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Anabel Pantoja pierde los papeles en plena calle y amenaza: «Me he quedado con tu cara»

Anabel Pantoja ha vivido un momento muy desagradable en Canarias

La influencer se ha enfrentado a una persona que le estaba grabando sin su consentimiento

Anabel Pantoja está viviendo una nueva etapa que no tiene nada que ver con la pequeña pantalla

En un momento en el que la tranquilidad parece escasear en su día a día, Anabel Pantoja se ha enfrentado a un nuevo problema. La influencer ha vivido un episodio tenso en plena calle que ha terminado por sobrepasar sus límites. Aunque está acostumbrada al foco mediático y sabe que su vida genera interés constante, hay líneas que no está dispuesta a permitir que se crucen, sobre todo cuando se trata de la intimidad de su hija.

El día comenzó como cualquier otro: recados, ritmo frenético y su hija Alma a cuestas. Sin embargo, lo que parecía una jornada ordinaria se torció por completo cuando una mujer, aparentemente anónima, realizó una acción que desató toda la indignación de la sobrina de Isabel Pantoja. Mientras intentaba recoger un objeto que se le había caído al suelo, percibió que la conductora de un coche cercano sacaba el móvil y la fotografiaba sin reparo alguno.

El gesto, que para muchos podría parecer insignificante, provocó una reacción contundente en la empresaria. No se trataba sólo de la invasión a su intimidad, sino del momento en el que ocurrió: cargando con su hija, sorteando el tráfico y bajo la presión de una situación incómoda. La falta de empatía por parte de la mujer fue el detonante. «Me he quedado con tu cara», ha comentado muy enfadada.

La advertencia de Anabel Pantoja

Pese a los años de experiencia ante las cámaras, Anabel Pantoja ha expresado en numerosas ocasiones que existe una frontera que no se debe cruzar. Ser personaje público no significa estar disponible las 24 horas del día y mucho menos cuando se trata de momentos íntimos, vulnerables o directamente peligrosos.

A lo largo de su carrera, la sobrina de la tonadillera ha sido objeto de atención mediática casi constante. Desde su participación en televisión hasta su fuerte presencia en redes sociales, Anabel ha cultivado una comunidad fiel, pero también ha tenido que enfrentarse a las consecuencias de esa popularidad. Lo que en sus inicios parecía un entorno controlado ha acabado convirtiéndose en una exposición continua que a veces le resulta asfixiante, especialmente desde que Alma llegó a su vida.

Visiblemente molesta, la prima de Chabelita decidió relatar lo sucedido a través de su perfil de Instagram, donde tiene una audiencia cercana a los dos millones de personas. Sin rodeos, explicó que se había dado cuenta de que la grababan y que se había fijado bien en el rostro de quien lo hacía y hasta en el modelo de coche. Toda una declaración de intenciones.

Contundentes declaraciones de Anabel Pantoja

Anabel Pantoja asegura que si vuelve a encontrarse con esa persona, será ella quien saque la cámara. «Me he quedado con tu cara y sé cuál es tu coche. Me voy a hartar a hacerte fotos cuando te vea», espetó en una especie de ajuste de cuentas preventivo. Más allá del enfado, su mensaje dejaba patente su hartazgo ante situaciones de acoso velado por parte de quienes se amparan en el anonimato para invadir la intimidad ajena.

El incidente llega en un momento especialmente sensible para Anabel y su novio, David Rodríguez. Desde hace meses, la familia vive pendiente del proceso abierto tras los problemas médicos que sufrió Alma, su hija, una situación que ha generado una fuerte presión emocional y mediática. Las investigaciones siguen su curso, y se espera que en las próximas semanas se emita una resolución oficial.

La situación que ha vivido Anabel Pantoja pone de nuevo sobre la mesa el debate sobre los límites entre la vida privada y la proyección pública. ¿Hasta qué punto debe aguantar una figura mediática este tipo de conductas? ¿Dónde empieza el derecho a la privacidad y dónde termina la curiosidad ajena? Lo ocurrido no fue producto de un paparazzi profesional, sino del impulso de una ciudadana corriente que, al ver una cara conocida, decidió inmortalizarla sin pensar en las consecuencias.

El enfado de Anabel Pantoja

Para la modelo, lo que hemos contado no ha sido un simple acto de fanatismo ni una anécdota molesta. Fue una invasión en uno de los escasos momentos que le quedan para ser simplemente Anabel, sin cámaras, sin focos, sin juicios. Un día en el que solo quería volver a casa con su hija y vivir en paz. Pero incluso en esos instantes, se encuentra con miradas que no entienden de humanidad ni de empatía.

Aunque no se ha planteado dejar las redes ni abandonar su carrera pública, Anabel Pantoja sí ha insistido en la necesidad de establecer límites. Su relato no ha sido solo un desahogo personal, sino una advertencia general. Si bien entiende el interés que genera, no está dispuesta a tolerar faltas de respeto o actos que puedan afectar la integridad emocional de su familia.

Anabel ha pasado del hartazgo a la acción y su mensaje ha calado en muchos de sus seguidores, que no han dudado en respaldarla. La maternidad ha agudizado su sentido de protección y el cariño por su hija se ha convertido en su línea roja. «De verdad, no entiendo cómo te da para coger el móvil conduciendo, eso para empezar, y segundo para hacer una foto o un vídeo», ha reconocido antes de terminar su discurso.