Sucesos
TRIPLE CRIMEN MORATA DE TAJUÑA

El asesino de Morata de Tajuña mata a su compañero de celda con una mancuerna tras una partida de ajedrez

La víctima, compañero de celda del asesino de Morata, le había cortado los pezones a su pareja en un caso de violencia de género

El asesino de Morata de Tajuña, el pakistaní Dilawar Hussein, se ha cobrado su cuarta víctima mortal

El asesino de Morata de Tajuña, el pakistaní Dilawar Hussein, se ha cobrado su cuarta víctima mortal. Esta madrugada, tras una partida de ajedrez, ha asesinado a su compañero de celda golpeándole en la cabeza con una mancuerna de fabricación casera. La víctima, un preso del Este de Europa condenado por violencia de género, reyertas y robos, era su «preso sombra» o de confianza. Es decir, era el encargado de vigilar que el pakistaní no se autolesionara y se adaptara sin problemas a la cárcel.

Los hechos han tenido lugar esta madrugada, entre las 03:00 y las 04:00 horas de este jueves en el módulo 12 de la prisión de Madrid VII en Estremera. Se trata de una zona de cárcel donde se alojan más de 70 presos, los más conflictivos de la prisión y los que penan por condenas más graves, la mayoría por delitos violentos contra las personas.

Un funcionario se ha encontrado con la escena y ha avisado rápidamente a la Guardia Civil que ha procedido a precintar la celda. Ahora hay que averiguar cómo es posible que el preso tuviera una pesa o mancuerna de fabricación casera.

Le cortó los pezones a su pareja

La víctima, Asenov B., un ciudadano del Este de Europa, estaba en la cárcel por un caso de violencia de género durante el que supuestamente agredió a su pareja de forma salvaje.

El compañero de celda del pakistaní, fue acusado de cortarle los pezones a la mujer con la que convivía. Ambos mantenían una buena relación, de hecho pasaban las horas jugando al ajedrez en su celda.

Y precisamente fue eso, una partida de ajedrez, lo último que hicieron juntos antes de que se descubriera el horrendo crimen.

Ahora los equipos de criminalística de la Guardia Civil están examinando su celda de ese módulo 12 de la prisión de Extremera, y el pakistaní se encuentra en dependencias policiales para tomarle declaración.

Mató a los tres hermanos de Morata

Dilawar, el asesino del triple crimen de Morata de Tajuña, se negó a declarar y a colaborar con la investigación del triple crimen de los hermanos. Tras presentarse en el cuartel de Arganda del Rey y contarle a los agentes que en diciembre del año pasado asesinó a golpes a los tres hermanos de Morata de Tajuña porque le debían 60.000 euros, el pakistaní se negó a abrir más la boca formalmente y a colaborar con los agentes en el esclarecimiento del crimen. Los investigadores ya dudaban de su relato y de la estabilidad mental del detenido.

Dilawar, de origen pakistaní y DNI español, se presentó a las 00:30 horas del lunes 22 de enero en el cuartel de la Guardia Civil de Arganda del Rey diciendo: «Soy el que ha matado a los tres hermanos de Morata». 

El asesino continuó relatando que les había matado porque le arruinaron. «Me debían 60.000 euros», dijo. Dilawar les había prestado 30.000 euros con la promesa de que los hermanos le devolverían el doble. Lo que no sabía es que los hermanos estaban totalmente arruinados por una estafa amorosa en la que estaban enredados desde hacía siete años.

La estafa amorosa de las hermanas

Amelia, Pepe y Ángeles, los hermanos de Morata de Tajuña víctimas del asesino, sufrían una estafa amorosa que les dejó en la ruina. Esa situación les empujó a pedir préstamos que no habían devuelto y que podrían estar relacionados con su brutal asesinato y la quema de sus cuerpos para borrar las huellas del triple crimen.

Las dos hermanas, de alrededor de 70 años, entablaron una relación sentimental con dos falsos capitanes del ejército de EEUU destinados en Afganistán a los que entregaron 400.000 euros a cambio de cobrar una herencia de 7 millones de dólares.

Durante ocho años, los tres hermanos de Morata de Tajuña entregaron a los estafadores todo el dinero que fueron capaces de reunir. Vendieron su casa familiar en el distrito madrileño de Ciudad Lineal y pasaron de una vida acomodada a sufrir penurias económicas, sin dinero para comprar ropa o comida.

En algún momento, conocieron al detenido que se dedicaba al envío de dinero al extranjero desde su locutorio y acabaron alojándole en su casa de Morata de Tajuña durante meses, hasta que en febrero de 2023 atacó a Amelia a martillazos en la cabeza. Tras el juicio de septiembre de 2023, en el que consiguió un pacto para no cumplir en prisión la sentencia de dos años de cárcel, el detenido tenía una orden judicial de alejamiento de 500 metros de sus víctimas. Sin embargo, sólo tres meses después regresó y acabó con sus vidas.

Tras la detención del pakistaní acusado del asesinato, éste reconoció de forma general los hechos ante el juez, añadiendo que los había matado a golpes con una barra de hierro. Un triple crimen muy similar al que ha cometido ahora con su compañero de celda en la prisión de Estremera.