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¿Tiene algún riesgo para la salud la homeopatía?

La homeopatía es un método terapéutico, una medicina alternativa que tiene su origen en 1796. Consiste básicamente en la creencia de que ‘lo similar cura lo similar’. Esto implica que cuando una sustancia produce una serie de síntomas en el organismo de una persona sana, también tiene la capacidad de sanar esos mismos síntomas en alguien enfermo.

En esta corriente señalan que las enfermedades deben solucionarse con las mismas sustancias que motivan los síntomas, aunque dotando al cuerpo de una dosis muy pequeña para que lo vaya asimilando. Pero la gran pregunta es si tiene algún riesgo para la salud la homeopatía.

Efectividad de la homeopatía

Los medicamentos de homeopatía que se comercializan están elaborados con lo que denominan ultradisoluciones, que engloban dos fases como son la dilución y la dinamización. La sustancia escogida, en dosis mínimas, se diluye en agua destilada o alcohol. A continuación se mezclará con productos químicos o de origen animal o vegetal, agitándolo con golpes fuertes y secos, que es lo que se llama dinamización.

Muchos expertos en salud aseguran que lo único que se consigue es un efecto placebo. Algunos gobiernos advierten de que no hay pruebas fehacientes de que este tipo de tratamientos resulten efectivos para la salud.

Lo que defiende la homeopatía es por ejemplo, que cuando consumimos un estimulante como la cafeína se podría tratar mezclando una parte de cafeína con 99 de agua, consiguiendo así el efecto contrario, el de la relajación.

Riesgos y contraindicaciones de la homeopatía

Además de la falta de efectividad, como aseguran algunos expertos, también se definen a estos fármacos como de peligrosos. Un informe del Ministerio de Sanidad de España asegura que nunca debería utilizarse la homeopatía para tratamientos de salud serios o que puedan convertirse en graves. De lo contrario se estaría poniendo en serio riesgo su salud, sobre todo si optan por rechazar tratamientos convencionales en donde hay una clara evidencia de su efectividad y seguridad.

Advierten que el mayor peligro que puede provocar este tipo de tratamientos es cuando se usa para afecciones graves. Al funcionar como placebo llega a ocasionar daños graves a muchos pacientes.

Además, las compañías encargadas de realizar estos preparados no tienen la obligación de demostrar la eficacia, como si ocurre con los medicamentos que adquirimos en las farmacias. Tampoco se conocen estudios que demuestren los beneficios médicos para los pacientes que los consuman.

Hay que decir que algunos países de Europa, como Reino Unido, confían mucho en este tipo de medicina alternativa y de hecho la integran dentro del sistema nacional de salud.