Andalucía
Caso ERE

La defensa de Griñán pide desoír el escrito de la Fiscalía y esperar al indulto: «No es un corrupto»

La defensa del ex presidente socialista de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán ha formalizado un escrito ante la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla solicitando desestimar el escrito de la Fiscalía Anticorrupción, que pide su ingreso inmediato en prisión por prevaricación y malversación en el caso ERE. Los abogados del ex presidente del PSOE insisten en que «no es un político corrupto» y piden esperar hasta que se resuelva el indulto del Gobierno de Sánchez.

En su escrito, recogido por Europa Press, la defensa de Griñán sostiene que «el ordenamiento jurídico previene supuestos excepcionales, como el que concurre en las presentes actuaciones, que hacen que la ejecución de la sentencia firme no deba ser ni inmediata ni automática, como parece proponer el Ministerio Público».

En concreto, la defensa del ex presidente andaluz alude a «la eventual suspensión» de la ejecución de la condena «hasta que se resuelva el indulto» solicitado al Gobierno central y hasta que «tenga respuesta el incidente de nulidad» elevado al Tribunal Supremo respecto a la sentencia de dicha instancia que desestima su recurso de casación, contra la mencionada sentencia inicial condenatoria de la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla.

«Y eventualmente, si tras la nulidad fuera interpuesto, hasta que se resuelva el recurso de amparo, mediante la previsión de la suspensión cautelar de la ejecución de las resoluciones judiciales impugnadas, de conformidad con el artículo 56.2 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional (LOTC)», agrega la defensa del socialista, esgrimiendo que «precisamente la excepcionalidad de estos supuestos exige un análisis del ‘caso concreto’, que en el dictamen del Fiscal brilla por su ausencia».

Además, y ante las menciones del escrito de la Fiscalía, defiende que Griñán «no es un político corrupto, en el sentido que se quiera dar a ese adjetivo descalificativo, incluyendo el más amplio posible», extremo que considera «notorio, conocido de todos y que difícilmente pudiera pasar desapercibido para una Fiscalía especializada, acostumbrada a conocer políticos corruptos».