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De China a Europa: el viaje que hace tu móvil antes de llegar a tus manos

  • Nacho Grosso
  • Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios de difusión y blogs en español.

La mayor parte de los móviles que usamos se fabrican en China, sobre todo en ciudades como Shenzhen o Zhengzhou, conocidas como el “iPhone City” por la enorme concentración de fábricas. Allí trabajan gigantes como Foxconn, Pegatron o BYD, que se encargan del ensamblaje de las piezas: procesadores, memorias, pantallas, cámaras y baterías. El tiempo de fabricación de un móvil varía según el modelo y la demanda, pero en líneas generales, un dispositivo puede estar listo en una o dos semanas, desde la llegada de componentes hasta la finalización de las pruebas de calidad.

El embalaje y salida de fábrica

Una vez ensamblados, los smartphones pasan controles de calidad muy estrictos, se empaquetan y se preparan para su exportación. En este punto se organizan los lotes y palets que viajarán hacia diferentes mercados. El embalaje suele incluir protecciones especiales y trazabilidad digital para saber en todo momento dónde se encuentra cada envío.

Shenzen- Foto: Unsplash

Transporte hacia Europa

Existen dos grandes rutas para el transporte: la aérea y la marítima.

En algunos casos, se combinan ambas opciones: se envían las primeras unidades por aire y el grueso del stock por barco.

Distribución en Europa

Una vez en Europa, los móviles llegan a centros logísticos ubicados en países como Países Bajos, Alemania o Polonia. Desde allí se redistribuyen hacia cada mercado, ya sea a mayoristas, tiendas físicas o almacenes de Amazon y otras plataformas online. Este proceso de distribución interna puede tardar entre 3 y 7 días adicionales.

Foto: Unsplash

El tiempo total hasta la tienda

En condiciones normales, un móvil puede tardar entre 4 y 8 semanas desde que comienza a fabricarse en China hasta que se encuentra disponible en una tienda europea. Si se prioriza transporte aéreo, el plazo se reduce considerablemente, pero el coste para la marca es mucho mayor.

Por eso, cuando se produce un lanzamiento global como el de un iPhone o un Samsung Galaxy, el proceso logístico está planificado al detalle con meses de antelación. Así se garantiza que todos los países reciban stock el mismo día, aunque detrás haya un complejo engranaje de fábricas, aviones, barcos y almacenes.