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Inmigración ilegal

Canarias recibe 2.077 inmigrantes ilegales en sólo un mes desde la alerta por las nuevas cepas

La llegada masiva de irregulares del primer mes del año pone a Canarias al borde del colapso.

  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

En los últimos 13 meses han llegado a Canarias cerca de 25.000 personas de forma ilegal. Y esas son las cifras oficiales, ya que fuentes especializadas en el tránsito ilegal de personas afirman que la cifra oscura puede hacer fácilmente que la realidad se acerque a los 30.000 inmigrantes ilegales. La diferencia de esta ola de llegadas ilegales es que se están concentrando en su mayoría en el sur de la isla de Gran Canaria, donde fuentes policiales constatan un incremento de intervenciones en hechos protagonizados por este colectivo, un creciente rechazo social a su presencia y graves problemas de atención sociosanitaria para ese incremento inesperado de población.

Si el Gobierno de España está haciendo algo para tratar de reducir la llegada masiva de inmigrantes a través del mar por las Islas Canarias sus esfuerzos se están revelando como absolutamente inútiles a la luz de los datos a los que ha tenido acceso OKDIARIO. El primer mes de 2021 ha dejado un saldo de 2.077 inmigrantes ilegales llegados a las Islas Canarias. El año pasado fueron 720 los que llegaron en enero. La cifra es escandalosamente alta y ofrece una proyección en el tiempo de 30.000 llegadas durante el presente año si el ritmo no afloja.

Pero lo que más sorprende a los expertos en la persecución de este tránsito ilegal de seres humanos es que la cifra de llegadas no sólo no ha menguado, sino que se ha mantenido en uno de los peores meses del año para realizar travesías desde el continente africano. Las fuentes consultadas por este diario temen que si no se toman las medidas oportunas, la mejoría del tiempo cuando llegue primavera haga que se disparen estas cifras muy altas para el estado de la mar en esta época. Para colmo, este tránsito tan elevado se está manteniendo inmutable pese a que enero ha sido el mes en el que mayor número de nuevas cepas de Covid se han anunciado en el mundo. Estas variantes de la enfermedad han llevado a decenas de países a modificar sus normas de acceso fronterizo y a aumentar la vigilancia de cara al ingreso irregular de personas. Si algo similar se ha hecho en España brilla por su ausencia ante los resultados percibidos.

Islas saturadas

Mientras se cierran fronteras con Portugal, Francia hace lo propio con los pasos por los Pirineos o Inglaterra exige pruebas y cuarentenas para entrar en su país, en Canarias se multiplica la población de personas recién llegadas a las Islas por mar, lo que está provocando la reacción de determinados sectores de la ciudadanía. El barrio que mejor ejemplifica este descontento es el de Las Rehoyas, barrio humilde del sur de Gran Canaria que ha sufrido varios incidentes en los que de una manera u otra ha habido inmigrantes ilegales involucrados.

Por otro lado, las plazas previstas por el Gobierno a través del Ministerio de Migraciones son limitadas y ya se están encontrando asentamientos de personas que han llegado de manera ilegal a Gran Canaria aprovechando descampados y construcciones deshabitadas u obras abandonadas. Estas situaciones son peligrosas para los propios inmigrantes y para la población general primero desde un punto de vista sanitario y también desde un prisma de seguridad ciudadana.

Fuentes policiales que operan en el sur de la Isla de Gran Canaria confirman a este diario el incremento de intervenciones en las que los inmigrantes ilegales aparecen de una manera u otra. Estos hechos han ido evolucionando con el paso de los meses. Se ha pasado de una paz social razonable pese a la llegada masiva de personas a tener campamentos y hoteles saturados en los que comenzaron los roces entre los propios inmigrantes, se pasó a registrar incidentes con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y se llegó a los altercados con ciudadanos del sus de la isla y delitos contra el patrimonio. En este punto es raro el día en el que en Gran Canaria no se levanten una docena de actas policiales por reyertas, robos o altercados de este tipo.

Una de las barriadas que más ha sentido esta presión se ha manifestado ya varias veces y han salido a las calles con consignas contra la gestión gubernamental de la ola migratoria del archipiélago. En la barriada de Las Rehoyas ya se han registrado graves incidentes, como el intento de linchamiento a un inmigrante por el apuñalamiento de un vecino. 40 policías más en la calle es lo que por el momento ha puesto la Delegación del Gobierno como dique de contención en las calles. ¿Y si en febrero llegan 2.000 inmigrantes ilegales más? Esa es la letanía de los habitantes de una isla hace tiempo superada por la situación que genera un aumento tan rápido de habitantes a través de la inmigración ilegal.