Sociedad

Mejorar la seguridad vial alrededor del mundo para salvar cada día más vidas en las carreteras

A principios de año la ONU impulsó la III Conferencia Ministerial Mundial sobre Seguridad Vial alrededor de la Agenda 2030. La cita, que se celebró en Suecia, cerró la llamada ‘Declaración de Estocolmo’, un texto a través del cual más de 140 países reafirmaban su compromiso de cooperación internacional con el fin de reducir a la mitad el número de muertes y lesiones graves en las carreteras europeas en 2030, así como alcanzar la ‘Visión Cero’, es decir, cero muertes y cero lesiones graves en 2050.

En esta misma cita, además, se hizo un balance, tanto desde el punto de vista de los éxitos como de las mejoras, de las medidas tomadas en el Plan Mundial para la Década de Acción para la Seguridad Vial 2011-2020 de la ONU. Tras clausurar este año, una etapa en la que las muertes en carretera han descendido debido –obviamente– a las restricciones de movilidad en todo el mundo, desde la organización internacional han dado un paso más y han proclamado el Segundo Decenio de Acción por la Seguridad Vial 2021 – 2030.

Un periodo de diez años a lo largo de los cuales, los Gobiernos con la colaboración de organizaciones como la OMS y el sector privado, se quiere hacer descender el número de muertes en las carreteras al 50%, en su mayoría evitables con prevención, medidas de seguridad vial, el transporte sostenible y seguro, así como campañas de comunicación para concienciar a la población de la importancia de la prudencia al volante.

No se trata de un objetivo baladí, sobre todo porque, según datos de la OMS, en este momento 1,3 millones de personas mueren anualmente en el mundo por accidentes en carretera. Pero, además, y según la misma fuente, entre 20 y 50 millones de personas sufren traumatismos no mortales, pero sí de intensa gravedad; mientras que los accidentes de tránsito se han convertido en la principal causa de defunción entre los jóvenes de 15 a 29 años de edad.

Reducir a la mitad el número de víctimas mortales en 2030

Para reducir a la mitad el número de víctimas mortales en 2030 y a cero en 2050, se llevarán a cabo medidas concretas contempladas en este Segundo Decenio de Acción por la Seguridad Vial que se aplicarán a nivel global y local. En este sentido, además, desde la OMS han llamado la atención en el hecho de que sólo el 15% de los países tienen una legislación amplia que se ocupe de cinco riesgos fundamentales: el exceso de velocidad, la conducción bajo los efectos del alcohol y la no utilización del casco, el cinturón de seguridad y los sistemas de retención para niños.

Para evitar estos riesgos, tanto desde la ONU como desde la OMS, se pide la máxima coordinación entre los Gobiernos, las organizaciones no gubernamentales, las empresas privadas y, por supuesto, la colaboración férrea de la sociedad civil, especialmente de los jóvenes y las víctimas y supervivientes.

A nivel normativo, señalan como una prioridad poner en marcha un plan nacional y local que complemente el Plan Mundial por la Seguridad Vial, así como promulgar nuevas leyes que mejoren el cumplimiento de la legislación; mientras que insta a las organizaciones no gubernamentales a crear instrumentos de sensibilización, organizar actos públicos y, en la medida de lo posible, plantear cambios y mejoras en la legislación vigente.

Con respecto a la población civil, desde la OMS piden a los jóvenes ser embajadores de la seguridad vial y a las víctimas les piden que compartan sus historias personales y expliquen las consecuencias de los accidentes de tráfico para concienciar a la ciudadanía de la importancia de respetar la normativa y salvar cada día más vidas. A las empresas privadas, por su parte, la OMS insta a publicar las normas de seguridad aplicables a sus flotas corporativas, apoyar campañas en los contextos en los que operan y contribuir económicamente con el Fondo para la Seguridad Vial.

Más tecnología para desplazamientos más seguros

Ahora, tras cerrar 2020, el Segundo Decenio de Seguridad Vial quiere mejorar la seguridad vial reforzando algunas de las iniciativas que están ya en marcha e incluir novedades, sobre todo marcadas por la alta tecnología, que nos hagan avanzar hasta el objeto de víctimas cero de 2050.

Se aboga, entre otros aspectos, por acciones orientadas a conseguir que la seguridad vial tenga un papel importante a la hora de desarrollar planes urbanísticos, sistemas de transporte y gobernanzas protegiendo, sobre todo, a los más vulnerables de la circulación: peatones, motoristas y ciclistas.

También se defiende este nuevo plan de diez años el impulso de los transportes medioambientales saludables, seguros y económicos donde, además, primer el carácter público, así como realizar esfuerzos para que las infraestructuras sean totalmente seguras con el transporte y los usuarios.

Se contempla también el impulso y el desarrollo de la tecnología y la innovación para salvar cada día más vidas. En este aspecto, si miramos a España, y según datos de la DGT, en este momento se están financiando sistemas de transporte sostenible e inversión en alta tecnología con el objeto de controlar y vigilar que las leyes de seguridad vial se cumplen, evitar distracciones y, en definitiva, hacer más seguros los desplazamientos.

También se ha invertido en campañas de comunicación para pedir responsabilidad a la sociedad civil y la bajada de la velocidad hasta los 90 km/h en carreteras convencionales, un gesto que ha reducido la siniestralidad hasta en un 9%.

Compromiso con la seguridad vial desde el sector privado

También este Segundo Decenio 2021 – 2030 pide a las empresas, independientemente de su tamaño o sector, que se comprometan y contribuyan, a través de diferentes acciones, iniciativas y financiación, a alcanzar los ODS en materia de seguridad vial marcado por la ONU.

En esta línea, y sumándose a las campañas de seguridad vial desde los diferentes ámbitos de la sociedad civil, la Fundación Abertis ha llevado a cabo acciones de educación y sensibilización como la iniciativa de ‘Suma tu luz’ con el objetivo de evitar que los más jóvenes conduzcan bajo los efectos del alcohol y las drogas o la campaña ‘Tenemos que repetirlo’ destinada a la educación y concienciación de los estudiantes de la ESO.

Con respecto a los niños, Abertis y Unicef llevan aliados varios años en el proyecto “Rights of way” para prevenir los daños causados a los niños por accidentes de tráfico, ya que son la principal causa de mortalidad en edad escolar.

En el escenario académico, Abertis impulsa su red de cátedras universitarias y colabora con médicos del Institut Guttmann especializados en el tratamiento de lesiones de origen neurológico que, entre otras actividades, se desplazan a diversos países para impartir sesiones de formación y asesoramiento a los médicos locales sobre las mejores prácticas aplicadas para la prevención y el tratamiento de lesiones derivadas de accidentes de tráfico.

Todo suma, todos tenemos una gran responsabilidad para conseguir que la seguridad vial mejore en todo el mundo y conseguir el objetivo de salvar cada día más vidas en las carreteras.