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Asocian la contaminación con un tipo de demencia

La demencia con cuerpos de lewy se parece al párkinson

Puede producir alucinaciones y declive de las funciones cognitivas

Un equipo de científicos de la Universidad Johns Hopkins (Baltimore, Estados Unidos) ha descubierto que la contaminación del aire puede desencadenar la acumulación de un tipo de proteína que provoca síntomas similares a los de la demencia con cuerpos de lewy.

La demencia con cuerpos de lewy es una de las causas más frecuentes de pérdida de funciones mentales entre la población de personas mayores. Algunas de las dificultades que provoca afectan a la memoria, el lenguaje, la percepción visual, la solución de problemas, las tareas cotidianas y la capacidad de concentrarse y prestar atención. Aunque a veces se presenta en personas jóvenes, lo más habitual es que se diagnostique a partir de los 50 años. En las personas con esta dolencia se producen conglomerados anormales de la proteína llamada alfa-sinucleína en el cerebro. Esas acumulaciones se conocen como cuerpos de lewy, y son características de esta enfermedad y del párkinson.

El nuevo hallazgo viene a sumarse a las evidencias científicas que indican que existen factores ambientales que desencadenan cambios en las proteínas del cerebro y producen neurodegeneración.

Exposición a partículas contaminantes

El nuevo estudio, que se ha dado a conocer en la revista científica Science, ha supuesto un análisis de diez años de investigación previa sobre la exposición a pequeñas partículas contaminantes en el aire (PM2.5) y un mayor riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas, según ha explicado el investigador principal, Xiaobo Mao, profesor de neurología en la facultad de medicina de la Universidad Johns Hopkins y miembro del Instituto de Ingeniería Celular de ese centro académico. El equipo de Mao ha descubierto que si se expone a ratones de laboratorio a PM2.5 se forman cúmulos de alfa-sinucleína. Las formaciones se parecen en forma y estructura a las que se han observado en pacientes con este tipo de demencia.

Al darse a conocer los resultados, Mao ha declarado: «Hemos identificado una nueva cepa de cuerpos de lewy formados tras la exposición a las partículas contaminantes. Al definir esta variedad, esperamos establecer una nueva diana terapéutica para el desarrollo de medicamentos que puedan ralentizar la progresión de las enfermedades degenerativas en las que se producen estas acumulaciones».

Además de las observaciones en el laboratorio, el trabajo consistió en el análisis de los datos hospitalarios de 56 millones y medio de pacientes que fueron tratados entre los años 2000 y 2014 por enfermedades neurodegenerativas. Los científicos se centraron en los pacientes que habían sido ingresados por primera vez debido a enfermedades en las que había cuerpos de lewy, y usaron los datos disponibles para evaluar su exposición a PM2.5. Así, observaron que cada incremento de concentración de partículas contaminantes medido en PM2.5 provocaba un aumento del 17% en su riesgo de desarrollar enfermedad de Parkinson y un 12% en cuanto a riesgo de demencia con cuerpos de lewy.

Xiao Wu, que también forma parte del equipo de investigación, ha explicado que la asociación estadística que han descubierto es mayor que la mostrada en estudios anteriores.

Más efecto según la localización

En su trabajo también han analizado si los efectos de la contaminación ambiental son diferentes en función de la localización. Los experimentos con cobayas mostraron que las partículas contaminantes (usaron muestras) de China, Europa y Estados Unidos tenían efectos similares en los cerebros de los animales, «lo cual sugiere que los daños causados por PM2.5 son consistentes en diferentes regiones del mundo», escriben en sus conclusiones.

Por otra parte, han señalado que los cambios en la expresión genética que se han visto en ratones expuestos a partículas contaminantes son similares a los que se producen en pacientes con demencia y cuerpos de lewy. Esto sugiere que «la polución no solamente contribuye a la acumulación tóxica de proteínas, sino que también guarda relación con cambios genéticos en el cerebro humano», concluyen.