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Éste es el pueblo más bonito de España: lo dice la Organización Mundial del Turismo

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Cantavieja, un pequeño pueblo en la comarca del Maestrazgo, Teruel, ha sido reconocido por la Organización Mundial del Turismo (OMT) como el pueblo más bonito de España. Rodeado de montañas y con un impresionante entorno natural, su arquitectura medieval y las historias que encierran sus calles empedradas lo convierten en un destino clave para el turismo histórico y cultural. Su Plaza Porticada es el corazón del pueblo, donde se encuentra la Iglesia de la Asunción, de estilo barroco, que junto a su torre, representa uno de los puntos históricos más importantes de la región.

En cuanto a su historia, Cantavieja ha sido testigo de importantes acontecimientos, desde los tiempos de los templarios en la Edad Media hasta las Guerras Carlistas del siglo XIX. Durante éste último periodo, el pueblo se convirtió en un bastión militar bajo el mando de Ramón Cabrera, «El Tigre del Maestrazgo», y fue sede de la Comandancia General del Maestrazgo. Aunque el castillo quedó en ruinas tras la toma del pueblo en 1840, sigue siendo un símbolo de la resistencia local y un atractivo turístico que recuerda su agitado pasado militar.

Cantavieja, el pueblo más bonito de España

Situada en la comarca del Maestrazgo, en la provincia de Teruel, Cantavieja destaca por su increíble fusión de historia, arquitectura medieval y belleza natural. Considerada uno de los pueblos más hermosos de España por la Organización Mundial del Turismo (OMT), éste pintoresco lugar ha sido escenario de eventos históricos clave que han dejado una huella profunda en su cultura y su entorno.

Historia

La historia de Cantavieja, en Teruel, se remonta a la Edad Media, cuando fue controlada por la Orden del Temple, que construyó fortificaciones como su castillo y murallas. Durante el siglo XIII, la localidad se consolidó como un importante centro militar y religioso, aprovechando su ubicación estratégica en lo alto de una meseta.

Tras la disolución de los templarios en el siglo XIV, pasó a formar parte de la Corona de Aragón. En el siglo XIX, durante la Primera Guerra Carlista, Cantavieja fue un bastión clave bajo el liderazgo de Ramón Cabrera, «El Tigre del Maestrazgo». A pesar de las defensas reforzadas, en 1840 las tropas liberales tomaron la localidad.

Lugares de interés

Cantavieja, en Teruel, es un destino ideal para los amantes de la historia, la arquitectura y la naturaleza. Su Plaza Porticada es el centro de la vida social, rodeada de edificios históricos como la Casa Consistorial y el Hospital de San Roque, que evocan la esencia de la arquitectura medieval aragonesa.

Junto a la plaza, destaca la Iglesia de la Asunción, un templo barroco con una imponente torre. En su interior, alberga objetos históricos como un reloj de pesos y una vajilla usada por peregrinos del cercano Santuario de San Juan del Barranco. Asimismo, el Castillo de Cantavieja, aunque en ruinas, es otro de sus atractivos. Construido por los templarios y reforzado durante las Guerras Carlistas, ofrece vistas espectaculares del valle desde lo alto de sus murallas.

Cantavieja también es ideal para los amantes del senderismo, con varias rutas que parten del pueblo. Una de las más populares sigue el curso del río Cantavieja, pasando por cascadas y paisajes fluviales. El Mirador de la Tarayuela es un excelente punto para disfrutar de vistas panorámicas del entorno montañoso.

Por último, el Museo de las Guerras Carlistas, situado en la antigua Casa Consistorial, alberga documentos y objetos que muestran el importante papel de la localidad en las Guerras Carlistas.

Gastronomía

La gastronomía de Cantavieja es un reflejo auténtico de su tradición rural y montañosa, con productos locales y recetas transmitidas de generación en generación. Uno de sus ingredientes más destacados es la trufa negra, un hongo preciado que se integra en guisos, carnes y platos con huevos, aportando un sabor sofisticado. Durante la temporada de trufa, los restaurantes de la zona preparan menús especiales centrados en este ingrediente.

Otro plato típico son las migas aragonesas, elaboradas con pan, ajo y panceta. En Cantavieja, suelen acompañarse de uvas o sardinas, creando una mezcla perfecta entre lo salado y lo dulce. Por su parte, el cordero asado, cocinado lentamente en horno de leña, es un plato emblemático de la gastronomía local, debido a su sabor tierno y jugoso.

Además, el jamón de Teruel es una joya de la cocina de la región, con Denominación de Origen, famoso por su sabor suave y textura delicada, siendo protagonista tanto en aperitivos como en platos principales.

Para finalizar una comida en Cantavieja, los postres tradicionales son imprescindibles. Las tortas de alma, rellenas de calabaza y especias, y los pasteles de calabaza, típicos en las festividades, son algunos de los dulces que resaltan en el recetario local, junto a los suspiros y los mantecados.

En resumen, Cantavieja, el pueblo más bonito de España no sólo destaca por su historia y paisajes, sino también por una cocina que seduce con sus sabores tradicionales y auténticos.