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Consejos para reducir la presión arterial poco a poco

Si tenemos hipertensión es posible que nos lo diagnostiquen en el médico, por lo que conviene ir a realizarse chequeos si sospechamos que algo no va bien. Si este problema no se resuelve, lo podemos desarrollar en el tiempo y entonces afectar a nuestro corazón. Ahora bien podemos reducir la presión arterial poco a poco con un estilo de vida saludable y así no tomar fármacos. Siempre que el profesional nos lo recomiende. Ello combinado con ejercicio diario.

Normalmente una presión arterial alta (hipertensión) se da cuando uno o ambos números de la presión arterial son mayores de 130/80 mm Hg. Veamos de qué manera podemos reducir la presión arterial de una manera progresiva.

Ejercicio diario

Lo hemos apuntado. Para seguir con un estilo de vida saludable y reducir la hipertensión debemos entonces realizar más ejercicio, pues de esta manera movemos el cuerpo, entrenamos el corazón y  bajaremos a presión arterial. Las rutinas de cardio mezcladas con otros tipos de ejercicios son las mejores para proteger el corazón.

Fuera alcohol

Es una de las causas que hace que nuestra presión se dispare y especialmente al cumplir una edad. De hecho es una de las primeras recomendaciones del medico cuando nos dice que debemos bajar la tensión. Y es que el alcohol eleva la presión arterial.

El estrés no es bueno

No es algo bueno para nada pero es que con la presión arterial tampoco. El estrés, un mal del siglo XXI, afecta a la mente, al cuerpo y a nuestro organismo. De manera que debemos tomarnos la vida de otra manera y alejarnos del estrés.

Se dice que si sufrimos de estrés crónico podemos desarrollar tres tipos de enfermedades cardíacas: la de las arterias coronarias, los fallos cardíacos o las taquicardias. Para reducirlo hay que respirar correctamente, intentar agobiarnos lo menos posible, meditar, y realizar ejercicio que nos salvará de muchas cosas en la vida.

Alimentación saludable

Para reducir la presión arterial poco a poco debemos comer bien. Esto quiere decir fruta, vegetales, huevos, lácteos, cocinar con aceite y especialmente abandonar los procesados y los alimentos ricos en grasas y sal.