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Fernando Muñoz (Psicólogo): «El consumo de porno y el estrés están deteriorando la intimidad de los jóvenes»

“Cuidar la salud sexual desde jóvenes es clave para prevenir disfunciones y ansiedad”

"Eyaculación precoz y falta de deseo, cada vez más frecuentes en hombres de 18 a 29 años"

La salud sexual de los jóvenes se enfrenta hoy a desafíos que alcanzan la disfunción eréctil, el estrés o la ansiedad, por el aumento de consumo de pornografía, hábitos de vida poco saludables y falta de educación afectivo-sexual. Las consultas especializadas son el termómetro de este incremento en la incidencia en este tipo de situaciones que afectan seriamente su salud.

En esta entrevista para OKSALUD hablamos con Fernando Muñoz Montesinos, psicólogo sanitario y sexólogo, ponente y miembro del equipo clínico de Dale Una Vuelta, así como miembro de la Asociación Española de Sexualidad y Salud Mental. Analizamos con él las causas, consecuencias y posibles soluciones a diversos problemas de salud sexual, y ofrecemos consejos prácticos para promover un cuidado responsable de la salud sexual desde la juventud.

Pregunta.- ¿Cuáles son los problemas sexuales más frecuentes que observa en hombres jóvenes hoy en día?

Respuesta.- Son varios los pacientes jóvenes (entre 18 y 29 años) que acompaño en los que predominan los problemas de rendimiento sexual que se originan por una causa psicológica o emocional, es decir, de origen psicógeno. Los más comunes son la disfunción eréctil, eyaculación precoz y alteraciones del deseo. En la práctica clínica veo con frecuencia inicio brusco de esta problemáticas después de la vivencia de un episodio fallido y un patrón situacional, usualmente en encuentros sexuales con la pareja u otra persona. Estos datos orientan el origen a factores psicológicos como ansiedad de ejecución, anticipación del fallo

Los problemas de rendimiento sexuales de origen psicógeno son más frecuentes en varones jóvenes mientras que la causa orgánica predomina con la edad. Estudios científicos también señalan que la prevalencia en hombres jóvenes varía mucho pero que la etiología psicológica es relevante en este grupo.

P.-  ¿Existe un aumento de consultas por disfunción eréctil, eyaculación precoz, falta de deseo u otros problemas?

R.- Sí. En los últimos años se ha documentado un incremento de consultas por disfunciones sexuales en varones jóvenes, sobre todo por problemas de erección de inicio reciente y por eyaculación precoz. Parte del aumento puede deberse también a que es más aceptable pedir ayuda hoy, debido a la disminución de estigmas; a mayor acceso a información; y aunque resulte contradictorio, a un mayor acceso a la desinformación en internet y la pornografía. Definitivamente tanto los registros clínicosn como las revinvestigaciones señalan que la proporción de pacientes jóvenes que consultan ha subido en la última década.

P.- ¿Qué factores psicológicos o emocionales suelen influir en estos problemas sexuales en jóvenes?

R.- Entre los factores psicológicos más frecuentes se encuentra el consumo de pornografía puesto que desensibiliza el cerebro de los consumidores y genera el fenómeno de tolerancia, consumiendo cada vez contenidos más estimulantes, categorías cada vez más violentas y extrañas. El contenido pornográfico es un estímulo supernormal, es una realidad engrandecida, ficticia que hackea el circuito de recompensa y lo modifica. Como consecuencia, las personas reales pueden dejar de ser estimulantes y deseables para personas jóvenes que consumen casi desde la infancia.
En algunos casos relacionado con el consumo de pornografñia y en otros no, la baja autoestima es otro de los factores psicológicos más frecuentes. Es común encontrar vergüenza, culpa y conductas comparativas respecto a los genitales y el rendimiento sexual en jóvenes.

La ansiedad de ejecución o anticipatoria, el miedo al fracaso o cogniciones negativas, son otros de los factores que suelen influir en los problemas sexuales.

Caben destacar también como factores mantenedores o agravantes de los problemas sexuales la mala comunicación sexual, hábitos compensatorios como el uso de sustancias a modo compensatorio y la normalización y expansión de los mitos sobre la sexualidad muy alejados de la sexualidad realmente sana y que en muchas ocasiones es proporcionado por parte de la pornografía.

P.-  ¿Cómo afectan el estrés, la ansiedad, el consumo de alcohol, tabaco o drogas a la salud sexual masculina?

R.- Cuando el ser humano experimenta emociones como el estrés o la ansiedad, estas activan hormonas que mantienen un “modo simpático”, es decir, generan un estado que dificulta la respuesta sexual ya que disminuye la atención a estímulos eróticos, aumenta autoprotección y efectos hormonales contrarios a la vasodilatación y al “modo parasimpático” necesario para la erección

Por esta razón,la ansiedad y el estrés interfieren fisiológicamente con el deseo y la respuesta eréctil, además de que pueden crear un círculo de anticipación al fallo que mantiene la disfunción.

Respecto al alcohol, meta-análisis muestran asociación significativa entre consumo de alcohol y riesgo de disfunción eréctil. Es cierto que el consumo en pequeñas dosis puede llegar a desinhibir, pero el consumo regular o elevado está asociado a mayor riesgo de disfunción eréctil. En cuanto al tabaco, la nicotina y el daño endotelial reducen la vasodilatación necesaria para la erección; fumar se asocia a peor rigidez eréctil.

Por último, otras drogas como anfetaminas, cocaína, cannabis y opiáceos pueden tener efectos agudos estimulantes pero efectos negativos a medio-largo plazo sobre la función eréctil y la libido. En consulta es importante evaluar patrones de consumo porque la remisión de hábitos nocivos suele mejorar la función sexual; además el consumo puede enmascarar causas orgánicas o agravar efectos de fármacos.

