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El otro Benidorm, no todo son aglomeraciones

Ni Madrid ni Salamanca: la plaza Mayor más grande de España está en un fotogénico pueblecito castellano

De lejos parece una fábrica, pero este remoto santuario mariano es uno de los lugares más visitados de Aragón

Es probable que a cualquier viajero le resulte agobiante el ambiente de Benidorm en verano. Sus playas se colapsan, hay miles de personas, los restaurantes no dan de sí. Esa amalgama de rascacielos se llena de veraneantes que quieren precisamente eso: playa y fiesta; juerga y familia. ¿Pero y si el viajero da con sus huesos en Benidorm y no quiere nada de ello? Pues ha de saber que hay rincones mucho más acogedores y tranquilos.

El otro Benidorm

Más allá de las populares playas de Levante y Poniente, hay otras calas menos conocidas. Una de ellas es la cala del Tío Ximo, ubicada entre acantilados escarpados en la costa norte, al pie de la Sierra Helada. Esta cala de 60 metros es muy apropiada para practicar snorkel, ya que sus aguas claras permiten ver los fondos rocosos..

Asimismo, la cala de la Almadrava  es de arena de grano fino. Sus aguas son tranquilas y transparentes, y también se halla a los pies de la Sierra Helada. Es, por lo tanto, ideal para el descanso, para el baño y el buceo. Su longitud es de 100 metros.

En tercer lugar, la cala Mal Pas separa las dos grandes playas de Poniente y Levante. Está entre la Punta Canfali y el puerto, justo frente a La I’Illa de Benidorm que tiene La Llosa, una plataforma sumergida y una reserva marina con unos fondos excelentes. La playita tiene 120 metros de largo y la Bandera Azul desde 1987.

Las fuentes del Algar

En Benidorm no todo son playas. El viajero puede darse un baño en agua dulce, concretamente en unas piscinas naturales. A 15 Km. de la localidad y a 3 de Callosa d’en Sarriá están Las Fuentes del Algar.

Las Fuentes del Algar están declaradas Zona Húmeda Protegida. Hay un circuito de 1,5 Km. que discurre a lo largo del río Algar. En ese recorrido se pueden admirar cascadas, fuentes y manantiales que brotan de las piedras. Sin duda, merece la pena huir del bullicio de Benidorm para disfrutar del entorno. El precio de la visita es de 4 euros para adultos, 3 euros para jubilados y estudiantes y 2 euros para niños de 4 a 10 años. Se puede acudir en horario de 9:00 a 20:00 horas.