Tecnología
gadgets

Todo lo que debes saber antes de comprar un mini PC

  • Nacho Grosso
  • Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios de difusión y blogs en español.

Un mini PC es un ordenador de tamaño reducido que concentra en un chasis compacto todo lo necesario para el día a día: procesador, memoria RAM, almacenamiento y conectividad. Su popularidad ha crecido en los últimos años gracias a que combina potencia suficiente para la mayoría de tareas con un consumo energético más bajo y un diseño mucho más fácil de integrar en cualquier escritorio o salón. Estos equipos resultan especialmente atractivos para quienes buscan un ordenador discreto, que apenas ocupe espacio y que pueda conectarse a una pantalla externa, ya sea para teletrabajo, uso doméstico o entretenimiento.

Ventajas de un mini PC

El tamaño compacto es la característica más evidente, pero no la única. Al ser equipos silenciosos y de bajo consumo, los mini PC resultan ideales para oficinas pequeñas o espacios reducidos. Además, son más económicos que un ordenador de sobremesa completo con monitor, teclado y periféricos, ya que puedes elegir los accesorios que mejor se adapten a ti.

Otra ventaja es la versatilidad. Puedes utilizarlos como centro multimedia en el salón, como herramienta de estudio para tus hijos, como equipo de teletrabajo o incluso como servidor personal para tareas específicas. Si ya cuentas con pantalla, y accesorios, heredados de otro equipo, es la solución más indicada.

En qué fijarse antes de comprar uno

El procesador es la pieza clave de cualquier mini PC. Hoy en día, los fabricantes apuestan por dos grandes familias: Intel y AMD.

Foto: Nacho Grosso

La memoria RAM también marca la diferencia.

En cuanto al almacenamiento, los mini PC actuales ya incorpora unidades SSD, mucho más rápidas que los antiguos discos duros.

Mini PC o portátil: qué conviene más

Una duda habitual es si merece más la pena comprar un mini PC o un portátil. La respuesta depende del perfil de usuario. Si necesitas movilidad diaria, el portátil es insustituible. Pero si trabajas o estudias siempre en el mismo lugar, el mini PC es más práctico: ofrece mejor rendimiento por precio, ocupa menos y permite elegir tu propia pantalla y periféricos. De hecho, muchos usuarios combinan ambas opciones: un portátil para viajes y desplazamientos, y un mini PC en casa para trabajar con mayor comodidad.

Cuándo merece la pena dar el salto

Comprar un mini PC merece la pena si quieres un ordenador discreto, con buena relación calidad-precio y adaptado a tus necesidades concretas. Hoy existen modelos preparados tanto para ofimática sencilla como para diseño gráfico, edición o incluso gaming ligero. Además, su tamaño reducido permite colocarlos detrás del monitor o en espacios donde un sobremesa convencional sería inviable.