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Sapiosexualidad: ¿qué es y cuáles son sus características?

Como bien sabemos, el ejercicio de la sexualidad individual y colectiva se ha diversificado mucho durante estos últimos años, dando nacimiento no sólo a nuevas libertades sino, con ellas, a nuevas definiciones que no conocíamos, y que nos permiten comprender de qué modo se sienten atraídos algunos de los que nos rodean. En este caso deteniéndonos en un concepto muy concreto, el de sapiosexualidad.

Y es que aunque la mayoría admite que se siente interesado en alguien más primero por la parte física, no podemos perder de vista que existen corrientes que invitan a todo lo contrario, a conocer a quienes se tiene cerca para descubrir si su personalidad les estimula, más allá de todo de lo físico.

Qué es la sapiosexualidad

En este contexto aparece la sapiosexualidad, que contempla a aquellos individuos, hombres pero especialmente mujeres, que desarrollan una atracción superior por aquellas personas más inteligentes, interesándose más que nada en el intelecto y desenvolvimiento de sus posibles conquistas románticas y/o sexuales.

¿Por qué es más común de lo que creemos?

Como decíamos, esta noción refiere a quienes no se sienten tan interpelados por esa parte física, sino que centran toda su atención en la propia inteligencia, como así en los planteamientos éticos que pudiera hacerse el otro o, por qué no, en su capacidad de sorprender con pensamientos únicos.

Este concepto, que no define desde las ciencias biológicas sino desde las ciencias sociales, es bastante más común de lo que podríamos pensar. Los expertos especializados en el tema afirman que generalmente el deseo sexual se explica, en cierto porcentaje, por la admiración que producen determinadas características de la otra persona, y que no acaban en el aspecto físico/estético.

De hecho, diferentes estudios a lo largo de la historia se han encargado de demostrar que ese deseo mutuo es más perdurable cuando independientemente de la obvia atracción física, hay una de tipo mental. Recordemos que el principal órgano sexual del cuerpo es el cerebro, no los genitales.

Es decir, cualquier atisbo de inteligencia, sea emocional, social o cultural, puede despertarnos interés inmediatamente en alguien más, y ser sapiosexuale sin saberlo.

Seguramente alguna vez te hayas enamorado de alguien que no te gustaba al principio, pero cuando le conociste un poco más a fondo, descubriste que había en él o en ella una personalidad distinta, encantadora, que lentamente te fue atrapando.