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Iluminación

Cómo iluminar un dormitorio infantil

La iluminación es especialmente importante en las habitaciones donde hay niños

La iluminación es fundamental en cualquier estancia del hogar, y siempre hay que intentar sacarle el máximo partido a la natural para recurrir lo menos posible a la artificial. Iluminar un dormitorio infantil de manera correcta es muy importante ya que los más pequeños necesitan ver bien para jugar o estudiar.

Una iluminación adecuada hará que los niños se sientan más cómodos y felices en sus dormitorios, y hay que hacer todo lo posible por ofrecerles el mejor ambiente en cada caso.

Consejos para iluminar un dormitorio infantil

  1. Luz natural: la primera premisa es que tienes que aprovechar al máximo la luz natural, y potenciarla todo lo que sea posible. Elige tejidos translúcidos para las cortinas y no bloquees el paso de la luz con muebles ni con ningún otro objeto. Lógicamente, sí debe haber una persiana o protección para que por las noches esté oscuro y los niños duerman mejor.
  2. Colores: los colores claros son de gran ayuda para potenciar la luz natural, así que utiliza esos tonos para decorar la habitación, al menos en paredes y muebles. Deja los colores más llamativos para pequeños detalles como alfombras, cortinas o cojines, por ejemplo.
  3. Iluminación general: instala un punto de luz general, como una lámpara colgante en el medio de la habitación para que la ilumine por completo. También puedes poner varios focos que apunten a diferentes zonas de la habitación para obtener una iluminación uniforme.
  4. Iluminación puntual: es también muy importante que haya algún punto de luz puntual, la cantidad puede variar según las necesidades de cada uno. Así, si tiene escritorio, deberá tener una lámpara o foco ahí, otra en la mesilla de noche… puntos de luz pequeños que alumbren una zona específica.
  5. Luces led: son la mejor opción hoy en día, la más sostenible y a largo plazo también la más barata, ya que aunque son más caras que las normales, durarán mucho más tiempo y el consumo energético será menor. Además, no emiten calor, por lo que son más seguras y resistentes para los niños.