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Fenin: la industrialización de la tecnología sanitaria es clave para el futuro de la salud en España

Hay que promover la fabricación nacional y el desarrollo de innovación (I+D+i)

El IVA reducido de los productos sanitarios ahorraría más de 1.300 millones de euros a los servicios de salud autonómicos

Tras la pandemia, quedó claro que España, al igual que otros países europeos, debería reducir su dependencia de los mercados exteriores en productos sanitarios esenciales. Aunque la Unión Europea ha promovido la relocalización industrial y la autonomía estratégica abierta, la industria nacional sigue enfrentando obstáculos para penetrar en el mercado interior. “Esta realidad va en contra de los objetivos europeos de autonomía estratégica”, según destacan los expertos de Fenin.

En España, el anteproyecto de Ley de Industria reconoce la importancia del sector de tecnología sanitaria y prevé la creación de una reserva estratégica de productos. No obstante, desde Fenin insisten en que este es solo uno de los pasos que se deben dar. El verdadero reto está en respaldar la fabricación en España y el desarrollo de innovaciones, facilitando que las empresas puedan expandir su capacidad productiva y atraer talento.

Retos del sector de la tecnología sanitaria

Para que España pueda responder a futuras crisis sanitarias, Fenin aboga por la implementación urgente de un Plan Nacional de Industrialización para el sector de la tecnología sanitaria. Este plan debe tener como objetivos principales la creación de empleo de calidad, la atracción de inversión y el fortalecimiento de la capacidad productiva y logística del país. Esta propuesta también destaca la necesidad de que tanto la Comisión como el Parlamento Europeo apoyen estas iniciativas, permitiendo a España avanzar con rapidez en este terreno.

La inflación, los problemas de suministro y el aumento de costes de producción han puesto en jaque la viabilidad de muchos contratos públicos en el sector sanitario. La Ley 11/2023, que trasponen directivas europeas y permite la indexación de precios en los contratos de tecnología sanitaria, se presentó como una solución prometedora. Sin embargo, no tiene aplicación real, debido a la falta de indicadores oficiales que permitan su implementación efectiva. De manera que, desde su aprobación, no se ha podido indexar ningún contrato en el sector.

Ante esta situación, Fenin insta al Gobierno a restablecer el sistema anterior a 2015, en el que los contratos se indexaban al IPC, lo que garantizaría un equilibrio económico-financiero durante toda la vigencia del contrato. Sin este ajuste, se corre el riesgo de que muchos contratos queden desiertos, lo que afectaría negativamente tanto a los profesionales sanitarios como a los pacientes.

Desde Fenin señalan que es necesario tomar medidas con las que responder ante la posible falta de viabilidad actual de los contratos públicos de adquisición de tecnología sanitaria como consecuencia del incremento de los costes productivos y el contexto inflacionista (que ha subido un 15% en los últimos 3 años). Para conseguirlo, detallan los siguientes objetivos:
● Facilitar un entorno pro competitivo y la concurrencia de las compañías a estos procedimientos.
● Garantizar el equilibrio económico-financiero durante toda la vigencia del contrato.
Asegurar el acceso de profesionales y pacientes a tecnologías sanitarias de calidad.

IVA reducido

Otra demanda clave del sector de tecnología sanitaria es la aplicación de un IVA reducido para productos esenciales. Desde FENIN llevan muchos años defendiendo que los productos sanitarios, al ser de primera necesidad, deberían tener un tipo impositivo reducido. La Directiva Europea 2022/542 abre la puerta a esta posibilidad, permitiendo a los gobiernos nacionales fijar tipos de IVA reducidos para equipos médicos y productos sanitarios. Cabe recordar que otros bienes también esenciales para la sociedad y la salud, como los medicamentos, sí tributan ya en España al 4% de IVA.

España, a pesar de ser uno de los países de la UE con una mayor carga impositiva en este sector, aún no ha implementado las reformas necesarias para aprovechar esta oportunidad. Desde Fenin estiman que una reducción del IVA podría ahorrar más de 1.300 millones de euros a los servicios de salud autonómicos, recursos que podrían invertirse en innovación tecnológica para mejorar los resultados en salud. También tendría un beneficio directo para los pacientes, que podrían adquirir los productos que necesitan para el cuidado de sus enfermedades a un menor coste, en especial pacientes crónicos o con menos recursos económicos.

Recientemente, se ha presentado un informe independiente del Instituto de Estudios Económicos (IEE) que alerta de la negativa posición de España respecto a otros países de nuestro entorno y corrobora las ventajas que supone aplicar un IVA reducido a los productos sanitarios. Esta entidad confirma que una bajada de la presión fiscal ayudaría al sistema sanitario público a liberar recursos económicos con los que acometer medidas como reducir listas de esperas, renovar equipamiento tecnológico obsoleto en hospitales, y facilitaría su adquisición en condiciones de equidad para los pacientes, generando un beneficio directo para la sociedad y la protección de la salud pública.

En definitiva, desde Fenin destacan que la industrialización del sector de tecnología sanitaria, la indexación de contratos públicos y la aplicación de un IVA reducido son medidas fundamentales para garantizar el acceso de la población a tecnologías de calidad. En un momento en que el sistema sanitario se enfrenta a múltiples desafíos, estas acciones pueden asegurar la viabilidad del sector y mejorar la atención a pacientes y profesionales.