P.-  ¿Qué carencias de educación afectivo-sexual observa en los jóvenes que acuden a consulta?

R.- La evidencia revisada vincula el consumo temprano y frecuente de pornografía con actitudes y expectativas poco realistas; algunos estudios relacionan el consumo problemático de pornografía con dificultades eréctiles, aunque la relación causal sigue siendo investigada. Las carencias más comunes que observo en el çambito clínico son la desinformación sobre la variabilidad sexual natural como el tiempo, erecciones fluctuantes u orgasmos.

Esta desinformación se ve potenicada por una falta de educación afectivo sexual, un desconocimiento claro sobre sexualidad sana, plena, y salud sexual, asi como, la difusión de mitos por parte de las redes sociales y la pornografía que difunden expectativas irreales sobre duración, tamaño o prácticas, que pueden generar ansiedad y frustración.

Para responder a esta necesidad presente en los jóvenes españores, desde la asociación Dale Una Vuelta, ofrecemos formación sobre afectividad, sexualidad, entornos digitales y prevención del consumo de pornografía dirigidos a jóvenes desde los 10 años, familias, docentes y profesionales de la salud. Otra carencia percibida es la falta de herramientas para la comunicación afectiva y sexual en la pareja o cultivar y cuidar la intimidad y la relación.

P.- ¿Cómo influye la presión social, las expectativas sobre el rendimiento y las redes sociales en la vida sexual de los hombres jóvenes?

R.- La presión por rendir, ser ‘perfecto’, durar mucho tiempo o funcionar siempre, aumenta la ansiedad de ejecución y la autoobservación, que son mecanismos centrales en los fallos psicógenos. Las redes sociales y la pornografía normalizan estándares irreales y fomentan comparaciones constantes, lo que puede empobrecer la autoestima sexual y la intimidad.
En la clínica esto se traduce en jóvenes con una hipervigilancia sobre su cuerpo, el de su pareja e hipervigilancia sobre el rendimiento, muy poco presentes en la experiencia erótica real. La realidad es que los contenidos pornográficos se meten en la cabeza, en la cama y en los encuentros sexuales de muchos jóvenes.

P.- ¿Cuáles son las opciones terapéuticas más efectivas para este tipo de problemas en los jóvenes?

R.- En función de la causa, psicológica, orgánica o mixta, existen distintas opciones. Ante una causa orgánica, las personas jóvenes con estas problemáticas, deben acudir al médico para confirmar o descartar causas orgánicas. Ante la duda, siempre es necesario descartar la causa orgánica. En cualquier caso, nunca es excluyente una opción de otra. Ante la disfunción orgánica o mixta, los tratamientos orgánicos son eficaces pero deben combinarse con intervención psicológica si hay componente emocional para evitar dependencia exclusiva del fármaco.

Evidentemente ante problemas de causa psicológica, los jóvenes deben pedir ayuda especializada de psicólogos y sexólogos. En Dale Una Vuelta, ofrecemos recursos para abandonar el consumo de pornografía a través de nuestra página web y redes sociales. Aportamos,entre otras cosas información, ofrecemos grupos de ayuda mutua, terapia individual con terapeutas especializados en el consumo de pornografía y, a través de Audere, una app de apoyo que sirve como un recurso adicional para dejar la pornografía.

Algunas recomendaciones generales que son eficaces y se aplican a las 3 casuísticas es la intervención en los hábitos de vida. Es recomendable dejar de fumar, moderar alcohol, mejorar sueño, ejercicio y control metabólico. Se ha demostrado científicamente que estas medidas tienen efecto tanto preventivo como terapéutico.

Mi recomendación personal, basada en estudios y en la experiencia clínica, es que la persona busque un abordaje multimodal adaptado al paciente que combine terapia sexual e integral, cambios de estilo de vida y psicofármacos recetados por un médico y/o psiquiatra cuando proceda.

P.- ¿Qué papel tienen las terapias psicológicas y sexuales frente a los tratamientos farmacológicos?

R.- Ambos son complementarios. Para jóvenes con etiología predominantemente psicológica, la terapia psicológica/sexológica es de primera línea y puede resolver el problema sin medicación. Para casos mixtos o con componente orgánico claro, la medicación puede facilitar el éxito inicial pero los mejores resultados a medio-largo plazo se obtienen cuando se añade terapia psicológica que aborde ansiedad, creencias y/o la comunicación en pareja entre otras variables. Ensayos y revisiones muestran eficacia de la terapia cognitivo-conductual en formato presencial y online y mejores mantenimientos cuando se trabaja la parte psicológica.

P.- ¿Qué señales de alerta deben motivar a un joven a acudir a un especialista?

R.- Recomiendo valoración cuando la persona presente un inicio brusco o persistente de problemas eréctiles o de deseo que duran > 3–6 meses y causan malestar. Otra señal de alerta es la pérdida de erecciones nocturnas que sugieren una posible causa orgánica.

Cuando la disfunción viene acompañada de síntomas como dolor, cambios en la micción, sangrado, signos neurológicos o pérdida de peso, es recomendable derivar a un médico y/o urólogo. A la vez, un joven debe alertarse y pedir ayuda cuanto exista un deterioro de la relación, presencia de ansiedad o depresión significativa o consumo elevado de sustancias que interfieren con la vida cotidiana.

Ante cualquiera de estas señales es prudente realizar una evaluación integral compuesta, en la medida de lo posible, de la historia médica y sexual, una analítica básica y una valoración psicológica para descartar causas orgánicas y diseñar un plan terapéutico individualizado e integral.
Pueden pedir ayuda en daleunavuelta.org o directamente escribiendo a mi correo: fermupsic@gmail.com