Andalucía
Tribunales

Condenado a prisión por abusos sexuales a su nieta de 8 años mientras su mujer dormía la siesta

La Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz con sede en Ceuta ha condenado a un hombre a cinco años de prisión como autor de un delito continuado de abusos sexuales sobre su nieta, que en el momento de los hechos era menor de 16 años. El tribunal ha apreciado el atenuante de dilaciones indebidas.

La sentencia de la Audiencia de Cádiz considera probado que entre 2013 y 2016, cuando la niña tenía entre 8 y 11 años, su abuelastro aprovechaba los fines de semana en los que se encontraba con ella a solas en su casa para, mientras su esposa dormía la siesta, besarla en la boca y «hacerle tocamientos en sus partes íntimas». Además, el varón, que responde a las iniciales Alfonso J. C., «cogía la mano de la menor y se la introducía en el pantalón, a lo que ella reaccionaba diciendo que no quería hacer eso».

El padre del padrastro de la joven no podrá comunicarse ni acercarse a menos de 100 metros de ella, su domicilio o los lugares que frecuente durante 15 años, tendrá que indemnizarla con 25.000 euros y no podrá beneficiarse de la suspensión condicional de su entrada en prisión.

El individuo ha sido absuelto, sin embargo, de la imputación que pedían la Fiscalía y la acusación particular del mismo delito en su modalidad de acceso carnal con introducción de miembros corporales.

Según el testimonio de la víctima, cuando se quedaban solos en el salón de su casa para ver tal tele, su abuelastro le pedía que se pusiera encima de él con el propósito de besarla en la boca (extremo que el acusado ha reconocido), cogerle la mano y metérsela en el pantalón pese a su rechazo. La sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, señala que en una ocasión tiró a la niña al suelo al regresar su mujer desde la habitación en la que descansaba, aunque ésta «pasó de largo» y «le dijo que si se lo contaba a sus padres no le iban a creer».

Solamente cuando trascendió públicamente la existencia de un caso similar de abusos sexuales en un colegio público de Ceuta la niña se convenció de que lo que le hacía «no era normal», por lo que se lo contó a su madre y a su padrastro.

La Audiencia ha tildado de «contundente, serio, coherente y seguro» el testimonio de la víctima, que no ha considerado tergiversado por la «conflictividad» generada en su familia por la denuncia formulada ni por las «desavenencias» existentes entre su madre, su padrastro y parte de su entorno. De hecho, la Sala valora que nunca hablase de que también se le introducían dedos en la vagina o el ano, algo que «sí puede ser producto de la imaginación de la madre» por su «animadversión» hacia sus suegros.