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Selenio

Antioxidante, regulador de la tiroides y más: las bondades del selenio

El selenio no sólo es un mineral que se halla en ciertos alimentos que consumimos a diario, sino que además se trata de un elemento esencial para el organismo, incluso en cantidades mínimas. Esto se debe a su gran poder antioxidante, que permite prevenir enfermedades graves, desde esas que afectan al corazón y sirve como fortalecedor natural del sistema inmune.

Como vemos, los beneficios del selenio son muchos y muy relevantes, y debemos saber que su consumo diario es fundamental para que nuestro cuerpo funcione de la mejor manera posible. Hablemos entonces de sus propiedades y, lo más importante, cómo asegurarnos su consumo.

¿Por qué tenemos que consumir alimentos ricos en selenio?

Antioxidante

A modo de resumen, el selenio es un alimento antioxidante, que limita la cantidad de radicales libres que tenemos en nuestro interior, los cuales se forman a partir del metabolismo corporal, causando algunos problemas, como inflamación, células que se deforman y también envejecimiento.

Remedio contra el cáncer

Como todos los antioxidantes, el selenio protege a las células potencialmente dañadas, impidiendo que cambien su ADN, lo que deriva en la formación de tumores que definen a varios cánceres comunes, como el de pulmón, el de mama, el de próstata o el de colon, por ejemplo.

Remedio contra enfermedades cardiovasculares

Lo mismo pasa respecto de las enfermedades cardiovasculares, al conseguir una menor oxidación del colesterol malo o LDL, lo que logra que los vasos sanguíneos se mantengan limpios. Diagnósticos como los de arteriosclerosis, trombosis o ACV dependen de ello.

Regulador de la tiroides

La tiroides es una de las glándulas principales de los humanos, y al incorporar selenio a la dieta, podemos quedarnos tranquilos de mantener controlada la concentración de las hormonas tiroideas T4 a T3.

De hecho, la deficiencia de selenio puede llevar hipotiroidismo o tiroiditis de Hashimoto.

¿Qué alimentos cuentan con selenio en su composición?

Varios de los alimentos que aprovechamos con frecuencia en la cocina tienen buenas concentraciones y aportes de este mineral por porción, como la nuez de Brasil, la harina de trigo y sus derivados como el pan, y las yemas de huevo. Deberías consumirlos todas las semanas, considerándolos siempre dentro de una dieta equilibrada.

En ciertas circunstancias, un profesional de la salud puede recomendarle a su paciente que utilice suplementos de selenio, que se comercializan tanto en farmacias como en tiendas de productos naturales, para contrarrestar así una baja ingesta o una mala asimilación de este componente.