Sociedad

La Policía sigue la pista a una banda latina por la granada en un centro de menas

La Policía está teniendo serias dificultades para dar con el individuo que abandonó una granada y un paquete de metralla en un centro de menas de Hortaleza (Madrid). Las cámaras de vídeo que hay en el perímetro y los perros no han ofrecido pistas. Una de las líneas que se investiga apunta a una banda latina que ha tenido problemas con varios internos del centro en las últimas semanas.

Las peleas entre los menores extranjeros tutelados que residen en el centro de Hortaleza y miembros de bandas latinas son cada vez más habituales en este barrio madrileño. Esta semana, Hortaleza volvía a ocupar portadas después de que apareciese una granada -inerte- junto a un paquete de tornillería en una cancha de fútbol de este centro.

La Policía, que tuvo que desplegar un equipo de los Tedax para inutilizar del todo la granada y asegurarse de que se encontraba inutilizada, inició una investigación que hasta el momento no ha conducido a ninguna pista fiable sobre la autoría de este incidente.

Con el terreno ya despejado de la amenaza del explosivo, guías caninos desplegaron perros para tratar de encontrar un rastro olorífico en la zona que condujese a algún sospechosos. No obtuvieron ninguna pista.Tampoco ofrecieron pistas las cámaras de videovigilancia que se encuentran en el perímetro del centro de menas. No ha quedado reflejado en el metraje ningún salto de la valla ni entrada no registrada de personas a las instalaciones.

Bandas latinas

Sin embargo, con los datos que sin han podido obtener tras hablar con el personal del centro y con algunos de los menores, los investigadores han trazado varias líneas de investigación. La principal de todas, y que refrendarían algunos hechos ocurrido hace semanas, apunta a la posibilidad de que tras los hechos haya una banda de origen latino con gran presencia e implantación en esta zona. Un área dominada por Los Ñeta y los Dominicans Don’t Play, dos de las facciones más violentas.

Desde hace algunos meses, tal y como algunos de los internos confesaron a los investigadores, las rencillas entre los menores -de origen magrebí- y los miembros de estas bandas latinas han aumentado llegando hasta el punto de generarse prácticamente una ‘guerra urbana’, a la que en ocasiones se suman también miembros de clanes gitanos.

Las agresiones y ajustes de cuentas entre unos y otros fueron aumentando de intensidad hasta que incluso se han registrado batallas campales con palos, botellas rotas, cadenas, disolventes para provocar incendios e incluso lanzas afiladas.

Otra de las líneas que no se ha descartado es la de un grupo descontrolado próximo ideológicamente a la extrema derecha, que pudiese tener acceso a una granada como la aparecida, una RG-42. Sin embargo, esta línea no parece prioritaria.

Lo que sí se ha descartado es el testimonio de varios trabajadores que apuntaron ese mismo día la presencia en la zona de un joven magrebí, antiguo residente del centro, en el lugar donde se halló la granada.