OkSalud

Error en el diagnóstico: un riesgo oculto que afecta al 7% de los pacientes hospitalarios

El daño se clasificó como menor, moderado, grave y fatal, evaluando si el error contribuyó al daño y si era prevenible

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

Los errores de diagnóstico perjudiciales podrían estar ocurriendo en hasta 1 de cada 14 (7%) pacientes hospitalarios, al menos en aquellos que reciben atención médica general, sugieren los hallazgos de un estudio de un solo centro en los EEUU, publicado por investigadores del Brigham and Women’s Hospital (Estados Unidos).

Según el trabajo, la mayoría (85%) de estos errores probablemente se podrían prevenir y ponen de relieve la necesidad de adoptar nuevos enfoques para mejorar la vigilancia a fin de evitar que estos errores ocurran en primer lugar, afirma la investigación publicada en la revista BMJ Quality & Safety y liderada por Anuj K Dala.

Informes publicados previamente sugieren que las herramientas de activación actuales para detectar errores médicos no son lo suficientemente buenas para detectar errores de diagnóstico dañinos, incluidos aquellos con resultados menos graves, sugieren los investigadores.

Por lo tanto, con esta base los investigadores desarrollaron y validaron un proceso estructurado de revisión de casos para permitir a los médicos interrogar el historial clínico electrónico (HCE) para evaluar el proceso de diagnóstico de los pacientes del hospital, evaluar la probabilidad de un error de diagnóstico y caracterizar el impacto y la gravedad del daño.

Utilizaron el proceso para estimar retrospectivamente la prevalencia de errores de diagnóstico perjudiciales en una muestra seleccionada aleatoriamente de 675 pacientes hospitalarios de un total de 9147 que recibieron atención médica general entre julio de 2019 y septiembre de 2021, excluyendo el pico de la pandemia de covid (abril-diciembre de 2020).

Los casos considerados de alto riesgo de error diagnóstico se categorizaron como: traslado a cuidados intensivos 24 horas o más después del ingreso (130; 100%); muerte dentro de los 90 días posteriores al ingreso, ya sea en el hospital o después del alta (141; 38,5%); problemas clínicos complejos, pero sin traslado a cuidados intensivos o muerte dentro de los 90 días posteriores al ingreso (298; 7%).

Los problemas clínicos complejos incluyeron deterioro clínico; tratamiento por parte de varios equipos médicos diferentes; eventos inesperados, como cirugías canceladas; información diagnóstica poco clara o discrepante registrada en las notas médicas.

Los casos considerados de bajo riesgo fueron aquellos que no cumplían ninguno de los criterios de alto riesgo (106; 2,5%). Cada caso fue revisado por dos adjudicadores capacitados para juzgar la probabilidad de error de diagnóstico e identificar fallas de proceso asociado utilizando la Taxonomía de Evaluación e Investigación de Errores de Diagnóstico modificada para atención aguda.

El daño se clasificó como menor, moderado, grave y fatal, y también se evaluó si el error de diagnóstico contribuyó al daño y si era prevenible. Los casos con discrepancias o incertidumbre sobre el error diagnóstico o su impacto fueron revisados más a fondo por un panel de expertos.

Entre todos los casos revisados, se encontraron errores de diagnóstico en 160 casos (154 pacientes). Estos incluían: traslado a cuidados intensivos (54); muerte dentro de los 90 días (34); problemas clínicos complejos (52); pacientes de bajo riesgo (20).

Se evaluó que se produjeron errores de diagnóstico perjudiciales en 84 casos (82 pacientes), de los cuales 37 (28,5%) ocurrieron entre traslados a cuidados intensivos; 18 (13%) entre los que murieron dentro de los 90 días; 23 (8%) entre aquellos con problemas clínicos complejos; y 6 (6%) en casos de bajo riesgo. La gravedad del daño se caracterizó como menor en 5 (6%), moderada en 36 (43%), mayor en 25 (30%) y fatal en 18 (21,5%).

En total, se estima que el 85% de los errores de diagnóstico perjudiciales eran evitables, y los pacientes de mayor riesgo eran los blancos, no hispanos, de mayor edad y sin seguro privado. Ponderando para tener en cuenta la población, los investigadores estimaron que la proporción de errores de diagnóstico dañinos, prevenibles y severamente dañinos en pacientes de hospitales médicos generales era de poco más del 7%, 6% y 1%, respectivamente.

Las fallas del proceso se asociaron significativamente con errores de diagnóstico, en particular la incertidumbre en las evaluaciones iniciales y las pruebas diagnósticas e interpretaciones complejas (4 veces el riesgo), la consulta de subespecialidad subóptima (3 veces el riesgo), las inquietudes reportadas por los pacientes (3 veces el riesgo) y la toma de antecedentes (2,5 veces el riesgo).

Cuarenta (48%) errores de diagnóstico se relacionaron con el diagnóstico principal en el momento del ingreso o el alta y 44 (52,5%) con un diagnóstico secundario. Cincuenta y dos (62%) se caracterizaron como demoras. Los errores asociados con daños importantes o fatales fueron frecuentes en el grupo de alto riesgo (55%, 43/78) y raros en el grupo de bajo riesgo (0/6).

Los diagnósticos más frecuentes asociados a errores diagnósticos incluyeron insuficiencia cardíaca, insuficiencia renal aguda, sepsis, neumonía, insuficiencia respiratoria, estado mental alterado, dolor abdominal e hipoxemia (niveles bajos de oxígeno en sangre). Un análisis cuidadoso de los errores y la integración de herramientas de IA en el flujo de trabajo deberían ayudar a minimizar su prevalencia, mejorando el seguimiento y desencadenando intervenciones oportunas, sugieren los investigadores.

Sin embargo, los autores concluyen: «Estimamos que se produjo un error de diagnóstico perjudicial en 1 de cada 14 pacientes hospitalizados por medicina general, la mayoría de los cuales eran evitables. Nuestros hallazgos subrayan la necesidad de nuevos enfoques para la vigilancia de los errores de diagnóstico adversos».