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El coronavirus será un virus endémico: OMS

En medio de la esperanza que están generando las vacunas del covid-19, surge la duda de si el coronavirus será un virus endémico. Aquí te contamos un poco más.

  • Francisco María
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Una frase que se ha venido escuchando con insistencia durante los últimos meses. Pero es ahora, cuando el Covid 19 está por cumplir su primer año desde que brotó desde las entrañas de la Tierra, que lo que empezó como un rumor parece que será una realidad inevitable. Según la Organización Mundial de la Salud, es muy probable que el Sars Cov 2 se convierta en un virus endémico.

Lo anterior significa que las cepas contagiosas sobrevivirán y permanecerán latentes. Sin importar los avances de la medicina y de la ciencia. Sin embargo, esto no significa que el mundo vivirá de ahora en adelante en estado de calamidad a causa de esta enfermedad.

¿Qué es una enfermedad endémica?

Una enfermedad se transforma en endémica cuando no desaparece por completo. Hace referencia a procesos que se mantienen de forma estacionaria dentro de un grupo poblacional, durante periodos prolongados, los cuales muchas veces resultan indeterminados. El término se emplea de manera genérica tanto con enfermedades no infecciosas, como con las que sí lo son.

Van incluidas también las variaciones estacionales. (La influenza es el ejemplo clásico en este sentido). Así como las distintas mutaciones que sufren los patógenos contaminantes a medida que avanza el calendario.

El grado de endemia se establece según la intensidad con la que se transmite cada afección. Siendo las enfermedades Hipoendémicas las de transmisión mínima y efectos casi imperceptibles. Mientras que en el extremo opuesto se ubican las Holoendémicas, de transmisión constante y distribución geográfica a escala global.

Caso Sars Cov 2

Para la Organización Mundial de la Salud, es muy probable que el coronavirus se mantenga como una enfermedad Holoendémica. De fácil transmisión (un factor ahora más destacable a partir del descubrimiento de la ‘mutación británica’) y con presencia prácticamente en todo el planeta.

Todo esto no significa que los niveles de riesgo serán siempre elevados. La humanidad está en la obligación de ‘aprender’ a convivir con este virus. Al igual que a recuperar parte de la normalidad. Con los cambios que serán necesarios para minimizar los peligros, no solo ante el Covid 19, también frente a otras enfermedades.

El papel de las vacunas

Por supuesto que las campañas de vacunación serán piezas clave en el restablecimiento de los viejos hábitos. De hecho, son necesarias para que la presencia del coronavirus como enfermedad endémica implique los menores riesgos posibles.

Estas fórmulas servirán para proteger a la población frente a escenarios de contagio. Y al igual que ocurre en la actualidad con la influenza, reducirán el número de contagios considerablemente.

Muchas preguntas todavía sin respuesta

La humanidad todavía atraviesa la crisis de salud pública más extrema del último siglo. Una enfermedad perteneciente a una familia de la que ya se sabía de su existencia, pero que su acción sobre los seres humanos resultó sorpresiva e imprevisible. Y se va repitiendo una oleada tras otra, aunque también puede tratarse de la primera oleada, todavía no superada.

Durante el 2020, mientras el número de infectados y fallecidos crecía, los investigadores han podido dar con algunas respuestas. Los aerosoles que se expiden al hablar y no las gotitas que se liberan al toser o estornudar, resultaron ser la principal vía de transmisión.

Así mismo, son cada vez más los especialistas que señalan como un aspecto vital mantener los espacios cerrados bien ventilados. Prescindiendo en lo posible de sistemas de climatización artificiales. Un aspecto que resulta particularmente complicado justo cuando el invierno empieza a sentirse con fuerza.

¿Cuánto dura la inmunidad?

Esta es una de las preguntas que aún no tiene una respuesta clara. Cuánto dura la protección natural desarrollada por el sistema inmunológico, una vez que la enfermedad ha sido superada con éxito. Los casos de reinfecciones ya empiezan a ser cosa común. Por lo que, por el momento, la única certeza es que, a diferencia de otros virus, como el de la rubéola, no se genera una inmunidad de por vida.

Tampoco está claro el tiempo de protección que ofrecen las vacunas que ya se están aplicando en distintos países. Se espera que, en un inicio, alcance para mantener a salvo a los inoculados durante al menos seis meses. Lo que implicaría que cada persona debería aplicarse alguna fórmula anti covid 19 dos veces al año.

Una carrera contra el tiempo

Son muchos los que evalúan con desconfianza la idea de colocarse alguna de las ampollas desarrolladas para detener el avance del nuevo coronavirus. Cuestionan que dada la rapidez con la que se desarrollaron estos fármacos y las vacunas, no se tiene una idea clara de cuáles serían los posibles efectos secundarios.

Lo cierto es que se trata de un escenario extraordinario. Muchas preguntas han ido encontrando respuestas ‘sobre la marcha’. Las medidas de prevención básicas (distanciamiento social, lavarse las manos frecuentemente, uso de mascarillas, entre otras), siguen siendo tus mejores aliados para no entrar a formar parte de las estadísticas. Al menos mientras las jornadas de vacunación alcanzan el grueso de la población.