Casi 100 vecinos desalojados por la crecida del río Guadalete: «Esto se veía venir»

La crecida del río Guadalete a su paso por Jerez de la Frontera, en la provincia de Cádiz, ha desatado una emergencia que ha obligado al desalojo de numerosos vecinos de las barriadas rurales cercanas a su ribera. En lugares como La Corta, los habitantes lo tenían claro: «Esto se veía venir», asegura Patricia, una vecina desalojada que ya tenía preparada su maleta ante el temor de lo inevitable. Las fuertes lluvias y el aumento del caudal, que ha superado los cinco metros activando la alerta naranja, han puesto en jaque a las zonas más vulnerables, trayendo consigo recuerdos traumáticos de desastres como el de Valencia.

Desde el pasado lunes 10 de marzo, la alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, alertó sobre la situación del Guadalete, que llegó a registrar un caudal de 4,7 metros, rozando el umbral crítico. Sin embargo, fue ayer cuando, tras las intensas precipitaciones y el aporte de agua de sus afluentes, el río desbordó esa cota, desencadenando la respuesta de las autoridades. La Junta de Andalucía, en coordinación con el Ayuntamiento, ha ordenado el desalojo en barriadas como La Corta, La Graduela, El Portal, La Ina y Las Pachecas, afectando a decenas de familias.

Patricia, vecina de La Corta, relata con angustia su experiencia: «Desde que pasó lo de Valencia, tenemos mucho miedo. Cuando empieza a llover, me pongo de los nervios». Aunque el Ayuntamiento ofreció recursos de alojamiento, ella prefirió refugiarse en casa de su hijo, un gesto que refleja la incertidumbre que vive la población. En Las Pachecas, el desalojo comenzó a las 2:00 de la madrugada, impulsado por la delegada de Alcaldía, Pepi Romero, quien destacó la dificultad de convencer a los vecinos, especialmente a personas mayores que conocen el comportamiento del río. «Hay muchas personas mayores que saben hasta dónde puede llegar el agua. Están recogiendo sus cosas de valor porque por lo visto va a ser», explica Romero.

La situación ha reavivado el miedo tras la DANA de Valencia en octubre de 2024, que también llevó al desalojo de unas 200 personas en Jerez durante una noche de alerta naranja. En aquella ocasión, el Guadalete recuperó su cauce tras cesar las lluvias, pero ahora el panorama es más sombrío. Con un caudal actual de 5,37 metros y la previsión de más precipitaciones, las escorrentías de los tres arroyos que nutren el río mantienen en vilo a las autoridades. El consejero de Presidencia, Antonio Sanz, advirtió esta mañana que los arroyos «van cargados» de agua, lo que podría agravar la situación.

Mari Luz, otra vecina desalojada, vivió momentos de tensión cuando, a las 2:30 de la madrugada, agentes de Protección Civil la urgieron a abandonar su casa con su hijo, quien padece autismo. En la prisa, perdió a su perro, que escapó sin que pudiera encontrarlo. «Vamos a salvarle la vida a usted y al niño, el perro ya aparecerá», le dijeron los agentes mientras la trasladaban a una zona segura. «El niño estaba extrañado, no conseguí dormirlo. Yo por dentro estaba con una ansiedad terrible», confiesa Mari Luz, que ignora cuándo podrá regresar y qué encontrará al hacerlo.

Hasta las 9:00 de este jueves, 84 personas habían sido desalojadas, aunque la cifra podría ascender a 200 si el Guadalete sigue desbordándose. Nueve vecinos han solicitado refugio en las instalaciones de Cáritas de El Portal, mientras que los desalojos se distribuyen entre El Portal (10 personas), Las Pachecas (37) y La Corta (28). A pesar de la ayuda municipal, los vecinos desalojados, según Romero, están «más tranquilos» tras una noche de miedo, pero la incertidumbre persiste. En un contexto donde «no sabes por dónde va a entrar el agua ni si vas a poder salir», como asegura la delegada, salvar la vida se convierte en la prioridad, dejando atrás posesiones que, tras lo visto en Valencia, saben que pueden reemplazarse.