Receta de Rosquillas gallegas al horno

Las rosquillas gallegas al horno son un tipo de dulce tradicional que tiene una serie de ingredientes listos para destacar. Se trata de una masa que se cocina en unos minutos, aromatizada con el toque de anís y un poco de ralladura de limón y naranja. Todo un acierto para conseguir unas meriendas repletas de buenas sensaciones. Si las hacemos al horno evitaremos que tengan demasiadas grasas, conservando todo su sabor. Para coronar este dulce haremos un sencillo glaseado que se convertirá en el punto dulce que las hará destacar. Atrévete a probar unas rosquillas gallegas al horno increíbles.

Ingredientes:

• 500 gr de harina de trigo tipo repostería
• 5 yemas de huevo
• 2 huevos enteros
• 100 gr de mantequilla
• 100 ml de anís
• La ralladura de un limón y de una naranja
• 1 pizca de sal
• Para el glaseado:
• 300 gr de azúcar en polvo o glass
• 150 ml de agua tibia

Cómo preparar unas rosquillas gallegas al horno

1. Vamos a empezar estas rosquillas gallegas preparando los ingredientes principales, la calidad de los mismos es la que marcará el éxito o el fracaso de este dulce.
2. Lavaremos el limón y la naranja. Secamos bien la superficie y los rallaremos sin llegar a la parte blanca que amargaría un poco el sabor de las rosquillas.
3. En un bol vamos a mezclar la mantequilla con las yemas de los huevos y los huevos enteros. Batiremos hasta conseguir una salsa compacta. Le añadiremos la ralladura de los cítricos y el anís para aromatizar esta base.
4. Ponemos a esta base la harían previamente tamizada para que se vaya integrando perfectamente hasta crear una masa compacta. Tendremos lista la base de unas rosquillas maravillosas.
5. Dejaremos que la masa repose al menos una hora, de esta manera estará lista para empezar a trabajarla con todos los ingredientes perfectamente integrados.
6. Espolvoreamos con harina la superficie de trabajo y extendemos la masa. Le daremos forma de cilindros finos y los enrollaremos sobre si mismos hasta que queden como aros del mismo tamaño.
7. Precalentaremos el horno a 200º para que esté listo a la hora de recibir nuestras rosquillas. Las colocamos en una fuente para horno forrada con papel vegetal para que no se peguen.
8. Horneamos las rosquillas a 190º durante unos 10 minutos hasta que estén listas. Mientras preparamos el glaseado.
9. En un cazo pequeño colocamos el azúcar con el agua, haremos un almíbar un poco más espeso en unos 5 minutos.
10. Pasamos las rosquillas por este glaseado y tendremos listo uno de esos postres que impresionan por su sencillez y sabor.