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Un paso para convertir las células CAR-T en «súper-soldados» contra el cáncer

Un equipo de investigación ha encontrado una potencial fórmula para que las terapias CAR-T contra el cáncer funcionen aún mejor

Aprueban el primer tratamiento genético CRISPR: ¿cómo funciona y para qué enfermedades será utilizado?

Un nuevo estudio del Centro Herbert Irving, perteneciente a la Universidad de Columbia (Nueva York, Estados Unidos) muestra que cambiar una sola letra del código genético de células T puede hacer que, cuando se utilizan como terapia, su potencia sea sustancialmente mayor. El autor principal de esta investigación, Benjamin Izar, y su equipo, han usado técnica de edición («corta-pega») CRISPR para potenciar las células que actúan como medicamentos y eliminan células cancerosas del organismo.

Las terapias celulares funcionan modificando las propias células del sistema inmunológico para que eliminen tumores. Son un grupo de tratamientos que ha demostrado muy buenos resultados, sobre todo en algunos tipos de cáncer difíciles de tratar. No obstante, hasta ahora solo pueden usarse en poblaciones de pacientes limitadas.

Según explica Izar, «mientras que algunos pacientes experimentan respuestas sostenidas en el tiempo, para la mayoría de los casos no es así». El microambiente único de cada tumor y la compleja dinámica de relación entre células y proteínas que lo rodean pueden anular la actividad de las terapias y su eficacia.

«Lo que sabemos es que la función de las células T, los ‘ladrillos’ con los que se fabrican estos tratamientos, son excelentes indicadores de si la terapia será eficaz o no en el paciente», indica el investigador. Su equipo partía de estudios previos en los que se ha analizado cómo modificar las células T con tecnología CRISPR-Cas9 para incrementar su actividad. En lugar de manipular genes enteros, ellos han probado a introducir pequeños cambios en el genoma.

«Introducir variantes específicas podría usarse en las terapias celulares para hacerlas más activas y reducir las probabilidades de que fallen, también podemos elaborar productos completamente nuevos usando proteínas específicas como punto de partida», ha añadido.

Los científicos editaron múltiples genes y generaron miles de variantes, para seleccionar únicamente las que servían para aumentar la actividad de las células T.

Más de 10.000 mutaciones diferentes

«Diseñamos una biblioteca con más de 10.000 mutaciones diferentes que podemos generar», ha añadido Zachary Walsh, estudiante de doctorado en el laboratorio que dirige Izar. «Descubrimos unas series de mutaciones realmente interesantes, que tienden a agruparse en un par de regiones del mismo gen», dice.

Introduciendo mutaciones específicas en el gen PIK3CD, en las células T, hizo que se convirtieran en «súper-soldados» capaces de eliminar células de melanoma y leucemia de forma más eficaz.

También generaron más citoquinas antitumorales, que se consideran beneficiosas en cuanto a respuesta al tratamiento contra el cáncer.

Para realizar este trabajo han contado con el apoyo de la Iniciativa de Inmunidad e Inmunoterapia de Tejidos (HICCC), que tiene como objetivo arrojar luz sobre cómo interactúan el cáncer y el sistema inmunológico.

Para generar «súper-soldados» que puedan usarse en los pacientes, lo más probable es que tenga que introducirse más de una variante. «Queda trabajo por hacer, y una de las primeras cosas que vamos a hacer es estudiar si hay combinaciones de mutaciones necesarias para mejorar las terapias celulares», apunta Izar.