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¿Te acuerdas de los casetes? 10 curiosidades de un formato que no desaparece

  • Nacho Grosso
  • Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios de difusión y blogs en español.

No me canso de repetir que el mundo digital está plagado de ventajas. Por ejemplo, plataformas como Apple Music o Spotify ponen en nuestro dispositivo millones de canciones con una calidad de sonido impresionante. Sin embargo, no hay que echar la lista atrás demasiado tiempo para recordar cómo eran los casetes. De hecho, probablemente tendrás en casa todavía alguno de ellos. Es el momento de recordar como este pequeño elemento de plástico fue capaz de escribir con letras de oro la música de más de una generación. Conoce 10 curiosidades de los casetes que probablemente no sabías.

Tiene 64 años

El casete fue inventado por Philips en 1962 en Bélgica. Inicialmente destinado a grabaciones de voz, pronto se convirtió en un medio popular para la música gracias a su tamaño compacto y su facilidad de uso, además de por su bajo precio.

Diseño compacto

A diferencia de los voluminosos discos de vinilo y los carretes abiertos de cinta magnética, los casetes eran pequeños y portátiles. Esto los hizo ideales para el uso personal y los convirtió en un accesorio indispensable para los viajes en coche. También es preciso recordar como había un top ten de ventas de casetes de gasolineras.

 

Duración de la cinta

Las cintas de casete venían en varias duraciones, siendo las más comunes las de 60, 90 y 120 minutos. Las cintas de mayor duración eran más delgadas y tendían a romperse más fácilmente, pero ofrecían más tiempo de reproducción.

Revolución del mix

Los casetes permitieron a los usuarios crear sus propios mix grabando sus canciones favoritas de la radio o de otros casetes y LPs. Esto fue un precursor de las listas de reproducción digitales y una forma popular de compartir música con amigos, además de poder llevártela a cualquier lugar, si era de los afortunados que tenía un reproductor portátil, tal y como veremos ahora.

Walkman de Sony

La introducción del Walkman de Sony en 1979 fue un hito importante que popularizó aún más los casetes. Este reproductor portátil permitía a los usuarios llevar su música a todas partes, revolucionando la forma en que la gente escuchaba música. Las últimas generaciones de Walkman eran auténticas maravillas, y tenían la posibilidad de reproducir música, mediante pilas o conectados a la corriente eléctrica.

Calidad de sonido

Aunque los casetes eran muy populares, la calidad de sonido no era tan alta como la de los discos de vinilo o los CDs. El desgaste de la cinta y los cabezales de los reproductores afectaban la calidad del audio con el tiempo, pero muchos aficionados apreciaban el sonido analógico. ¿quién no ha tratado de mejorar la calidad de sonido limpiando los cabezales con un hisopo de algodón mojado alcohol?

Rebobinado manual

Una práctica común era usar un bolígrafo o lápiz para rebobinar manualmente las cintas, lo que ayudaba a ahorrar pilasen los reproductores portátiles. Este acto se ha convertido en un icono nostálgico del uso de casetes. De hecho, los niños de hoy en día no saben relacionar la imagen de un bolígrafo y de una cinta de casete, es más, no sabe directamente qué es esto último.

Cultura del lado B

Las cintas de casete tenían dos lados, A y B, lo que requería que el usuario les diesen la vuelta para escuchar el otro lado. Esto a menudo fomentaba la creatividad en los álbumes, con los artistas aprovechando los dos lados para contar historias o presentar diferentes temas. También, cuando hacíamos nuestras propias grabaciones, podíamos elegir un lado con canciones marchosa y otras algo más románticas o lentas.

Codificación y sistemas de reducción de ruido

Para mejorar la calidad del sonido, se desarrollaron sistemas como Dolby B, C y S, que reducían el ruido de fondo y mejoraban la fidelidad del audio, haciendo que la música grabada en casete fuera más agradable de escuchar. igualmente, si comprabas cintas para realizar tus propias grabaciones, las había incorporaban, hierro o cromo para, supuestamente, mejorar la calidad de aquello que grabamos y evitar un desgaste mayor.

Renacimiento moderno

Aunque los casetes cayeron en desuso con la llegada de los CDs, han experimentado un renacimiento en los últimos años. Algunas bandas y sellos discográficos han lanzado ediciones limitadas en casete como una forma de nostalgia y coleccionismo, atrayendo tanto a viejos fans como a nuevas generaciones. Un ejemplo lo tenemos en el último disco de Mark Knopfler, sacado a la venta el 12 de abril y que también puedes comprar en este formato.

Los casetes han demostrado ser más que una simple reliquia del pasado. Su capacidad para sacarnos una sonrisa y evocar tiempos pasados es una realidad. Probablemente todavía tengas casetes en tu coche y los reproduzcas de vez en cuando, es una manera de tener una conexión tangible con la música.