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Cerco al cáncer de mama: descubren mutaciones similares a las del cáncer en células sanas

Las células luminales son las que recubren los conductos mamarios y se consideran las células de origen de los principales tipos de cáncer

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

Investigadores de la Universidad de Columbia Británica (UBC), BC Cancer, la Facultad de Medicina de Harvard y el Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering (MSK) han identificado posibles orígenes genéticos tempranos del cáncer de mama, revelando mutaciones similares a las del cáncer en células mamarias de mujeres sanas. Los hallazgos, publicados en Nature Genetics, sugieren que estas raras alteraciones genéticas podrían ser algunos de los primeros pasos de una serie de eventos que eventualmente conducen al cáncer de mama.

El estudio, que analizó los genomas de más de 48,000 células individuales de mujeres sin cáncer, encontró que, aunque la mayoría de las células eran normales, aproximadamente el 3% de ellas presentaban alteraciones genéticas comúnmente asociadas con el cáncer. Estas mutaciones, conocidas como alteraciones del número de copias, implican duplicaciones o pérdidas de grandes segmentos de ADN. Aunque el cuerpo suele corregir estos cambios de manera natural, si no se detectan y reparan a tiempo, pueden acumularse y derivar en cáncer.

La investigación se centró en las células luminales, las cuales recubren los conductos mamarios y se consideran las células de origen de los principales tipos de cáncer de mama. Este hallazgo refuerza la hipótesis de que estas alteraciones podrían predisponer a las células luminales al desarrollo de cáncer. Los investigadores también notaron que en algunas mujeres con variantes genéticas de alto riesgo, como BRCA1 y BRCA2, se observaban mutaciones más extremas, lo que podría ser un paso hacia el cáncer.

Este estudio plantea importantes preguntas sobre cómo se acumulan las mutaciones a lo largo del tiempo y por qué solo en las células luminales. Además, sugiere que investigar alteraciones similares en otros órganos podría ayudar a entender cómo se desarrollan otras formas de cáncer y sus factores de riesgo, lo que podría abrir nuevas vías para la prevención, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.

Para el estudio, los investigadores buscaron comprender la prevalencia de alteraciones en el número de copias en el tejido normal. Examinaron decenas de miles de células mamarias de 28 mujeres utilizando una tecnología avanzada de secuenciación de genes de células individuales desarrollada por investigadores de UBC y BC Cancer, conocida como DLP+. Aunque se detectaron alteraciones genéticas en niveles muy bajos en la mayoría de las mujeres estudiadas, sólo se detectaron en las células luminales que recubren los lobulillos y conductos por donde fluye la leche a través del seno, y no en las células contráctiles relacionadas.

«Dado que se cree que las células luminales son las células de origen de todos los tipos principales de cáncer de mama, el hecho de que estas alteraciones genéticas se acumulen específicamente en las células luminales proporciona un respaldo adicional a la hipótesis de que estas alteraciones pueden preparar o predisponer a estas células al desarrollo del cáncer», apostilla la coautora principal, la doctora Joan Brugge, profesora de biología celular en la Facultad de Medicina de Harvard.

«Este estudio es un paso importante en nuestra búsqueda colectiva como científicos para comprender los eventos más tempranos en el desarrollo del cáncer de mama. Estos conocimientos pueden informar nuestros esfuerzos para diseñar nuevas estrategias de prevención y seguimiento más efectivas para aquellas personas con alto riesgo de cáncer», afirma

La mayoría de las células mutadas contenían sólo una o dos alteraciones en el número de copias, y se sabe que se necesitan múltiples mutaciones para formar un cáncer. Sin embargo, en algunas mujeres portadoras de variantes genéticas de alto riesgo de BRCA1 y BRCA2, los investigadores observaron algunos ejemplos «extremos» de células que albergaban seis o más de estos grandes cambios genéticos. Estas células extremas pueden representar un paso más en el proceso de desarrollo del cáncer, lo que sugiere una posible vía de progresión desde células normales a células similares al cáncer en individuos de alto riesgo.

«Para estudiar este fenómeno, utilizamos un método desarrollado originalmente para estudiar la inestabilidad del genoma en el cáncer, lo que proporciona una visión integral de las alteraciones del número de copias a nivel de células individuales», argumenta el doctor Sohrab Shah, titular de la Cátedra Nicholls-Biondi de Oncología Computacional y jefe de Oncología Computacional en MSK. «Nuestros enfoques computacionales nos permitieron además identificar y analizar estos eventos raros que no son visibles con los ensayos de secuenciación estándar».