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Los cambios hormonales de la menopausia explican el deterioro de la salud cardiovascular

Entre los 48 y los 52 años aumentan un 10% los niveles de colesterol malo, según una investigación

Los síntomas que te indican que la menopausia ha llegado

Un nuevo estudio de la revista «European Journal of Preventive Cardiology», de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), indica que durante la menopausia las mujeres atraviesan un periodo en el que su salud cardiovascular empieza a ser más frágil por los cambios hormonales propios de esta fase de la vida.

Normalmente, las mujeres atraviesan la menopausia cuando tienen entre 48 y 52 años, lo cual hace que sus niveles de estrógeno desciendan y que se eleven los de la hormona FSH, -hormona folículo-estimulante, que regula el ciclo menstrual-.

Se sospecha que la menopausia hace que aumente el riesgo cardiovascular, entre otros motivos, porque suele producirse diez años más tarde en las mujeres que en los hombres y porque, estadísticamente, ese riesgo se eleva después de haberla pasado. Hay estudios anteriores que relacionan la menopausia con niveles elevados de metabolitos (sustancias producidas por el organismo) que se asocian con las enfermedades del corazón.

No obstante, esta es la primera vez que un estudio prueba que los cambios en el estado hormonal tienen un vínculo directo con la salud cardiovascular. Las alteraciones en los metabolitos son relativamente en mujeres que toman terapia de reemplazo hormonal (HRT, por sus siglas en inglés), al menos en el grupo de mujeres estudiadas.

Cómo contrarrestar el deterioro

La directora de la investigación, Eija K. Laakkonen, de la Universidad de Jyväskylä (Finlandia), ha dicho: «La menopausia es algo que no se puede evitar, pero sí es posible hacer que los cambios en los metabolitos sean más leves llevando una dieta saludable y practicando alguna actividad física». En su opinión, es importante, sobre todo, que las mujeres presten atención a la calidad de la grasa que consumen en su dieta y que realicen suficiente ejercicio para mantenerse en forma desde el punto de vista cardiorrespiratorio. Asimismo, considera que «la terapia de reemplazo hormonal es una opción que deberían consultar con su médico en ese momento de su vida».

En este trabajo se analizaron los datos de 218 mujeres en la fase de menopausia que no tomaban HRT en el momento de comenzar el estudio. Se midieron niveles de 180 metabolitos (lípidos, lipoproteínas y aminoácidos) y dos hormonas (estradiol y FSH) en análisis de sangre al comienzo, a los tres y a los seis meses hasta que las participantes entraron en la fase postmenopáusica. El estado menopáusico se evaluó a partir de registros de la menstruación y midiendo los niveles de FSH a partir de muestras de sangre. El inicio de la postmenopausia se definió como el momento en el cual las mujeres no habían tenido la regla durante más de seis meses y sus niveles de FSH fueron superiores a los considerados normales en dos mediciones consecutivas. De todas las participantes, 35 (15%) empezaron a tomar HRT durante el estudio.

Laakkonen ha explicado que el trabajo se puso en marcha para investigar si son los cambios hormonales propios de la menopausia lo que altera los metabolitos antes y después de ese periodo. También ha aclarado que en este periodo de transición los niveles de hormonas y la menstruación varían mucho, de modo que lo que hicieron fue adaptar el momento de los análisis a cada una de las participantes de forma individual.

Los investigadores llevaron a cabo análisis estadísticos detallados para determinar qué cambios se producían en los niveles de metabolitos durante la transición de la menopausia y si esos cambios tenían relación con los niveles de hormonas. Asimismo, observaron si la evolución en los niveles de metabolitos era diferente entre las mujeres que tomaban HRT y las que no lo hacían.

La edad media de las participantes fue de 51,7 años y el seguimiento se prolongó durante 14 meses.

La menopausia estaba asociada con los niveles de 85 metabolitos. Los cambios hormonales guardaban relación directa con cambios en 64 de ellos. Entre los metabolitos más significativos estaban el colesterol ligado a lipoproteínas de baja densidad (LDL, o colesterol ‘malo’), los triglicéridos y los ácidos grasos.

Se tuvieron en cuenta los niveles de formación de las participantes, si fumaban o consumían alcohol, si hacían ejercicio y el tipo de dieta de cada una de ellas para evitar distorsiones.

En quienes recibían HRT se observaron elevaciones del colesterol HDL («bueno2) y reducciones del colesterol LDL.

Los estudios previos sobre esta cuestión no habían confirmado el estado hormonal de las mujeres estudiadas, de modo que no era posible asegurar que los cambios estaban asociados a la menopausia. Podían, por ejemplo, ser efecto del envejecimiento, ha aclarado Laakkonen. De todas formas, también ha pedido precaución en la interpretación de los resultados, que deben ser confirmados con más datos.