Pan de leche sin gluten

Nuestra receta de hoy consiste en un pan de leche, una variedad que estamos seguros conocéis y habréis comido numerosas veces, pero en esta ocasión, nos hemos decantado por su versión más rica pan de leche sin gluten para que los desayunos sean de lo más aptos. Si el olor de este tipo de pan es algo que todos reconocemos como indescriptible, probarlo ya es un verdadero gustazo.

Hay que reconocer que el aroma que desprende el pan cuando se está haciendo o acaba de ser horneado, es algo que a la mayoría de la gente le atrae. ¿Pero os imagináis si además lleva un ligero añadido dulce?

Este pan lacteado, de corteza y miga blanditas, no os durará ni un suspiro, ¡así que procurad preparar más de uno!

Ingredientes:

Para el pan:

• 2 cucharaditas de levadura seca sin gluten
• 1 cucharadita de azúcar glas
• 300 ml de leche templada
• 500 g de harina panificable mix sin gluten
• 1 cucharadita de sal
• Glaseado de huevo

Para el glaseado de huevo:

• 1 huevo
• 1 cucharadita de leche
• Sal

Elaboración:

Comenzaremos poniendo en un bol parte de la leche (unos 100 ml) con la levadura sin gluten. Dejamos durante unos 5 minutos y removemos hasta que ésta última esté bien disuelta. Cuando lo esté, añadiremos otros 100 ml de leche y moveremos. Recomendación: A la hora de adquirir la levadura, fijaos bien en los alérgenos, ya que algunas contienen o pueden contener trazas de gluten

Tamizamos la harina y la echamos junto a la sal en un cuenco grande que nos permita trabajar todo bien. Hacemos un hoyo en el centro (como si fuese un volcán) y agregamos la leche con la levadura. Mezclamos y, a continuación, vamos incorporando el resto de la leche (los últimos 100 ml) sin dejar de remover hasta obtener una masa de textura pegajosa.

La volcamos en una superficie previamente enharinada y amasamos durante unos 10-12 minutos para lograr que la pasta quede homogénea y elástica.

En el momento en que lo consigamos, la daremos la forma que más nos guste y la meteremos en cualquier recipiente que hayamos elegido y la taparemos con un paño de cocina que esté limpio. Dejaremos que repose y leude (para que la masa fermente con la levadura) durante unos 45 minutos en un sitio seco y sin ningún tipo de corriente de aire.

Veremos como la masa irá creciendo, así que pasados esos minutos, la desinflaremos (golpeándola con la mano), la taparemos nuevamente y dejaremos reposar otros 45 minutos en los que crecerá aún más.

Untaremos con un poquito de aceite el molde que queramos usar para nuestro pan, lo meteremos, cubriremos con el paño y permitiremos que repose durante 1 hora.

Es cierto que la elaboración del pan requiere de mucho tiempo, pero la parte buena es que no tendremos que estar pendientes minuto a minuto en este proceso, y os aseguramos que el resultado merece la pena.

Ponemos el horno a precalentar a una temperatura de 200 grados.

Cuando haya finalizado el tiempo, untaremos, valiéndonos de un pincel de cocina, el glaseado de huevo por toda la superficie de la masa, de esta forma el pan tendrá un resultado brillante y dorado.

Metemos en el horno hasta que se tueste ligeramente y sacamos. Truco: Si queréis saber si vuestro pan está bien hecho por dentro, bastará con golpear de manera suave su base, y si suena hueco estará listo.

Desmoldamos, dejamos que se enfríe y ya tendremos preparado este pan de leche sin gluten del que no dejaremos ni las migas.