso político».

Ante esta «grave situación», Jucil reclama al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que visite Marruecos «de inmediato» y «dialogue» con las autoridades del país vecino para «detener» la crisis migratoria. «Es fundamental que se tomen medidas ahora, antes de que las consecuencias sean aún más difíciles de manejar», alerta Cívico.

«Cuando están en juego la soberanía y la integridad de España, que es lo que representan las fronteras, vemos cómo sólo anuncian la visita a Ceuta de la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, para conocer en detalle la protección de la infancia inmigrante que llega a España no acompañada por sus progenitores (menas) y, por el contrario, no hay noticias de una visita o declaraciones del titular de Interior», lamentan desde Jucil.

Entretanto, las autoridades de Marruecos «vuelven a demostrar que incumplen las normas básicas para controlar el paso de personas a Ceuta», ya que hay «total facilidad» para acceder a territorio español, pero los gendarmes marroquíes «no aceptan la devolución de los inmigrantes que, aunque han llegado desde ese país, no son nacionales». Por este motivo, Jucil apela también a la Unión Europea para que inste al Reino de Marruecos a «colaborar de una manera efectiva» en el control de la inmigración ilegal.