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Por qué se nos resiste el abdomen perfecto

Un abdomen plano y tonificado es el sueño de muchos de nosotros. Por mucho que nos machaquemos en el gimnasio no conseguimos los resultados deseados. Intentamos todo tipo de entrenamientos y acciones sin éxito. En este artículo te explicaremos por qué se nos resiste el abdomen perfecto.

Hay que recordar que la zona de la barriga es donde más tejido adiposo se reúne. De hecho, cuando ganamos unos kilos siempre va a parar ahí la grasa, sobre todo en el caso de las mujeres. Por su parte, las mujeres suelen sufrir esta acumulación de grasa en la cadera.

En primer lugar es preciso que si no conseguimos los abdominales deseados sea por una mala alimentación. Se necesita seguir una dieta bastante estricta en la que no tengan cabida los azúcares, grasas saturadas o el exceso de hidratos de carbono. Obviamente, también hay que olvidarse del alcohol, zumos envasados y refrescos.

Siempre que comemos más de la cuenta la grasa tiende a amontonarse en la zona del estómago y en ocasiones realizar tanto ejercicio no llega a compensar los excesos.

La genética desempeña una labor esencial, pero si nosotros no somos capaces de poner algo de nuestra parte nunca luciremos abdominales marcados. Los primeros que se marcan suelen ser los superiores porque es donde menos tejido adiposo hay, y gran parte de los ejercicios se centran en esta parte. Esto nos obligará en cierta medida a incidir un poco más en el trabajo de los abdominales inferiores, que es donde resulta más complicado deshacerse de la grasa.

Trabajo más completo

Mucha gente se apunta a entrenar con el propósito de conseguir un cuerpo 10, es decir, por estética. Sin embargo, disponer de un abdomen fuerte nos ayuda a estabilizar la postura de la columna. También es preciso trabajar la parte lumbar para que no haya desequilibrios entre una parte y otra del cuerpo.

Variar e incluir nuevos ejercicios para obtener mejores resultados

En nuestro intento por conseguir unos resultados con inmediatez, no sirve de nada realizar miles de abdominales un día tras otro, ya que al final se conseguirá el efecto contrario a lo deseado. Conseguiríamos sobreentrenarlos. Con ejercitarlos dos o tres días a la semana sería suficiente. Pero no basta con realizar los clásicos abdominales, ya que en nuestro programa habría que añadirle otros ejercicios para que entren en escena una mayor cantidad de músculos. Sólo de esa forma se obtendrían los resultados deseados.