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¿Qué son las mascarillas elastoméricas fabricadas con silicona?

Ya nos sabemos casi al dedillo los diferentes tipos de mascarillas existentes en el mercado. Y ahora se está hablando mucho de las mascarillas elastoméricas, que se fabrican con silicona. ¿Cómo son estos cubrebocas? ¿Se impondrán a las seguras mascarillas FFP2 que conocemos?

Al parecer estos nuevos productos mejoran el sellado y podrían imponerse a las FFP2 y FFP3. Así lo cree José Luis Jiménez, catedrático de Química y Ciencias Ambientales en la Universidad de Colorado, que ha explicado a Heraldo, según recoge EFE, que las mascarillas elastoméricas, tienen un filtro bueno, por un lado, y, por otro, están hechas con un material de sellar tipo silicona.

Por lo que en algunos casos irían mejor que las FFP2, porque el principal problema de las mascarillas tipo EPI, según el catedrático, es que suelen quedar huecos y por ahí se filtra el aire que puede llevar partículas con virus. Así que lo importante es el ajuste, y llevar correctamente las mascarillas tapando bien boca, nariz y barbilla, tal como recomienda Sanidad.

Pero el problema es que para las mascarillas EPI no hay muchas tallas y a algunos les van grandes y a otros más pequeñas. Si van grandes, se quedan huecos sin tapar pero sin van pequeñas entonces tampoco es bueno porque tanto ajuste nos puede resultar incómodo a la hora de respirar.

Según José Luis Jiménez, en su hilo de twitter hablando sobre los cubrebocas tipo FFP2, si hay huecos entre cara y mascarilla, al aire le es más fácil entrar por ellos. Un hueco del 2% del área de la mascarilla deja pasar el 50% del aire sin filtrar.

La ventaja de las mascarillas elastoméricas

Por ello este experto considera que las mascarillas elastoméricas serán las que se impondrán a medio plazo. No es que sean mejores en cuanto a su filtración, pero tiene alguna más ventaja porque usan material N95 para el filtro, y silicona para ajustar mejor.

El experto comenta que las de tela de 3 capas, o de dos capas con filtro en medio, también filtran bien.

¿Pero dónde conseguir estas mascarillas?

El experto, muy afín a las redes sociales para explicar algunas de las cosas que pasan en la Covid-19 como el tema de las mascarillas, habla de las Envomask https://envomask.com, que él ha empezado a usar ahora. Pero recordemos que el profesor está en Estados Unidos. “Aunque hay muchos tipos, noto que sellan mucho mejor, y más consistentemente, y son menos cansadas de llevar”.

De momento no podemos acceder a estas mascarillas porque no están en los comercios pero se cree, y más tras las palabras de los expertos, que pronto pueden estar disponibles y sustituir a las FFP2. Son mascarillas caras, porque de momento hay muy pocas y en ese precio debe incluirse que son productos reutilizables y por esto duran mucho más.

Tecnología para mascarillas

Como vemos, como parece que llevar cubrebocas es algo que va para largo, muchas empresas se han puesto las pilas para elaborar mascarillas cada vez más sofisticadas con diversos materiales aunque lo importante es que sume eficacia y protección frente al virus.

En todo caso, la tecnología tiene mucho que ver y en nuestro país hay empresas que están desarrollando mascarillas de otros materiales.

Así que esperamos pronto obtener estas mascarillas de silicona, pues ahora parece que todo lo que tiene que ver con las mascarillas va más rápido. Recordemos que estuvimos durante los primeros meses de pandemia sin ver ninguna. Especialmente los sanitarios que eran los que las necesitaban más además de trabajadores que estaban en primera fila por sus trabajos diarios.

Tipos de mascarillas actuales

Las mascarillas higiénicas, según Sanidad, son un complemento a las medidas de distanciamiento físico e higiene recomendadas por el Ministerio de Sanidad en el contexto de la pandemia de la Covid-19.

Cubren boca, nariz  y  barbilla  y  están  provistas  de  un  arnés  que  rodea la cabeza o se sujeta en las orejas. Suelen estar compuestas por una o varias capas de material textil y pueden ser reutilizables o de un solo uso.

Las mascarillas quirúrgicas son  las  que  acostumbramos  a  ver en ambientes clínicos. Su objetivo es evitar que el personal  sanitario  y  los pacientes infectados  (o sospechosos  de  estarlo) transmitan agentes infecciosos.

Estas mascarillas están diseñadas para filtrar el aire exhalado.  Su  misión  es  proteger  a  quienes  están  a  tu  alrededor,  evitando la dispersión vírica al estornudar, toser o hablar.

Mientras que las mascarillas FFP2 o EPI, se recomiendan fundamentalmente para su empleo por profesionales para crear una barrera entre un riesgo potencial y el  usuario. También  pueden estar recomendadas  para  grupos  vulnerables por indicación médica.

Lo más importante es saber su grado de eficacia y protección y que cumplan con las normas establecidas. Todo ello debe quedar especificado en sus etiquetajes, y si no lo llevan, entonces sospecha que este tipo de mascarilla no está homologada y por tanto mejor no hacer uso de ella ni comprarla.