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Se acabaron los Reyes Magos con cortinas de baño: Almeida hace una cabalgata como Dios manda

Los Magos de Oriente han llegado a la capital cargados de regalos para los más pequeños y acompañados por 48 pajes y casi dos toneladas de caramelos.

Una cabalgata mágica, como Dios manda. Los Reyes Magos han llegado este año a Madrid para cumplir las ilusiones de los más pequeños, como cada 5 de enero, llenos de regalos, acompañados por sus pajes y con un cargamento de casi dos toneladas de caramelos. El alcalde José Luis Martínez-Almeida ha recuperado la tradición para la capital. El formato clásico de la cabalgata ha sido recibido entre aplausos y con gran emoción por todos los madrileños.

Sus majestades Melchor, Gaspar y Baltasar emprendían este domingo a las 18:30 horas su recorrido por el centro de Madrid, desde Nuevos Ministerios a Cibeles, subidos en sus carrozas reales – una para cada rey- coronadas por tres obeliscos de luz tras ellos.

Granate y dorado para Melchor, azul para el rey Gaspar y verde esmeralda para el simpático Baltasar que acudía acompañado por los trabajadores del Teatro Real, la única institución musical que participaba en el séquito con un montaje de óperas de origen africano.

Envueltos en capas de armiño, los tres de Oriente, saludaron a todos los niños acompañados por un séquito de 8 carrozas y 48 ayudantes provistos de 1.800 kilos de caramelos. Inspiración puramente navideña y oriental para la cabalgata de este año en Madrid que incorporaba, entre otros, a renos, estrellas polares, hadas, aves, danzarines armenios, elefantes de metal y carey, soldaditos de plomo o animales alados que surcaron el cielo de la capital.

La ‘alegoría de la Paz’ era uno de los montajes más espectaculares. Angeles custodios, montados sobre 10 caballos blancos, y arcángeles de la guarda flanqueaban a los tres Magos de Oriente y custodiaban los relicarios llenos de oro, incienso y mirra que cada uno de ellos llevaba en el frente de sus carrozas con forma de espiral.

Una de las intervenciones más aplaudidas por los más pequeños han sido los escuadrones de la Policía Nacional y de la Policía Municipal, que escoltaban a los Magos en su paseo por Castellana. Las bandas de clarines del escuadrón de la Guardia Civil y la de la Policía Municipal ponían una nota musical entrañable en el desfile. Tampoco han pasado desapercibidos los miembros del Samur y los camiones de bomberos que hacían sonar sus sirenas durante todo el trayecto.

La delegada de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento madrileño, Andrea Levy, adelantaba esta semana que el desfile de los Reyes Magos recuperaría «los elementos más tradicionales» y «esenciales» de «las cabalgatas». Los encargados de dar forma al espectáculo y despertar la imaginación de niños han sido un total de 933 figurantes. Entre ellos, los miembros de cuatro compañías de teatro extranjeras que desfilaron y actuaron para todos los madrileños congregados en la plaza de Cibeles bajo la música barroca y los villancicos del siglo XXI especialmente seleccionados para la ocasión.

El propio Martínez-Almeida avanzaba en su perfil oficial de Tuiter que en esta edición de la cabalgata de Reyes en Madrid habría muchas diferencias con las anteriores -celebradas durante el mandato de su antecesora en el cargo, Manuela Carmena- y que se acabarían «las cortinas de ducha», en referencia al atuendo de sus majestades: