Andalucía

Los forenses tumban la versión de la mujer que intentó matar a su marido y alegó que fue un suicidio

Diez meses de cárcel por un presunto delito de malos tratos y 14 años de prisión por presunto asesinato en grado de tentativa. Es la petición de la Fiscalía de Málaga para la mujer que en 2019 intentó matar a su marido cortándole las venas y simuló llamar al 112 cuando éste reclamó asistencia sanitaria.

La Fiscalía de Málaga y la representación legal de la víctima han mantenido este miércoles la acusación contra la imputada, que aseguró a los investigadores que lo ocurrido respondía a un intento de suicidio de su marido. Pero los forenses han tumbado su versión. Los médicos señalan que las características de la herida no son propias de una autolesión y encajan más con la agresión de una tercera persona.

Además, el ministerio fiscal solicita el alejamiento de la acusada respecto de la víctima durante 17 años y que le indemnice con 26.190 euros por las lesiones físicas y con 10.911 euros por las secuelas; así como con 3.000 euros por el menoscabo moral sufrido. El delito de resistencia a la autoridad ha sido cambiado por un delito leve por el que se solicita una pena de multa de un mes con un cuota diaria de diez euros.

Por su parte, la acusación particular ha elevado a definitivas sus conclusiones iniciales, en las que acusa a la mujer de violencia en el ámbito familiar, solicitando dos años de cárcel; y eleva la petición de pena por la tentativa de asesinato hasta 17 años de prisión. Asimismo, pide una indemnización de unos 50.000 euros.

Detalles del suceso

Los hechos sucedieron en noviembre de 2019. La mujer estaba en el dormitorio del domicilio familiar en Rincón de la Victoria (Málaga) cuando, según el fiscal, comenzó a discutir con la víctima al haber reñido antes al hijo de ella, finalizando la pelea cuando la acusada supuestamente «golpeó por la espalda con un maletín» al hombre.

A consecuencia de esto, señala el escrito de la acusación pública, al que ha tenido acceso Europa Press, el hombre se golpeó contra la mesita de noche y se quedó aturdido en el suelo. Se levantó y se fue a descansar a otra habitación, donde la mujer fue al rato «con la intención de acabar con su vida».

Así, el ministerio fiscal sostiene que la acusada entró varias veces en la habitación y cuando le encontró dormido, supuestamente, «de manera inmediata y sin posibilidad alguna de reaccionar le seccionó la muñeca con un instrumento cortante», por lo que el hombre comenzó a sangrar y a pedir una ambulancia.

La Fiscalía relata que la mujer le realizó un vendaje y «simuló llamar a una ambulancia», siendo su intención, según el escrito, «retrasar la asistencia sanitaria» y que el hombre «se desangrara» al marcar otro número distinto al de emergencias. Finalmente, el hijo llamó, tras lo que llegaron la ambulancia y la Guardia Civil.

El hombre fue atendido primero en la casa y luego trasladado al hospital, ingresando en la UCI. Las lesiones sufridas le provocaron una parada cardiorespiratoria en el camino, lo que puso en peligro su vida. Fue dado de alta en diciembre y ha precisado tratamiento psicológico por estrés postraumático.

La mujer dijo a los investigadores que fue un intento de suicidio, lo que fue descartado al tomar declaración a la víctima. En su testimonio en el juicio de este pasado martes, la acusada mantuvo esta versión y negó que le cortara la muñeca mientras dormía, asegurando que fue ella la que le puso un vendaje para cortar la sangre.

Relató que la relación era «estupenda» hasta que se casaron, momento en el que empezaron a tener problemas de pareja, ya que las hijas de él no aceptaban el matrimonio y se fueron a vivir con su madre, por lo que él, según la procesada, aseguraba que se iba a suicidar.

La víctima, por su parte, negó el intento de suicidio y afirmó en el juicio que fue ella, relatando que durante el matrimonio sufrió malos tratos psíquicos y físicos en tres ocasiones. Su abogada considera que se trata de un intento de asesinato porque fue «un ataque sorpresivo con clara anulación de las posibilidades de defensa».

En su informe final, el fiscal ha asegurado que la declaración de la víctima es prueba suficiente y ha apuntado que «no hay ninguna hipótesis que avale el posible suicidio», aludiendo a la estabilidad emocional de la víctima. Así, ha considerado que el hombre ha tenido una declaración «coherente y sin contradicciones».

No se observa intento de suicidio

Este miércoles han declarado dos médicos forenses, quienes han defendido las conclusiones del informe emitido en su día en el que señala que la herida «es compatible con una agresión realizada por tercera personas», al existir elementos compatibles con la misma; y, aunque se pudiera inducir a pensar en una autolesión, sería por la ubicación del corte.

Así, los expertos han explicado que no se dan los elementos característicos de un intento de suicidio. Por ejemplo, no hay heridas de tanteo, pequeños cortes previos al definitivo, además de que por la profundidad, el corte se habría hecho de dentro del brazo hacia fuera, lo que es difícil de hacerse a uno mismo y se corresponde más con una agresión.

También ha declarado una psicóloga clínica que se entrevistó con la víctima y ha manifestado que tenía un gran impulso vital y que no tuvo sensación de que hubiera querido llamar la atención. Desde el principio, asegura, el hombre tenía recelos sobre su mujer. Un amigo y compañero de trabajo también ha dicho que es un hombre «muy optimista».

Asimismo, los policías que actuaron aquel día han manifestado que la mujer les pareció convincente cuando dijo que la víctima se había intentado suicidar, si bien han apuntado que cuando tomaron declaración al hombre este les dijo que vio a la mujer junto a la cama y en ese momento sintió un corte en la muñeca, sin que en ese momento hubiera nadie más en la habitación.