OkSalud
Más de 15 millones de jóvenes han recibido la vacuna en Estados Unidos

¿Por qué dudan los padres de las vacunas?

Expertos estadounidenses analizan, y dan respuesta, a las dudas de los padres en la campaña de vacunación frente a Covid-19 para niños

La protección que ofrece la vacuna supone un beneficio superior a los riesgos

«Limítese a los hechos», dicen los expertos en vacunas en un artículo que acaba de publicar JAMA, la revista de la Asociación Médica Americana sobre las dudas de los padres a la hora de vacunar a los niños frente al SARS-CoV-2. Sara Goza, ex presidente de la Academia Americana de Pediatría, atribuye el miedo de los padres a una falta de conocimiento de los hechos objetivos. «Los padres están confusos porque hay muchísima desinformación circulando», ha contado a JAMA.

Goza apunta que los padres están oyendo decir que el desarrollo de la vacuna anti Covid ha sido demasiado precipitado, que aún no está autorizado plenamente por la FDA, y no comprenden lo que eso quiere decir. «Por eso les animo a hablar con sus médicos», explica.

En Estados Unidos, que es el lugar en el cual se centra ese artículo, los sondeos y la investigación publicada en la revista Pediatrics muestran que, cuando se trata de seguridad de las vacunas, los pediatras están entre las fuentes de información que inspiran mayor confianza.

En palabras de Goza: «No se me ocurriría decirle a un padre que no se preocupe, eso es lo que hacen los padres, pero nuestro trabajo como pediatras es ayudarles a superar esa preocupación y a saber que esta vacuna es segura y eficaz».

La razón por la que los padres dudan de las vacunas

Miedo a la novedad

Incluso cuando un médico intenta tranquilizarles, Goza considera que muchas personas creen que la tecnología basada en ARNm es muy novedosa (a pesar de que existe hace casi dos décadas), y esa novedad les hace percibir el futuro con temor.

Según un reciente sondeo de la Fundación Kaiser Family (KFF), el primer argumento para recelar de la vacuna que los padres expresan es la incertidumbre sobre posibles efectos a largo plazo, incluyendo problemas de fertilidad. Es un temor que expresaron investigadores de varias instituciones y especialidades agrupados en el COVID States Projet.

Ese temor se ha estudiado y desechado en trabajos posteriores, aseguran en JAMA. «A partir de los datos históricos, la mayor parte de los efectos adversos de las vacunas se presentan dentro de los seis meses que siguen a la inoculación, y la probabilidad de efectos a largo plazo es baja».

Los ensayos clínicos demuestran la seguridad de las vacunas en niños. El que se publicó en la revista científica The New England Journal of Medicine tiene un seguimiento de meses, pero además cada vez hay más datos de seguridad en adolescentes: Se han administrado 15,6 millones de dosis a jóvenes de edades comprendidas entre los 12 y los 17 años, con un riesgo ligeramente elevado de miocarditis (inflamación del corazón), que es un efecto adverso raro. El análisis de los CDC ha mostrado que los beneficios superan ese riesgo.

Por otra parte, si bien los efectos adversos serios como anafilaxia o trombosis son posibles, también son muy poco frecuentes.

La madre de todas las preocupaciones

A fecha de hoy, el movimiento anti vacunas ha crecido y está «altamente politizado», según el sondeo de KFF. La confianza en instituciones como los CDC (Centros para el Control de Enfermedades) se está resintiendo.
Paul Offit, miembro del comité de la FDA que recomendó la vacuna, razona que «ciertamente, las vacunas Covid tienen un elemento político, algo que no sucedía con otras en el pasado». A su modo de ver, aunque ahora se exprese en la población de 5 a 11 años, la reticencia de los padres es una manifestación de dudas, en general, que tienen que ver con inocular a un hijo con agentes biológicos que uno no comprende muy bien.

Las dudas, en Estados Unidos, las plantean más madres que padres. Según Matthew Simonson, investigador de la Universidad de Pennsylvania, «al margen de la causa, si las madres son las que están más preocupadas, y son las que llevan a los niños al pediatra, su opinión va a tener más efecto en la tasa de vacunación que si fuera una opinión de los padres».

Robert Frenck, autor del estudio sobre la seguridad de las vacunas publicado en la revista The New England Journal of Medicine y director del Centro de Vacunación Gamble en el Hospital Infantil de Cincinnati, está de acuerdo: «Son las madres las que toman la decisión».

Gabrielle Shapiro, del Consejo de la Asociación Americana de Psiquiatría para Niños, Adolescentes y Familias, cree que todo es producto del instinto de protección. Shapiro cree que «los profesionales sanitarios necesitan ofrecer apoyo a los padres y familias en general, contribuir a formarles y conseguir que se vacune a tantos niños como sea posible; tenemos que trabajar juntos para superar esta pandemia».

En Estados Unidos, más del 90% de los niños y jóvenes de hasta 24 años se han vacunado frente a varias enfermedades graves; casi el 93% han recibido al menos 3 de las 4 vacunas recomendadas. En el curso 2019-2020, el 95% de los niños en edad de ir a la guardería habían recibido todas las vacunas recomendadas por las autoridades locales.

El sondeo de KFF muestra que solo el 27% de los padres de niños de entre 5 y 11 años tiene intención de vacunarles frente al nuevo coronavirus.