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Día Mundial del Perro

Perros terapéuticos: así beneficia esta terapia a la salud mental y emocional

Las terapias con animales previenen y ayudan a tratar numerosos problemas relacionados con el estado de ánimo

Pueden ser experiencias satisfactorias y motivadoras para determinadas personas autistas que disfrutan del contacto con los animales

El 21 de julio es en España el Día del Perro, una jornada establecida en 2004 para poner en valor la contribución de estas mascotas en los hogares y  concienciar sobre el abandono de mascotas, ya que en verano es cuando más se producen. Además, no sólo sirven como animales de compañía, ayudan en la rehabilitación y en la mejora de muchas personas con problemas médicos tanto a nivel físico como mental. 

Cada vez más centros sanitarios incluyen proyectos que apuestan por las terapias asistidas por animales de compañía, especialmente perros, al estar demostrado que previenen y ayudan a tratar numerosos problemas relacionados con el estado de ánimo y que tienen un impacto positivo en la salud mental y física de personas de todas las edades, tal y como explican desde la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía (ANFAAC) en su último encuentro sobre ‘Terapias con animales de compañía. Sus beneficios en nuestra sociedad’.

Begoña Morenza, especialista en intervención asistida con animales de compañía (IAA) y directora general​ de la Fundación Yaracán, explicó durante su intervención en el encuentro de la ANFACC: «Conseguimos trasladando de forma profesional los beneficios que aportan los perros a entornos terapéuticos, hospitalarios y educativos, integrándonos en los procesos existentes para contribuir a que las personas evolucionen de forma favorable, siempre bajo la evaluación y dirección de los profesionales responsables en los centros». 

Hay estudios que avalan el beneficio de estas Terapias Asistidas con Animales (TAA). Es el caso de la investigación llevada a cabo en el Clínic-IDIBAPS, en colaboración con Purina, CTAC y la Fundación La Caixa, donde se ha observado el beneficio de la terapia con perros como un tratamiento complementario en el Hospital de Día de salud mental infanto-juvenil. «La terapia asistida con perros actúa como un catalizador para mejorar la terapia de los usuarios menores de 13 años», declara la doctora Astrid Morer, psiquiatra e investigadora del grupo de Psiquiatría y psicología infantil y adolescente del IDIBAPS y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM).

Desde la Fundación Yacarán explican a su vez que: «La activación emocional positiva que genera el contacto con los perros se suma a que no juzgan, no sienten lástima y nos tratan a todos por igual. El hecho ya contrastado de que favorecen la reducción del ritmo cardíaco, la disminución de la presión arterial y la segregación de endorfinas y oxitocina, nos permite trabajar en áreas cognitivas, psicomotrices, comunicativas y sociales como un potente recurso de apoyo para los profesionales de los centros a los que asistimos». 

Autismo y perros

El trastorno del espectro autista (TEA) se ha convertido en una de las condiciones más estudiadas e investigadas en los últimos tiempos debido a la amplia variabilidad que existe dentro del espectro. Cada vez son más las asociaciones que trabajan con animales de terapia para intentar mejorar la manera en que las personas que lo padecen perciban y socialicen con su entorno. María Verde Cagiao, psicóloga del área de Investigación de Autismo España, explica en declaraciones a OKSALUD que actualmente no se dispone de evidencia científica sólida que apoye el uso generalizado de este tipo de intervención en el caso de las personas con autismo: «La investigación al respecto es limitada y presenta debilidades importantes, como el escaso número de participantes o la inconsistencia en cómo se evalúan sus resultados. Por ello, no es posible afirmar que este tipo de intervenciones produzcan cambios significativos en las alteraciones nucleares del TEA y tampoco se pueden recomendar de manera generalizada como intervención con eficacia contrastada». 

Sin embargo, también constata que estas terapias con animales pueden ser experiencias satisfactorias y motivadoras para determinadas personas autistas que disfrutan del contacto con los animales, «pero esto no debe confundirse con que esté demostrada su eficacia para modificar sustancialmente las manifestaciones nucleares del autismo ni con que sean recomendables para el conjunto de las personas que forman parte de este colectivo», constata la psicóloga.

Actividades terapéuticas con perros

En las Terapias Asistidas con Animales (TAA) el perro tiene un rol muy importante, ya que ayuda al terapeuta a captar la atención del paciente, tal y como constatan en la Fundación Afflinity: «Los perros de terapias disfrutan haciendo los trucos para los que han sido entrenados y ayudan al profesional de la salud o educación a alcanzar su objetivo de mejorar las funciones físicas, emocionales, relacionales y cognitivas del paciente», afirman.

Las actividades de esta Fundación están orientadas hacia colectivos diversos: internos en prisiones, personas con enfermedades mentales como alzhéimer, autismo y TDHA, personas que puedan tener altos niveles de estrés como los estudiantes universitarios, jóvenes en centros tutelados o personas en riesgo de exclusión social. Sus expertos explican que «un perro de terapias es un animal cuidadosamente entrenado para ayudar a mejorar la salud de las personas y se incorpora como parte del tratamiento». 

Pero además de ayudar en actividades terapéuticas, los perros también pueden ser una parte importante en otro tipo de proyectos sociales. Es el caso del programa ‘Reuniendo Vínculos’ que lleva a cabo la Fundación Dingonatura en colaboración con la asociación ‘Al Perro Verde’, en el que se buscan la inclusión de animales de compañía en el ámbito penitenciario. «El objetivo es poner en valor el vínculo entre las personas privadas de libertad y sus perros, así como contribuir al bienestar de ambos. Reconociendo que los animales son parte integral de la familia y tienen un papel significativo en el proceso de rehabilitación y reinserción social», explican.

Éstos son los requisitos 

El proceso de selección y adiestramiento del perro es fundamental, ya que es un recurso terapéutico muy valioso y desarrolla unas actividades con objetivos concretos en las terapias, tal y como explican en la Fundación Purina. Las razas más adiestradas para perros de terapias son: el Labrador y Golden Retriever, el pastor alemán, el King Charles Spaniel y el caniche, pero deben cumplir una serie de características básicas antes de superar el proceso de selección: